En una nueva violación al acuerdo de alto el fuego, cuyo paso a la segunda fase se encuentra bloqueado por parte de Tel Aviv, los ataques israelíes se reanudaron el domingo, dejando cuatro palestinos muertos, incluida una mujer, y seis heridos. Además, Israel anunció un nuevo bloqueo de entrada de ayuda humanitaria y la movilización de hasta 400.000 reservistas adicionales.
Los ataques se produjeron en Beit Hanun, al norte de Gaza, dos personas fueron asesinadas, mientras que en la aldea de Al-Farahin, al este de Jan Yunis, una mujer perdió la vida y dos más resultaron heridas, según la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina, quien atendió a las víctimas.
También se registraron otras víctimas en el centro de Rafah, donde otro ataque israelí dejó una persona fallecida y dos heridas.
Además, la Agencia de Defensa Civil de Gaza reportó bombardeos de artillería y disparos de tanques israelíes cerca de Jan Yunis, en el sur de Gaza, donde apuntaron a las zonas fronterizas de la ciudad de Abasan Al-Kabira.
Incertidumbre ante la segunda fase
Los ataques recientes se producen en un momento de estancamiento en el paso para la segunda fase del alto al fuego entre Israel y Hamas, que debería haber puesto fin a la agresión de manera más duradera.
La primera fase expiró durante el fin de semana, sin que se aclarara el futuro del acuerdo. Hamás ha insistido en que la única forma de garantizar estabilidad y el regreso de los prisioneros es completar la implementación del acuerdo.
Por su parte, Israel respaldó el domingo una propuesta para extender temporalmente, aunque persisten dudas sobre su efectividad.
Israel bloquea la ayuda humanitaria y moviliza a reservistas
En paralelo, Israel anunció que suspenderá la entrada de toda ayuda y suministros a Gaza, dejando a más de dos millones de gazatíes en la máxima necesidad.
Además, el gobierno israelí aprobó un proyecto de ley que autoriza la movilización de hasta 400.000 reservistas adicionales. Esta medida responde a los crecientes temores de que se reanuden los combates en Gaza.
El ejército israelí podrá movilizar hasta 400.000 soldados de reserva antes del 29 de mayo, un incremento de 80.000 en comparación con la orden anterior, que permitía 320.000 reservistas.