“No hay proteínas, no hay carne, no hay pollo… estamos todo el tiempo buscando cualquier cosa que se parezca a la carne”, se desesperaba Tawfiq Kassab en uno de sus videos en redes sociales –tenía más de 2.400 seguidores– que grababa desde Gaza, el rostro dolorosamente delgado mirando a cámara.
En otro video, sostiene una trampa con erizos, que luego reboza en harina y fríe. “Somos palestinos, un pueblo de dignidad”, afirmaba aferrándose a su humanidad a pesar de verse obligado a comer animales que gran parte del mundo ni siquiera considera alimento.
Días más tarde, el joven Tawfiq perdió la batalla: a inicios de esta semana, murió por hambruna. Y se convirtió así en una de las cerca de 52.800 víctimas de la brutal ofensiva de Israel contra Gaza, que sigue cobrándose vidas a diario, ya sea por ataques directos o por las condiciones extremas de hambre y enfermedad que impone Tel Aviv.
Israel avanza con un nuevo plan de ocupación a largo plazo
Mientras el hambre sigue arrebatando vidas como la de Tawfiq, Israel ha puesto en marcha un nuevo plan militar que formaliza su ocupación a largo plazo de Gaza y busca forzar el desplazamiento masivo de la población palestina. La estrategia, bautizada con el nombre bíblico de Los carros de Gedeón (Merkavot Gideon), recibió esta semana, en una decisión unánime, la luz verde del gabinete de seguridad del gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu.
Según las autoridades israelíes,el plan intensificará la invasión ya en curso, que ha devastado el enclave palestino. Israel dio a Hamás un plazo de 10 días, que coincide con el final de la visita del presidente de Estados Unidos Donald Trump a la región, para aceptar condiciones aún no especificadas antes de lanzar lo que describen como una ofensiva “de gran fuerza”.
Aunque Tel Aviv anuncia que el objetivo es desmantelar al grupo de resistencia palestino Hamás y liberar a los rehenes israelíes, el plan incluye la destrucción sistemática de infraestructura civil, así como la ocupación militar permanente de las áreas capturadas. Funcionarios israelíes confirmaron que se establecerán zonas de amortiguamiento fortificadas que, en la práctica, podrían convertirse en una anexión gradual de Gaza.
Los términos en que Israel espera que Hamás acepte estas condiciones siguen sin estar claros, especialmente considerando que el grupo palestino ya acordó una amplia propuesta de cese del fuego que incluye el regreso de todos los rehenes israelíes a cambio del final de la ofensiva israelí en Gaza.
Ocupación de forma indefinida
“Estamos ocupando Gaza para quedarnos. No más entrar y salir. Esta es una guerra por la victoria”, afirmó sin medias tintas el ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich. Y, por si hiciera falta más claridad ante la barbarie discursiva, agregó que el pueblo israelí “ya no debe temer usar la palabra ocupación”.
La nueva ofensiva que contempla el desplazamiento forzado de la población palestina hacia el sur de Gaza, fue calificada “crimen de guerra” y de “lesa humanidad” por Amnistía Internacional.
Bajo este nuevo plan, el acceso a la ayuda humanitaria se limitaría aún más. Israel planea permitir las entregas de ayuda únicamente después de que las ofensivas militares obliguen a los civiles a concentrarse en zonas específicas del sur, bajo estricto control militar. La distribución sería administrada así por contratistas civiles autorizados por el ejército israelí, sometiendo a los beneficiarios a rigurosos controles de seguridad.
Desde el cierre total de los cruces fronterizos hace más de dos meses, Israel ya ha bloqueado el ingreso de 37.400 camiones de alimentos y combustible, agravando una crisis humanitaria sin precedentes.
“Queremos que mueran”
El nombre del operativo “Los carros de Gedeón” refuerza el discurso religioso que Israel utiliza para justificar su ofensiva. Gedeón es un personaje bíblico que, según la tradición, lideró a un pequeño ejército elegido por Dios para destruir a sus enemigos. La elección del nombre ha sido interpretada como un intento de presentar la invasión como una misión divina.
El término Merkavot, que significa “carros”, hace alusión tanto a la imaginería bíblica como a los tanques Merkava, conocidos por su papel en las ofensivas contra Gaza y Cisjordania ocupada. Durante las discusiones sobre el nombre, algunos ministros bromearon sugiriendo que la operación debería llamarse “Muera yo con los filisteos”, en referencia a los antiguos habitantes de Gaza. Sin embargo, según reportes, Netanyahu respondió: “No queremos morir con ellos. Queremos que mueran solos”.
Críticas desde EE.UU: “Una pesadilla provocada por el ser humano”
La escalada en Gaza ha generado críticas en la comunidad internacional. El senador demócrata estadounidense Bernie Sanders denunció que el bloqueo total de Gaza, que lleva más de nueve semanas, ha dejado a 2,2 millones de personas atrapadas y privadas de alimentos, agua, medicinas y combustible.
“Lo que está ocurriendo en Gaza es una pesadilla provocada por el ser humano. Es un proceso lento y brutal de hambre masiva y muerte por la negación de necesidades básicas. Esto es metódico. Es intencional”, afirmó Sanders, acusando a Estados Unidos de ser “absolutamente cómplice” por proporcionar 18.000 millones de dólares en ayuda militar a Israel el año pasado, y aprobar 12.000 millones más este año en armamento.

Once a child with mild disabilities, Dana now suffers from severe malnutrition and rapidly deteriorating health, her body reduced to skin and bones, her voice replaced by faint whimpers of pain.
El senador advirtió que la historia no perdonará esta complicidad y exigió el fin inmediato del apoyo estadounidense al gobierno de Netanyahu.
Gaza devastada: miles y miles de muertos y desaparecidos
Mientras tanto, las autoridades en Gaza publicaron nuevas cifras sobre la devastación causada por los bombardeos israelíes, que desde el 7 de octubre de 2023 ha dejado más de 62.000 palestinos muertos o desaparecidos, según una cifra revisada por autoridades palestinas. De acuerdo al informe, más de 10.000 personas siguen atrapadas bajo los escombros.
El reporte también denuncia más de 12.000 masacres, incluyendo 11.926 ataques contra familias palestinas que resultaron en la eliminación completa de 2.200 núcleos familiares y 6.350 personas borradas de los registros civiles.
Además, las fuerzas israelíes habrían profanado 2.300 tumbas y creado siete fosas comunes en hospitales, donde hasta ahora se han recuperado 529 cuerpos.
Crisis sanitaria y destrucción de infraestructura religiosa
En Gaza, la crisis sanitaria continúa agravándose, con más de 2,1 millones de casos de enfermedades infecciosas reportadas, incluyendo más de 71.000 casos de hepatitis. La destrucción de infraestructura religiosa también ha sido masiva, con 828 mezquitas destruidas, 167 dañadas parcialmente y ataques contra tres iglesias. Además, 19 de los 60 cementerios de Gaza han sido destruidos total o parcialmente.
En noviembre pasado, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y su exministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos en Gaza. Israel también enfrenta un proceso por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia.
“Nunca te rindas. Nunca pierdas las esperanzas”, posteaba Tawfiq en uno de sus últimas publicaciones en las redes, ondeando la kufiya de cara al mar, antes de que el hambre lo devastara también a él. “Las grandes cosas toman tiempo”.