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La élite de Nueva York se une para detener el meteórico crecimiento político de Mamdani
Los sectores influyentes de Nueva York se mueven rápido para frenar el impulso de Zohran Mamdani, el joven musulmán que, tras ganar las primarias demócratas, pone en jaque el control de la alcaldía.
La élite de Nueva York se une para detener el meteórico crecimiento político de Mamdani
Zohran Mamdani sacudió a la clase política estadounidense el martes al derrotar de forma aplastante al exgobernador Andrew Cuomo. / Reuters
hace 4 horas

Nueva York vive un giro político inesperado. Zohran Mamdani, activista comunitario, socialista y musulmán, ha irrumpido con fuerza en la escena electoral, desafiando a la élite que durante años ha mantenido el control de la alcandía. Su inesperado ascenso ha encendido las alarmas entre los más poderosos, que ahora se organizan para frenar su impulso y asegurar la continuidad del actual alcalde, Eric Adams, demócrata con amplia trayectoria, que busca su reelección como independiente.

Las propuestas de Mamdani, como impuestos más altos para los más ricos o la  congelación del precio de los alquileres, han generado inquietud en Wall Street y entre la clase alta neoyorquina.

Mientras el arco político estadounidense completo observaba con incredulidad los resultados de las primarias del Partido Demócrata, Mamdani regresaba al barrio popular de Queens. 

Pocas horas pasaron hasta que los inversionistas más influyentes de la ciudad comenzaron a planificar una contraofensiva.

Según el periódico estadounidense The New York Times, un grupo de multimillonarios, inversores de fondos de cobertura y magnates corporativos se reunió con el actual alcalde Adams en el Bajo Manhattan para trazar estrategias que fortalezcan su campaña de reelección y detengan el avance de Mamdani.

Entre los presentes destacaban el multimillonario Daniel S. Loeb, el inversor del sector aeronáutico Rob Wiesenthal, el corredor de bienes raíces Michael Lorber, el empresario de criptomonedas Shayne Coplan y el magnate inmobiliario Meyer Orbach.

Una fuente describió el humor de los presentes como “apremiante”, mientras se evaluaban campañas publicitarias masivas y distintas opciones legales para bloquear el avance de Mamdani.

Horas más tarde, Adams pronunció un discurso desde los escalones de la alcaldía, en el que planteó las bases de su campaña electoral, prometiendo un liderazgo “experimentado” frente a uno “con pocos recursos”.

“Esta elección es una elección entre un candidato con manos de trabajo y uno con cuchara de plata. Una elección entre uñas sucias y uñas cuidadas”, indicó.

Multimillonarios preparan la estrategia

Previamente, Loeb, aliado histórico de Adams, había expresado su alarma en redes sociales con el mensaje: “Oficialmente, es un verano comunista caliente”.

Scott Rechler, CEO de RXR, aseguró al Times que apoyaría a Adams si la contienda se redujera a Mamdani y al alcalde actual, que recientemente quedó involucrado en varios escándalos.

“Se busca un liderazgo que represente lo que es Nueva York”, declaró. “Y es la capital del capitalismo”, enfatizó.

Bill Ackman, multimillonario gestor de fondos, reveló en la red social X que estudia todas las vías legales posibles para impedir que Mamdani gane la alcaldía.

“Hay cientos de millones disponibles para apoyar a un competidor que pueda movilizarse de la noche a la mañana —créame, estoy en los chats y grupos de WhatsApp— para que un gran candidato alternativo no pierda tiempo recaudando fondos”, afirmó.

John Catsimatidis, magnate del sector de supermercados, advirtió en su programa de radio que, ante la posibilidad de un alcalde que apoye la congelación de alquileres y tiendas municipales, podría vender o franquiciar sus tiendas Gristedes en lugar de operar si Mamdani estuviera al frente la alcaldía.

Además, figuras ampliamente conocidas como Reed Hastings, Barry Diller, Alice Walton, Ken Griffin, William Lauder y Steven Roth han manifestado preocupaciones similares en llamadas con donantes, según fuentes cercanas.

En conjunto, tienen disponibles fondos mucho más grandes que cualquier candidato de Nueva York puede recaudar a través de fondos públicos.

Para el equipo de Mamdani, esta reacción es un reflejo del giro radical que ha tomado la contienda.

“Tienen miedo de que les aumentemos un poco los impuestos para financiar una agenda que reduzca costos y mejore la calidad de vida para todos los demás”, dijo Andrew Epstein, portavoz de su campaña.

El desafío de Mamdani

Hijo de padres del sur de Asia y criado en Nueva York, Mamdani comenzó organizando a inquilinos en riesgo de desalojo y liderando huelgas de conductores de transporte compartido.

En sus actos de campaña, ha destacado que muchas familias destinan la mayor parte de sus ingresos solo para mantener un techo, y que la esperanza de vida puede variar según un simple viaje en metro.

Su estilo directo, que combina cifras, selfies y bromas en inglés, urdu y suajili, ha viralizado sus discursos.

Tras las primarias demócratas, su próximo reto será la elección general, donde podría enfrentar un escenario bastante concurrido: Adams compitiendo como independiente, y Curtis Sliwa, el republicano y fundador de Guardian Angels, entre otros. También podría presentarse el exgobernador Andrew Cuomo, debilitado tras su derrota en las primarias, pero que aún no decide si se postulará como independiente.

Una batalla desigual

Consultores confirmaron que ya se preparan campañas negativas para debilitar la imagen de Mamdani. Un estratega cercano a Adams anticipó que esta será “más dura que todo lo que vimos contra Alexandria Ocasio-Cortez” en 2018, cuando derrotó al congresista Joe Crowley.

Además, la respuesta en redes sociales se ha tornado cada vez más agresiva. Organizaciones de derechos civiles denunciaron cientos de publicaciones islamófobas en X, algunas comparando la ascensión de Mamdani con los ataques del 11-S.

Asimismo, las agresiones personales se han intensificado, aunque el joven candidato asegura estar acostumbrado. “Recibo mensajes que dicen que el único buen musulmán es un musulmán muerto. He recibido amenazas contra mi vida y la de mis seres queridos”, contó la semana pasada con voz entrecortada.

Sus colaboradores aseguran que estos ataques han reforzado su determinación. La campaña reporta miles de activistas tocando puertas y donaciones promedio modestas, cifras que la Junta de Financiamiento de Campañas de la ciudad verificará en los próximos meses.

Veteranos políticos comparan la contienda con un barco pequeño, como un remolcador, enfrentándose a un gigante, como un transatlántico.

La campaña de Mamdani apunta hacia el voto del neoyorquino de clase media, comerciantes preocupados por la inseguridad, jubilados temerosos por sus pensiones y una prensa ávida de escándalos. Del otro lado, sus rivales cuentan con fortunas que podrían financiar prácticamente a un país entero.

Con todo, los seguidores de Mamdani —una mezcla de jóvenes, organizadores experimentados, voluntarios primerizos y fervientes partidarios del distrito— se preparan con cautela para una larga batalla.

Más allá de su sorpresiva victoria en las primarias, la juventud y la clase trabajadora de Nueva York conocen la magnitud del desafío que enfrenta su candidato: un socialista democrático musulmán de 33 años, listo para desafiar una de las estructuras de poder más arraigadas en la política estadounidense.

Mamdani les envía un mensaje claro: “La esperanza, en esta ciudad, es justa. Esto es el amanecer de algo nuevo”.


FUENTE:TRT Español y agencias
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