En los 99 minutos que habló ante el Congreso de Estados Unidos este martes, Donald Trump no solo dio el discurso presidencial más largo del que se tiene registro –superando la marca de 89 minutos del expresidente Bill Clinton en el 2000—, sino que abarcó una multitud de prioridades de su gobierno, incluyendo temas clave para América Latina como la inmigración, los carteles del narcotráfico, el canal de Panamá y los aranceles.
“Estados Unidos está de regreso”, aseveró el presidente Trump para abrir su discurso y enumerar lo que llamó “logros” en sus primeras seis semanas de mandato. “Hemos logrado más en 43 días de lo que la mayoría de las administraciones lograron en cuatro u ocho años, y apenas estamos empezando”. Luego mencionó que en estas semanas ha firmado “casi 100 órdenes ejecutivas y he tomado más de 400 medidas ejecutivas, un récord para restablecer el sentido común, la seguridad, el optimismo y la riqueza en todo nuestro maravilloso país”.
Así comenzó una extensa intervención que si bien se centró en los temas nacionales más urgentes –como la economía y la inflación–, también encontró espacios para seguir apuntalando la línea dura de política exterior de Trump y su reiterado compromiso con “proteger” los intereses estadounidenses.
Entonces, ¿qué dijo exactamente sobre la inmigración, el canal de Panamá y sus relaciones comerciales con México? Este es el recuento.
La “ofensiva” de inmigración “más radical en la historia de EE.UU.”
Trump no perdió oportunidad para elogiar los esfuerzos de su gobierno para frenar la inmigración irregular. "Desde que asumí el cargo, mi administración ha lanzado la ofensiva fronteriza y de inmigración más radical en la historia de Estados Unidos, y rápidamente logramos las cifras más bajas de cruces fronterizos ilegales JAMÁS registradas", sostuvo.
La cifra de 8.326 aprehensiones de migrantes irregulares en febrero pasado, que Trump compartió en redes sociales días antes del discurso, representa una reducción significativa en comparación a los niveles registrados durante el gobierno de su predecesor, Joe Biden, que en su último mes en el cargo fueron de 48.000. También es la más baja desde que el Departamento de Seguridad Nacional comenzó a reportar este dato desde el año 2000.
Mencionando la declaración de emergencia nacional en la frontera sur de Estados Unidos, Trump recordó que había desplegado “al ejército estadounidense y a la Patrulla Fronteriza para repeler la invasión de nuestro país. ¡Qué gran trabajo han hecho!”. Además, refiriéndose a los migrantes irregulares, señaló: “Escucharon mis palabras y decidieron no venir. De esa manera, es mucho más fácil”.
La promesa de erradicar la inmigración irregular y de deportar a “millones y millones” de migrantes ha estado presente en la agenda de Trump desde la campaña electoral que lo llevó a ganar la presidencia en noviembre de 2024.
En su primer día en el cargo, firmó múltiples decretos que apuntan en esa dirección. De hecho, desde ese momento, anunció el envío de "tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país", bajo el argumento de que se trata de una acción necesaria para “defender” a la nación “de amenazas”. "No tengo una mayor responsabilidad que la de defender a nuestro país de amenazas e invasiones y eso es exactamente lo que voy a hacer", señaló en enero.
“Es hora de que Estados Unidos libre una guerra contra los carteles”
La lucha contra los carteles del narcotráfico, que el Departamento de Estado de EE.UU. designó oficialmente como organizaciones terroristas el pasado 19 de febrero, también ha delineado la política exterior de Trump. Por lo que, como se preveía, los mencionó en su discurso de este martes. “Los carteles están librando una guerra en Estados Unidos, y es hora de que Estados Unidos les declare la guerra a los carteles, que es lo que estamos haciendo”, señaló.
También explicó que la designación de organizaciones terroristas permitirá que ahora “todos” los miembros de carteles en EE.UU. sean “detenidos y expulsados a la fuerza de nuestro país. O, si son demasiado peligrosos, encarcelados y sometidos a juicio en este país porque no los queremos de regreso”.
Pero, para lograrlo, se necesitan fondos. Por eso Trump anunció que envió al Congreso “una solicitud de financiación detallada, que establece exactamente cómo eliminaremos estas amenazas para proteger nuestra patria y completar la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”. Y anticipó que una vez el Legislativo apruebe el dinero, él la firmará “tan rápido que ni siquiera lo podrán creer”.
Haciendo referencia a que la semana pasada México extraditó a Estados Unidos a 29 de sus más notorios narcotraficantes dijo que era “debido a nuestras políticas arancelarias que se les impusieron”. “Piensen en esto: nos entregaron a 29 de los mayores líderes de los cárteles de su país. Eso nunca había sucedido antes. Quieren hacernos felices. Por primera vez en la historia. Pero necesitamos que México y Canadá hagan mucho más de lo que han hecho”.
Aranceles: “Tenemos grandes déficits con México y Canadá”
Siguiendo la retórica de las últimas semanas, y el mismo día en que entraron en vigor los aranceles del 25% para México y Canadá, Trump reiteró que sus vecinos tienen que “detener el flujo de fentanilo y drogas a los Estados Unidos. Lo van a detener”.
“Mucho se ha dicho en los últimos tres meses sobre México y Canadá, pero tenemos déficits muy grandes con ambos. Pero aún más importante, han permitido que el fentanilo ingrese a nuestro país en niveles nunca antes vistos, matando a cientos de miles de nuestros ciudadanos y a muchas personas”, sostuvo el presidente.
Y luego añadió que estos dos países “están recibiendo subsidios de cientos de miles de millones de dólares. Pagamos subsidios a Canadá y a México, tenemos cientos de miles de millones de dólares en Estados Unidos, ya no lo haremos más. Ya no lo vamos a hacer”.
Los comentarios de Trump sobre México y Canadá en su discurso ante el Congreso ocurrieron después de que el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, dijera hora antes que el mandatario "va a llegar a un acuerdo" sobre los aranceles.
"No va a ser una pausa... pero creo que él lo va a descifrar. Será algo como 'Haz más, y nos encontramos en un punto intermedio', y probablemente lo anunciaremos mañana (miércoles)”, señaló el funcionario. "Así que, en algún punto intermedio probablemente estará el resultado. El presidente está avanzando con los canadienses y los mexicanos, pero no hasta el final", dijo Lutnick a Fox Business.
“Ya hemos empezado” a recuperar el canal de Panamá
Los comentarios de Trump sobre “recuperar el control del canal de Panamá” protagonizaron titulares desde que planteó la idea por primera vez semanas antes de asumir como presidente. Un tema al que volvió a referirse en el discurso. “Para mejorar aún más nuestra seguridad nacional, mi administración recuperará el canal de Panamá, y ya hemos empezado a hacerlo”, sostuvo el mandatario.
Sus comentarios se refirieron a la adquisición que hará un consorcio estadounidense de la participación que tenía la compañía Hutchison de Hong Kong en este canal. “Hoy mismo, una gran empresa estadounidense anunció que comprará los dos puertos que rodean el canal de Panamá y muchas otras cosas relacionadas con el canal de Panamá y un par de canales más. El canal de Panamá fue construido por estadounidenses para estadounidenses, no para otros. Pero otros podrían usarlo”, insistió Trump.
Hutchinson anunció este martes que había vendido el 90% de sus acciones en Panama Ports Company (PPC) y otra serie de puertos a un grupo liderado por el gigante gestor de activos BlackRock por 19.000 millones de dólares, según un comunicado conjunto.
Durante su discurso el presidente reiteró que el canal de Panamá “se construyó a un enorme costo de sangre y tesoro estadounidenses” y fue “el más caro que se haya construido en la historia de nuestro país si lo llevamos a los costos actuales”.
Trump después dijo que el expresidente Jimmy Carter lo había “regalado por un dólar” y que el acuerdo entre EE.UU. y Panamá para la operación del canal “se ha violado gravemente”. “No se lo dimos a China, se lo dimos a Panamá, y lo estamos recuperando”, completó.
La construcción del canal empezó en 1904, luego de que Panamá y Estados Unidos firmaran un tratado en el que Washington obtenía a perpetuidad tierras y aguas para construir la vía interoceánica. Tras 10 años de construcción y una inversión de 380 millones de dólares de la época, se inauguró el 15 de agosto de 1914 con el cruce del vapor Ancón. Así, Washington estableció un enclave donde ondeaba la bandera estadounidense con bases militares, policías y justicia propias. Esto dio pie a décadas de reclamos panameños para reunificar el país y tomar el control de la vía.
Para la década de 1970, luego de un aumento drástico en sus costos administrativos, EE.UU. pasó años negociando con Panamá para ceder el control del canal. Hasta que, en 1977, el líder panameño Omar Torrijos y Carter firmaron dos tratados para traspasar el manejo del canal a Panamá. Sin embargo, eso se implementaría más de 20 años después: el 31 de diciembre de 1999. Es decir, hace solo 25 años, Panamá maneja este canal vital para el comercio global.