Bombas, sangre, hambre y desesperación forman parte de las imágenes que aparecen a diario en los medios y las redes sociales sobre lo que ocurre en Gaza. Este miércoles se cumplen 600 días desde que Israel desató su brutal ofensiva, matando a casi 54.000 personas, aunque algunos estudios indican que la cifra podría ser mucho mayor. Una estadística desgarradora, acompañada por políticas sistemáticas para debilitar al pueblo palestino, forzarlo a abandonar sus hogares e intentar borrar su historia: todos estos elementos que constituyen un genocidio.
Pero este genocidio no empezó con los bombardeos actuales ni con el 7 de octubre de 2023. Es un proceso que comenzó hace 76 años, con la creación del estado de Israel y la Nakba –que en árabe significa catástrofe–, que obligó al desplazamiento forzado de millones de palestinos para ocupar su territorio, acompañado de matanzas indiscriminadas. Desde entonces, Tel Aviv ha sostenido un discurso que presenta a los palestinos como un “otro” conflictivo y peligroso.
Durante décadas, Israel ha extendido esta retórica mientras expandía su control sobre los territorios palestinos, hasta dividirlos entre la actual Cisjordania ocupada y Gaza, donde viven alrededor de 2,3 millones de personas. Es una de las zonas más densamente pobladas del mundo. Su política ha sido constantemente la del aislamiento geográfico y la migración forzada, una práctica que continúa hasta el día de hoy.
Desplazamiento forzado
Ahora, a diario, Israel ordena a los palestinos desplazarse dentro de Gaza ante los inminentes ataques. Al principio, tenían que abandonar sus hogares y buscar refugios en edificios como escuelas. La gran mayoría han tenido que desplazarse más de una vez, abandonando incluso las precarias tiendas de campaña en las que ahora intentan sobrevivir.
De hecho, este martes Israel emitió otra orden que abarca aproximadamente 155 kilómetros cuadrados en Rafah, Jan Yunis y el centro de Gaza, afectando a más de 60 vecindarios, informó el portavoz de la ONU Stéphane Dujarric. “Esto representa más del 40% de Gaza”, advirtió.
Bloqueo de ayuda humanitaria
El bloqueo total que Israel impuso a la entrada de ayuda humanitaria a Gaza comenzó el 2 de marzo. Se extendió por dos meses y medio, con más de dos millones de residentes enfrentando una grave escasez de alimentos, agua y medicinas.
La semana pasada, Tel Aviv prometió permitir el ingreso de 100 camiones con ayuda humanitaria. Sin embargo, esta cifra está muy lejos de las necesidades reales más básicas: el territorio necesita alrededor de 500 camiones de ayuda y 50 camiones de combustible diariamente, de acuerdo con la Oficina de Medios de Gaza.
En esta situación de hambre extrema y necesidades exacerbadas, cientos de palestinos se apresuraron este martes a buscar algo de comida en un centro de distribución de ayuda. En medio de la aglomeración en el lugar –que forma parte del polémico programa de ayuda Fundación Humanitaria de Gaza, respaldado por Estados Unidos- las fuerzas israelíes abrieron fuego, dejando a varios palestinos heridos.
Organizaciones de derechos humanos denuncian que el nuevo mecanismo de distribución de ayuda humanitaria elude las normas internacionales y le otorga a Israel un mayor control sobre quién vive y quién muere de hambre.
“Empezaron a dispararnos, y todos salieron corriendo. ¿Qué está pasando? Los estadounidenses nos prometieron esta ayuda, ¿entonces por qué nos están matando? La gente se está muriendo de hambre”, expresó desesperado un hombre tras el fuego que abrió Israel.
La presión internacional va en aumento sobre Tel Aviv para que levante el bloqueo y permita un acceso humanitario a gran escala. Las organizaciones de ayuda advierten que, si no se actúa de inmediato, las muertes por hambruna seguirán aumentando rápidamente. Una situación que contribuye al debilitamiento sistemático de la población palestina.
Más y más vidas perdidas
Mientras, las fuerzas israelíes continúan asesinando decenas de palestinos a diario mediante ataques con drones, bombardeos, disparos, a lo que se suma el hambre.
Hasta ahora, se han contabilizado 54.000 muertes, según el Ministerio de Salud de Gaza. Sin embargo, esta cifra ha sido motivo de debate, ya que diversos estudios apuntan que en realidad es muchísimo más alta. Un informe de la revista The Lancet estima que el número real de fallecimientos podría estar entre 77.000 y 109.000 gazatíes.
Los bombardeos se lanzan a cada hora. Al menos 16 palestinos murieron la mañana del miércoles en una serie de bombardeos israelíes en toda Gaza. Según la agencia oficial de noticias palestina Wafa, ocho personas fallecieron en un bombardeo sobre una casa en el barrio Al-Saftawi, al norte de la Ciudad de Gaza. Otras seis murieron en un ataque similar en una residencia de Deir al-Balah, en el centro del enclave, y dos más en Abasan, una localidad al este de Jan Yunis, en el sur.
La hambruna también ha cobrado numerosas vidas. Muchas personas, incluidos niños, han muerto por desnutrición. Las autoridades de Gaza ya han clasificado la situación como hambruna, pese a que evaluaciones internacionales alertaban que el territorio estaba en riesgo crítico.

Mientras se agrava la crisis humanitaria en Gaza, el ejército israelí atacó una escuela que funcionaba como refugio y mató a 31 personas, incluidos 18 niños. La ofensiva de Tel Aviv continúa, y con ella su plan de ocupar el 75% del enclave asediado.
Sin avances para tregua
La esperanza había tocado las puertas de las pocas casas que aún se mantenían en pie en enero, cuando se anunció un alto el fuego. Sin embargo, desde que Israel lo rompió en marzo, no hubo avances concretos.
De hecho, persiste la incertidumbre en torno al estado de un posible acuerdo de tregua e intercambio de rehenes israelíes en Gaza y prisioneros palestinos, luego de que el lunes se informara que Hamás había aceptado una propuesta negociada por Estados Unidos. No obstante, el propio enviado especial de Estados Unidos a Oriente Medio, Steve Witkoff, negó que hubiera avances.
Investigación por crímenes de guerra
La palabra genocidio comenzó a resonar desde enero de 2024, cuando la Corte Internacional de Justicia emitió un fallo preliminar en el que ordenó a Israel que tome “todas las medidas a su alcance” para prevenir acciones que podrían entrar dentro de la Convención sobre Genocidio.
Además, en noviembre de 2024 la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra Netanyahu y su exministro de Defensa Yoav Gallant por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en Gaza.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha rechazado cualquier acuerdo para terminar la ofensiva contra Gaza. En simultáneo, mantiene los bombardeos sobre el enclave, donde el sistema de salud está colapsado y cientos siguen muriendo.
Llaman a protesta global
A medida que la ofensiva se acerca a los 600 días, Hamás convocó a tres días de protestas en todo el mundo para presionar a Israel a poner fin al genocidio.
En un comunicado difundido el martes, el grupo de resistencia palestino pidió movilizaciones globales del 30 de mayo al 1 de junio, en rechazo al "crimen de genocidio y la inanición de nuestro pueblo, y en solidaridad con Gaza, Jerusalén y la bendita mezquita de Al Aqsa". Llamó a "escalar todas las formas de acción global, en las ciudades y plazas del mundo, contra la agresión, el genocidio y la inanición contra nuestro pueblo en Gaza".
Desde el comienzo de los ataques israelíes en octubre de 2023, miles de personas se han hecho oír en las calles, o han expresado su solidaridad con los palestinos. Sin embargo, las movilizaciones no han sido suficientes, mientras los líderes mundiales no toman iniciativas para presionar a Netanyahu.
Y es que a las matanzas se suman bombardeos que no solo se cobran vidas a diario, sino también destruyen lugares históricos y dejan en sus escombros la identidad y la cultura del pueblo palestino. Aún así, los palestinos resisten y buscan, como desde hace 75 años, mantener viva la memoria y el legado de su pueblo.
A 600 días de genocidio, sigue siendo clave la solidaridad, la comprensión y la conciencia de los bombardeos que vemos a diario en las pantallas, que representan familias destruidas y vidas que ya no serán. Así, cada día queda más claro que lo que ocurre en Gaza no es un conflicto aislado ni una guerra entre dos partes: solo la palabra genocidio puede describir lo que está sufriendo el pueblo palestino.