El profesor y científico de la Universidad de Boston, Nathan Phillips, comenzó una huelga de hambre el 15 de abril en protesta por la represión en su institución y la detención de Rumeysa Ozturk, una estudiante turca arrestada por el Departamento de Inmigración de EE. UU.
Phillips denunció que su universidad retiró en varias ocasiones un cartel en su oficina que pedía la liberación de Rumeysa y cumplió su promesa: si lo quitaban nuevamente, dejaría de comer.
Rumeysa, becaria Fulbright y estudiante de doctorado en Tufts, fue detenida sin que se dieran explicaciones claras sobre su arresto. El propio juez del caso reconoció que su detención parece ser una represalia por ejercer su derecho a la libertad de expresión, protegido por la Constitución de EE. UU.
Phillips no solo protesta por el caso de Rumeysa, sino también por otros estudiantes perseguidos, como Mahmoud Khalil y Mohsen Mahdawi. "Lo que le hacen a ellos, también nos lo hacen a todos", declaró. Su huelga continúa, con un mensaje claro: defender la libertad de pensamiento, el derecho a disentir y frenar la criminalización de quienes alzan la voz por Palestina.