Israel pareció dar señales este jueves de destrabar las negociaciones para un alto el fuego en Gaza, al anunciar que aceptó una propuesta presentada por EE.UU., a la que Hamás le había dado luz verde el día anterior. Sin embargo, hay mucho en juego detrás de las palabras de Tel Aviv. Reportes han indicado que el Gobierno del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, añadió nuevas exigencias que el grupo de resistencia palestino ahora deberá revisar. Entre ellas, varias que no coinciden con los términos previamente acordados entre Hamás y EE.UU., y solo garantizarían una tregua de 60 días.
Hamás confirmó este miércoles que había “llegado a un acuerdo sobre un marco general con (el enviado de Estados Unidos para Oriente Medio) Steve Witkoff, que garantiza un alto el fuego permanente, la retirada total de las fuerzas de ocupación israelíes de Gaza y la entrada sin restricciones de ayuda humanitaria”. Pero la propuesta aceptada por Tel Aviv y que ahora revisa Hamás no contempla un cese del fuego permanente, en cambio, solo se compromete a negociaciones y una tregua temporal.
El grupo de resistencia palestino Hamás anunció que llegó a un acuerdo con Steve Witkoff, enviado de EE.UU. para Oriente Medio, sobre un marco general para el cese del fuego permanente en Gaza.
Según informó el periódico Times of Israel, el acuerdo planteado por Israel incluye una tregua de apenas 60 días, durante la cual Hamás liberaría a 10 rehenes israelíes con vida y entregaría los restos de otros 18. A cambio, Tel Aviv liberaría a 125 prisioneros palestinos condenados a cadena perpetua, a otros 1.111 palestinos capturados en Gaza, y entregaría los restos de 180 personas fallecidas. El plan también contempla la entrega inmediata de ayuda humanitaria a Gaza, coordinada por Naciones Unidas y la Media Luna Roja.
Durante los 60 días de la tregua, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, garantizaría personalmente que Israel cumpla con el acuerdo durante ese período. Desde el primer día se iniciarían conversaciones formales para la siguiente etapa, bajo la mediación de EE.UU., Egipto y Qatar. Sin embargo, brilla por su ausencia la condición del alto el fuego permanente, algo ineludible para Hamás.
Las expectativas ahora se centran en la respuesta formal del grupo de resistencia a la propuesta de Witkoff, que podría determinar la trayectoria de las conversaciones en los próximos días. Aún así, cabe destacar que durante el año y medio de genocidio en Gaza, Israel se ha caracterizado por obstaculizar los acuerdos de tregua y dilatar los procesos de negociación.

Israel mantiene su ofensiva en Gaza tras 600 días de bombardeos y desplazamientos forzados que han matado a miles de palestinos y empujado a muchos más al borde de la hambruna. Mientras el mundo observa, el genocidio continúa.
Los puntos clave de la propuesta que aceptó Israel
Según lo que reportaron los medios Times of Israel y Dropsite News, estos son los puntos principales del plan que Tel Aviv aceptó.
Alto el fuego de 60 días. La tregua comenzaría una vez que ambas partes la aprueben. Trump garantizaría personalmente que Tel Aviv cumpla con el acuerdo durante ese período.
Liberación de rehenes en dos fases. Hamás liberaría en dos etapas a 10 israelíes vivos y entregaría los restos de 18 fallecidos de la llamada “lista de 58”. La mitad de ese total se entregaría el día uno del acuerdo –cinco rehenes vivos y nueve fallecidos– y la otra mitad el día siete.
Acceso a ayuda humanitaria. Se facilitaría la entrada inmediata de ayuda a Gaza a través de canales acordados, que incluyen a la ONU y la Media Luna Roja. Estos envíos continuarían durante toda la tregua.
Suspensión de operaciones militares israelíes. Israel cesaría todas las acciones relacionadas con su ofensiva. Los vuelos de vigilancia y operaciones aéreas se suspenderían por 10 horas diarias, y por 12 horas los días de intercambio de prisioneros.
Repliegue de tropas israelíes. El movimiento de tropas comenzaría el primer día, tras la liberación de los rehenes israelíes por parte de Hamás, en el norte de Gaza y el corredor de Netzarim. Continuaría el séptimo día en el sur, de acuerdo con necesidades humanitarias y mapas a definir. Equipos técnicos determinarían los límites definitivos del repliegue.
Negociaciones hacia un alto el fuego permanente. Desde el primer día se iniciarían conversaciones formales, bajo la mediación de Estados Unidos, Egipto y Qatar. Se discutiría el intercambio final de prisioneros, la retirada del ejército israelí y el futuro de Gaza, es decir, la etapa del “día después”. El objetivo es alcanzar un acuerdo permanente al final de los 60 días.
Compromiso presidencial. La administración del presidente Trump se compromete a respaldar todo el proceso, señalando que un alto el fuego exitoso debe conducir a una solución duradera.
Condiciones para la liberación de prisioneros. Israel liberaría a 125 palestinos condenados a cadena perpetua y a otros 1.111 arrestados tras el 7 de octubre de 2023. A cambio de los 18 israelíes fallecidos, entregaría los restos de 180 palestinos. La liberación se haría en dos tandas: el día uno y el día siete, sin actos públicos.
Transparencia mutua. Para el décimo día, Hamás deberá presentar pruebas de vida o fallecimiento de los rehenes restantes. Israel, por su parte, entregará datos completos sobre detenidos y fallecidos palestinos desde el 7 de octubre. Hamás garantizará el bienestar de los rehenes durante toda la tregua.
Rehenes restantes. Si se alcanza un acuerdo permanente antes del día 60, todos los rehenes de la “lista de 58” serán liberados. Si las negociaciones siguen en marcha, la tregua podría extenderse bajo condiciones pactadas.
Garantías internacionales. Estados Unidos, Qatar y Egipto actuarían como garantes del alto el fuego y del proceso de negociación para asegurar que ambas partes se comprometan de forma seria y avancen hacia un acuerdo vinculante.
Supervisión del enviado. Steve Witkoff viajaría a la región para encabezar las negociaciones y cerrar los detalles del acuerdo.
Anuncio presidencial. El presidente Trump anunciaría personalmente el inicio del alto el fuego y se mantendría involucrado hasta alcanzar un acuerdo final.
¿Qué pasó durante el alto el fuego anterior?
El 19 de enero, la esperanza y las celebraciones se extendieron por Gaza cuando Israel y Hamás firmaron un acuerdo de alto el fuego que prometía terminar con la ofensiva israelí.
Ese acuerdo contemplaba tres fases. En las primeras seis semanas, Hamás liberó a 25 rehenes israelíes y entregó los cuerpos de ocho más, a cambio de casi 2.000 prisioneros palestinos.
Durante este periodo debían avanzar las negociaciones para que, en la segunda fase, el resto de los rehenes fueran liberados, incluidos los soldados hombres, mientras que las fuerzas israelíes se retirarán completamente de Gaza. En la tercera, comenzaría un importante plan de reconstrucción para el enclave.
Sin embargo, el acuerdo se encontró con un obstáculo: la negativa de Tel Aviv para avanzar a la segunda fase. Por eso, Hamás acusa al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de sabotear las negociaciones. El grupo de resistencia reiteró su compromiso con lo pactado durante varios días y señaló a Tel Aviv de intentar obstaculizar la liberación de prisioneros.
Así, a inicios de marzo, Tel Aviv reanudó su ofensiva, escudándose en la presunta “falta de avances en las negociaciones para extender el alto el fuego”.
Ehud Olmert, quien fue primer ministro de Israel entre 2006 y 2009, afirmó que Tel Aviv está matando a civiles en Gaza de forma indiscriminada, sin límites, con crueldad y de manera criminal.
Hambre, bombas y órdenes de evacuación
Mientras Israel continúa retrasando la firma de un acuerdo de tregua, en Gaza los palestinos intentan sobrevivir bajo condiciones extremas. Decenas de palestinos mueren a diario, además de sufrir hambre y verse obligados a desplazarse una y otra vez debido a las órdenes de evacuación.
En la madrugada de este viernes, bombardeos israelíes mataron al menos 13 palestinos murieron y varios más resultaron heridos. Los ataques ocurrieron en una casa familiar en Yabalia al-Nazla, así como sobre tiendas de campaña donde se refugiaban palestinos y también un vehículo en Jan Yunis.
El jueves, 67 palestinos murieron bajo fuego israelí, tras ataques sobre el campo de refugiados de Bureij, casas familiares en Yabalia, así como en Shejaiya y varias partes de la Ciudad de Gaza.
Además de los ataques, Israel impuso un bloqueo total a la entrada de ayuda humanitaria en el enclave desde el 2 de marzo. Esta semana, ante presiones internacionales, levantó parcialmente esa restricción para permitir entregas organizadas por la polémica Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Estados Unidos e Israel.
Este jueves, testigos en Gaza describieron el caos en los puntos de distribución de alimentos, que se desató nuevamente este jueves, cuando decenas de miles de palestinos desesperados y acosados por el hambre intentaron conseguir comida.
En medio de la devastación provocada por el hambre y la falta de organización, entre el martes y el miércoles, el ejército israelí mató a 10 palestinos e hirió a otros 62 cerca de un centro de distribución de ayuda humanitaria, indicó la Oficina de Prensa de Gaza.

Las fuerzas israelíes mataron a 10 personas e hirieron a otras 62 al disparar contra palestinos durante entregas de ayuda humanitaria en un centro de distribución de Gaza. El enclave fue calificado por la ONU como “el lugar con más hambre del mundo”.
La ubicación estratégica de la distribución de ayuda a palestinos
Los puntos de distribución están ubicados en el sur del enclave, lo que no es casual. Coincide con los planes militares de Netanyahu de expandir y consolidar su ocupación de Gaza bajo la llamada "Operación Carros de Gedeón". Por ahora, solo se ha distribuido ayuda humanitaria en el sur del enclave, y los civiles deben caminar kilómetros para conseguir algo de asistencia. En este contexto, el ejército israelí ordenó el jueves a los palestinos del norte de Gaza evacuar hacia el oeste. Aseguró que intensificará las operaciones militares en esa zona e instó a los residentes a abandonar el área de inmediato.
Desde que comenzó la ofensiva, hace casi 19 meses, Israel ha matado a 54.200 palestinos, en su mayoría mujeres y niños. Las agencias humanitarias han advertido sobre el riesgo de hambruna entre los más de dos millones de habitantes del enclave.