GENOCIDIO EN GAZA
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Trabajadores humanitarios en fosas comunes: la brutalidad israelí en Gaza no perdona a nadie
Los trabajadores humanitarios están entre las personas protegidas por el derecho internacional, y el asesinato de 15 de ellos por parte de Israel en el enclave asediado constituye un crimen de guerra según los Convenios de Ginebra.
Trabajadores humanitarios en fosas comunes: la brutalidad israelí en Gaza no perdona a nadie
Atacar a los trabajadores de ayuda no solo es una violación del derecho internacional, sino que también podría constituir un crimen de guerra, especialmente cuando forma parte de un patrón sistemático, uno que lamentablemente es evidente en la repetida agresión al personal humanitario por parte de las fuerzas israelíes / TRT Global
5 de abril de 2025

A finales de marzo, cuando Israel lanzó una nueva ofensiva terrestre en Rafah, un equipo de socorristas se movilizó con urgencia hacia la línea de fuego para salvar vidas. Nueve trabajadores de la Cruz Roja Palestina (PRCS) y seis rescatistas de la Defensa Civil fueron desplegados, pero, antes de llegar a su destino, se perdió todo contacto con ellos.

Pese a los esfuerzos desesperados de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), el acceso al lugar fue bloqueado durante cinco días.

Días después, se descubrió una fosa común cerca del sitio. En su interior, yacen los cuerpos de ocho miembros de la PRCS, seis de la Defensa Civil y un trabajador de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA). Un integrante de la PRCS sigue desaparecido.

Cuando finalmente los equipos de la ONU lograron acceder al lugar, se toparon con un escenario devastador. “Las ambulancias, el vehículo de la ONU y el camión de bomberos habían sido aplastados y parcialmente enterrados. Tras horas de excavación, recuperamos un cuerpo: un trabajador de la Defensa Civil bajo su camión de bomberos”, relató Jonathan Whittall, jefe de OCHA en el Territorio Palestino Ocupado.

“El primer día del Eid, regresamos y recuperamos los cuerpos enterrados de 8 de la PRCS, 6 de la Defensa Civil y 1 miembro del personal de la ONU. Fueron asesinados con sus uniformes puestos. Conducían vehículos claramente identificados. Llevaban guantes. Iban camino a salvar vidas. Esto nunca debió haber ocurrido”, añadió.

El incidente es una clara violación del derecho internacional humanitario, según Alper Kucuk, director general de Asuntos Internacionales y Migración de la Media Luna Roja Turca y presidente de Sphere Standards.

“La acción humanitaria y quienes la llevan a cabo están claramente protegidos por el derecho internacional humanitario. Los Convenios de Ginebra y sus Protocolos Adicionales amparan y exigen respeto por los trabajadores humanitarios y sus misiones”, explicó a TRT World.

Desde la Media Luna Roja Turca manifestaron su indignación. “Estamos consternados por el asesinato de nuestros colegas de la PRCS, así como de otros organismos humanitarios. Respondían a una emergencia, intentaban salvar vidas, cuando fueron atacados. Desaparecieron. Tras días de silencio, sus cuerpos fueron hallados en una fosa común, junto a trabajadores de la Defensa Civil y de la ONU. Este es el nivel de amenaza al que nos enfrentamos”.

Asesinato de personas protegidas

El personal humanitario está protegido por el derecho internacional humanitario, especialmente por los Convenios de Ginebra.


Los trabajadores humanitarios que operan con agencias de la ONU, ONG y el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja están reconocidos como personas protegidas y no deben ser blanco de ninguna de las partes en un conflicto.

En 2003, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la Resolución 1.502, que refuerza las protecciones para el personal humanitario y clasifica los ataques contra ellos como crímenes de guerra.

Atacar a trabajadores humanitarios no solo representa una violación del derecho internacional, sino que también podría constituir un crimen de guerra, especialmente cuando forma parte de un patrón sistemático, como el que tristemente se ha hecho evidente en la reiterada agresión a personal humanitario por parte de las fuerzas israelíes.

Desde el 7 de octubre de 2023, más de 50.500 personas han sido asesinadas en Gaza. Al menos 408 eran trabajadores humanitarios, muertos a manos de Israel. Solo en los primeros tres meses de 2025, el ejército israelí ha estado implicado en múltiples incidentes que evidencian el desprecio por las normas del derecho internacional.

En enero, el Programa Mundial de Alimentos (WFP) informó que las fuerzas israelíes dispararon al menos 16 veces contra uno de sus convoyes de ayuda.

El 19 de marzo, la ONU denunció que sus instalaciones en Deir al-Balah fueron atacadas por fuerzas israelíes, matando a un miembro búlgaro del personal y dejando a otros seis gravemente heridos, todos del Servicio de Acción contra Minas de la ONU. Tras el ataque, la ONU retiró al 30 % de su personal internacional de Gaza y exigió una investigación independiente. Israel negó su responsabilidad.

El 27 de marzo, World Central Kitchen informó que las fuerzas israelíes atacaron uno de sus puntos de distribución de alimentos durante la hora de comida, matando a un voluntario e hiriendo a otros seis.

Consultado sobre los mayores desafíos que enfrentan los equipos humanitarios en terreno, Alper Kucuk, director general de Asuntos Internacionales y Migración de la Media Luna Roja Turca, señala la falta de acceso: “El mayor desafío es llegar a quienes necesitan ayuda”.

Kucuk subraya que la Media Luna Roja Turca cuenta con el firme respaldo de sus donantes, del pueblo turco, del gobierno, de la sociedad civil y de socios internacionales, todos movilizados en apoyo a Gaza.
“Tenemos la capacidad de responder, pero estos ataques a nuestras misiones lo impiden.
Ese es el problema central, y está directamente relacionado con la situación de seguridad”, añade.

Como la mayor red humanitaria del mundo, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) desempeña un papel clave en la entrega de ayuda al enclave palestino asediado. Presente en 192 países, la IFRC está protegida por el derecho internacional humanitario.

Gaza: la fosa común más grande del mundo

Desde 2007, Israel mantiene un férreo bloqueo sobre Gaza, que impide acceder al enclave sin atravesar estrictos controles israelíes. Tras los ataques del 7 de octubre de 2023, Tel Aviv impuso un "asedio total", cortando el suministro de gas, electricidad, alimentos y medicinas. La Franja quedó así sumida en una crisis humanitaria extrema, completamente dependiente de la ayuda internacional.

Sin embargo, incluso esa asistencia encuentra obstáculos. Muchos cargamentos logran llegar a Egipto, pero no entran a Gaza porque Israel bloquea su ingreso. En otras ocasiones, las autoridades israelíes modifican arbitrariamente las reglas fronterizas, permitiendo el paso solo cuando lo deciden.

La situación ha alcanzado niveles alarmantes. Esta semana, la ONU informó que los ataques contra personal humanitario se encuentran en niveles “sin precedentes”, calificando a 2024 como el “peor año registrado” para estos trabajadores.

“Según los datos disponibles, 2024 fue el peor año del que se tiene constancia, con 377 trabajadores humanitarios asesinados en 20 países. Esto representa casi 100 muertes más que en 2023, un año que ya había registrado un aumento del 137 % respecto a 2022”, dijo Joyce Msuya, secretaria general adjunta de Asuntos Humanitarios y coordinadora adjunta de ayuda de emergencia, ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

Msuya también reveló que vehículos humanitarios claramente identificados han sido encontrados “destruidos y aplastados”, y que el equipo de OCHA fue testigo directo de civiles abatidos mientras intentaban huir.

Horas antes, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, también se dirigió al Consejo de Seguridad, alertando sobre “un alto y creciente riesgo” de que se estén cometiendo crímenes atroces en el Territorio Palestino Ocupado.

“Estoy profundamente consternado por el reciente asesinato de 15 trabajadores médicos y humanitarios, lo que aumenta las preocupaciones sobre la posible comisión de crímenes de guerra por parte del ejército israelí”, expresó Türk.

A estas denuncias se sumó Alper Kucuk, director general de la Media Luna Roja Turca, quien trazó un panorama devastador: “Gaza se ha convertido en la fosa común más grande del mundo. Con ataques sistemáticos. Cada minuto, cada segundo, somos testigos de una nueva violación del derecho internacional humanitario”, afirmó.
“Estos crímenes hacen prácticamente imposible que podamos brindar asistencia vital a quienes más la necesitan. Ese es nuestro mayor desafío. Hacemos un llamado urgente para que se detengan los asesinatos y podamos continuar nuestra misión”, agregó.

De acuerdo con el Ministerio de Salud palestino en Gaza, desde el 1 de marzo, más de 1.200 personas han sido asesinadas por ataques israelíes, entre ellas al menos 320 niños. Los bombardeos continúan afectando viviendas, hospitales, escuelas y campamentos, incluso en zonas donde previamente se había ordenado a la población desplazarse.


FUENTE:TRT World
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