Hamás anunció este miércoles que alcanzó un acuerdo con el enviado de Estados Unidos para Oriente Medio, Steve Witkoff, sobre un marco general para el alto el fuego permanente en Gaza. Aunque el Gobierno de Israel evitó hacer comentarios oficiales, varios ministros criticaron la posibilidad de un acuerdo. Lo que se alinea con la postura que hasta ahora ha mantenido el propio primer ministro, Benjamín Netanyahu, de bloquear sistemáticamente cualquier intento de tregua desde que rompió la más reciente en marzo pasado.
“Hemos llegado a un acuerdo sobre un marco general con Witkoff que garantiza un alto el fuego permanente, la retirada total de las fuerzas de ocupación israelíes de Gaza y la entrada sin restricciones de ayuda humanitaria”, señaló el grupo de resistencia en un comunicado. Lo pactado, añadió, contempla la creación de un “comité profesional que gestione Gaza una vez que se declare el cese de hostilidades”.
Según los términos del acuerdo, Hamás se compromete a liberar a 10 rehenes israelíes con vida, así como los restos de los fallecidos. A cambio, Tel Aviv liberaría a un número pactado de prisioneros palestinos. El intercambio ocurriría bajo garantías de los países mediadores, según el comunicado.
"Estamos a punto de enviar un nuevo pliego de condiciones que esperamos se entregue hoy", declaró Witkoff este miércoles desde la Casa Blanca. "Tengo muy buenas sensaciones sobre la posibilidad de alcanzar una solución a largo plazo, un alto el fuego temporal y una resolución duradera y pacífica", añadió.

Las fuerzas israelíes mataron a 10 personas e hirieron a otras 62 al disparar contra palestinos durante entregas de ayuda humanitaria en un centro de distribución de Gaza. El enclave fue calificado por la ONU como “el lugar con más hambre del mundo”.
Además, Witkoff afirmó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, revisará la propuesta tras su entrega.
Según informó el Canal 12 israelí en la tarde de este jueves, la propuesta de Witkoff contempla que la liberación de los rehenes vivos y la entrega de 18 cuerpos se realizaría en dos tandas durante un período de una semana. A cambio, Tel Aviv se comprometería a una tregua de 60 días durante la cual se llevarían a cabo negociaciones para poner fin a la ofensiva.
El ejército israelí también se retiraría a las áreas en las que se encontraba antes del colapso del alto el fuego en marzo. De acuerdo la propuesta de Witkoff, Tel Aviv también se comprometería a permitir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza para que se distribuya a través de agencias de la ONU.
Reacciones desde Israel
El diario Yedioth Ahronoth citó a una fuente anónima que negó la existencia de un acuerdo con Hamás. En la misma línea, el Canal 12 israelí citó a otro funcionario, también sin identificar, que declaró: “No tenemos conocimiento de ningún acuerdo alcanzado entre Hamás y Estados Unidos”. Añadió que Tel Aviv y Washington han rechazado firmemente las recientes propuestas presentadas por Hamás.
En contraste, el medio público israelí KAN reportó que funcionarios israelíes que participan en las negociaciones indirectas con Hamás hablan de un “avance positivo” en las conversaciones. Según el canal, los funcionarios creen que los próximos días serán “extremadamente decisivos”.
Organizaciones de derechos humanos denuncian que el nuevo mecanismo de distribución de ayuda humanitaria elude las normas internacionales y le otorga a Israel un mayor control sobre quién vive y quién muere de hambre.
Sin embargo, ministros del Gobierno de Israel han expresado una fuerte oposición a la propuesta del enviado de Witkoff. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, de extrema derecha, expresó de inmediato su rechazo a la propuesta de alto el fuego, alegando que sería “una tabla de salvación para Hamás”.
"Sería absurdamente insensato liberar la presión ahora y firmar un acuerdo parcial con Hamás que le proporcionaría oxígeno y un salvavidas, permitiéndole recuperarse", declaró Smotrich. Y añadió: “No vamos a abandonar las zonas que hemos conquistado”.
La ministra de Asentamientos, Orit Strock, instó al primer ministro Benjamín Netanyahu a continuar la ofensiva en Gaza, señalando que Israel no debe “ceder” ahora.
Por su parte, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, expresó una oposición similar. “El primer ministro sabe cuál es mi línea roja, y sabe cuándo la cruza”, dijo, reiterando su rechazo absoluto a cualquier acuerdo que detenga la guerra en Gaza, incluso si es parcial. “Un acuerdo parcial es lo incorrecto”.
“Todos de una vez”
Hamás ha reiterado en varias ocasiones su disposición a liberar a todos los rehenes israelíes “de una sola vez” a cambio de un alto el fuego definitivo, el retiro del ejército israelí y la liberación de prisioneros palestinos.
Sin embargo, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ha rechazado esos términos. Exige el desarme de los grupos de resistencia palestinos y ha dado señales de que busca volver a ocupar Gaza.
Israel estima que aún quedan 58 rehenes israelíes en Gaza, de los cuales 20 estarían con vida.

Israel mantiene su ofensiva en Gaza tras 600 días de bombardeos y desplazamientos forzados que han matado a miles de palestinos y empujado a muchos más al borde de la hambruna. Mientras el mundo observa, el genocidio continúa.
En contraste, más de 10.100 palestinos permanecen detenidos en cárceles israelíes, en condiciones extremas que incluyen denuncias de tortura, desnutrición y negligencia médica, según organizaciones de derechos humanos palestinas e israelíes.
Tanto la oposición israelí como familiares de los rehenes han acusado a Netanyahu de prolongar la ofensiva para mantener el apoyo de sus socios de ultraderecha y conservar el poder.
Mientras tanto, las masacres continúan en Gaza. En los últimos 600 días, el ejército israelí ha matado a más de 54.200 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, y herido a cientos de miles.