Al menos 43 palestinos murieron el sábado en ataques israelíes en Gaza, incluidos 32 que esperaban ayuda en Rafah, según fuentes médicas. La agencia palestina Wafa informó que más de 70 personas resultaron heridas cuando el ejército israelí abrió fuego contra una multitud reunida en un centro de distribución de alimentos operado por la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), una iniciativa estadounidense respaldada por Israel.
En la ciudad sureña de Khan Younis, bombardeos israelíes alcanzaron tiendas que albergaban a familias desplazadas, dejando al menos dos muertos. En el norte de Gaza, otros ataques dirigidos contra carpas situadas cerca de una escuela de la ONU en el este de la Ciudad de Gaza causaron la muerte de siete palestinos y heridas a 17.
En Jabalia, dos personas murieron en un ataque aéreo israelí contra una multitud, mientras que varios civiles resultaron heridos por el bombardeo de un apartamento residencial cercano al Complejo Médico Al Shifa.
Las recientes operaciones militares han provocado una cifra alarmante de muertes entre quienes buscan ayuda humanitaria. De acuerdo con cifras de la ONU, cerca de 900 palestinos han sido asesinados en las últimas semanas mientras intentaban obtener alimentos en puntos gestionados por la GHF, que comenzó a operar en Gaza a finales de mayo, al margen de las agencias de la ONU y de otras organizaciones internacionales.
Crisis humanitaria y llamado internacional
El sábado, la oficina de medios del gobierno en Gaza emitió una alerta internacional urgente, exigiendo la apertura inmediata de corredores humanitarios seguros y permanentes y el fin del bloqueo israelí que ha provocado hambre generalizada entre los más de dos millones de habitantes del enclave.
“El bloqueo constituye un crimen colectivo contra los civiles, y debe levantarse de inmediato”, señaló el comunicado, que también denunció la manipulación de la ayuda humanitaria por parte de las fuerzas israelíes o sus colaboradores. La oficina llamó a todos los países, organismos de la ONU, organizaciones internacionales y entidades jurídicas a “intervenir sin demora para detener las políticas genocidas de hambre y desplazamiento forzado” y solicitó una investigación internacional urgente para llevar a los responsables ante tribunales de justicia.
Israel mantiene una ofensiva implacable sobre Gaza desde el 7 de octubre de 2023, en abierta negativa a las demandas internacionales de un alto el fuego. Desde entonces, casi 59.000 palestinos han sido asesinados, en su mayoría mujeres y niños, y la devastación de la infraestructura ha generado escasez de alimentos, propagación de enfermedades y el desplazamiento masivo de la población.

Israel impuso un bloqueo humanitario total el 2 de marzo, cortando el acceso a alimentos, medicinas y otros insumos básicos. Bajo presión internacional, permitió una cantidad limitada de ayuda a finales de mayo, pero los mecanismos de distribución se han mantenido al margen de las agencias de la ONU, provocando cientos de muertes adicionales en los puntos de reparto gestionados por la GHF.
La ofensiva israelí en Gaza enfrenta un creciente escrutinio legal. En noviembre pasado, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa Yoav Gallant por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos en Gaza.
Además, Israel enfrenta un proceso por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia, que investiga las denuncias sobre políticas de asedio, hambre forzada y ataques sistemáticos contra civiles palestinos. Estos procedimientos se desarrollan en paralelo a los llamamientos internacionales para el cese inmediato de las hostilidades y el levantamiento del bloqueo.