El intenso intercambio de ataques entre Israel e Irán, la guerra de Rusia y Ucrania que sigue sin una tregua y las tensiones comerciales globales por el aumento de aranceles: esta es la tríada de desafíos que se cierne sobre la cumbre del grupo G7 en Canadá.
Los jefes de Estado y de Gobierno de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido —miembros permanentes del foro— llegaron desde este domingo para la reunión anual del grupo, que se extenderá hasta el martes. A ellos se suman los presidentes de México, Brasil, Ucrania, Corea del Sur y Sudáfrica, junto con los primeros ministros de Australia e India. La Unión Europea asiste como “miembro no enumerado”, con voz en las discusiones. Por su parte, Rusia continúa suspendida del foro desde 2014 tras la anexión de Crimea.
Y la agenda promete ser intensa. Bajo el liderazgo del primer ministro canadiense Mark Carney, el anfitrión, se han establecido como ejes prioritarios de la cumbre el fortalecimiento de la paz, la seguridad energética, la transición digital y la cooperación con el sector privado para impulsar inversiones en infraestructura y desarrollo económico. Sin embargo, la escalada en Oriente Medio ha abierto un nuevo foco de atención.
Tensión en Oriente Medio, en el centro de la agenda
Los ataques que intercambian Tel Aviv y Teherán desde el pasado viernes irrumpió como uno de los temas más urgentes y delicados en esta cumbre. El conflicto, que ya entra a su cuarto día, ha puesto en alerta máxima a la comunidad internacional. Israel ha intensificado su ofensiva con ataques dirigidos a instalaciones nucleares y otras infraestructuras estratégicas iraníes, mientras Teherán responde con represalias que incluyen misiles sobre territorio israelí. En medio, se dispara el riesgo de un enfrentamiento abierto que podría involucrar a toda la región.
Esta crisis ha agregado una capa crítica a la agenda del G7, obligando a los líderes a abordar la cuestión con máxima urgencia. Fuentes diplomáticas dijeron a la agencia de noticias AFP que Canadá está sondeando a varios países para hacer una declaración conjunta ante el conflicto que envuelve a Israel e Irán.
Dicha declaración podría pedir a las partes reducir la tensión o respaldar a Israel en nombre de su "derecho a defenderse" frente al programa nuclear de Irán, a quien los occidentales acusan de querer dotarse de armas nucleares. Teherán ha negado estas acusaciones reiteradamente.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, reiteró en declaraciones recientes el apoyo de Washington a la “defensa” de Tel Aviv, y confirmó que se usaron armas estadounidenses en los ataques israelíes. Sin embargo, este domingo sacó la carta de un posible alto el fuego al señalar que tenía “esperanza” de que Israel e Irán puedan llegar eventualmente a un acuerdo. Aunque mencionó que, en ocasiones, los países “tienen que pelear primero”.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo a la prensa que habló con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, antes de la cumbre. "Por supuesto, creo que una solución negociada es, a largo plazo, la mejor solución", dijo Von der Leyen, sin pedir un alto al fuego inmediato.
Japón, que ha mantenido históricas relaciones diplomáticas con Irán, calificó los ataques de Tel Aviv como “profundamente lamentables”. Mientras tanto, otras naciones europeas han adoptado un discurso más precavido, llamando a la contención y pidiendo a Teherán reanudar los diálogos nucleares con Washington.
Justamente, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, pidió moderación e instó a retomar las negociaciones que este domingo debían continuar con su sexta ronda.
Canadá y Estados Unidos, una relación económica en juego
Como anfitrión de la cumbre y líder de Canadá, uno de los países más impactados por los aranceles de Trump, el primer ministro Carney, tendrá un cara a cara con su homólogo de Estados Unidos. Ambos mandatarios llevan semanas negociando una nueva relación comercial que redefina los vínculos bilaterales tras décadas de integración creciente, especialmente en sectores clave como el automotor.
El año pasado, el comercio bilateral de bienes y servicios entre los dos países, que junto con México integran el ahora llamado T-MEC, ascendió a 904.200 millones de dólares estadounidenses. De esta cifra, 762.100 millones de dólares estadounidenses fueron comercio de bienes.
Por eso, los aranceles que Trump ha impuesto a Canadá son especialmente problemáticos para Ottawa: un 25% a todos los productos no incluidos en el T-MEC; un 10% al petróleo y gas; un 25% al acero y aluminio, y un 25 % al sector del automóvil para los vehículos no considerados.
Además, el Fondo Monetario Internacional recortó en 0,6 puntos el crecimiento económico de Canadá en 2025, para dejarlo en 1,4%, por el impacto de la guerra comercial.
Sheinbaum confirma su participación y apunta a una reunión con Trump
En la misma línea, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó la semana pasada su asistencia a la cumbre del G7, donde anticipó la posibilidad de mantener una reunión bilateral con Trump. Los mandatarios no se han reunido desde que asumieron sus respectivos cargos —Trump en enero de este año y Sheinbaum en octubre de 2024—, lo que convierte el posible encuentro en un momento clave para la relación bilateral.
“Es muy probable que sí nos reunamos con el presidente Trump. Las reuniones son el martes, el martes es la reunión del G7 y además son las reuniones bilaterales”, declaró Sheinbaum durante su conferencia de prensa matutina. En la agenda del encuentro podrían figurar temas sensibles como los flujos migratorios y las recientes fricciones comerciales entre México y Estados Unidos.
La mandataria añadió que durante la reunión que sostuvo el miércoles pasado con el subsecretario de Estado de EE.UU., Christopher Landau, le planteó que uno de los temas que le gustaría abordar con Trump en el evento en Canadá es el reconocimiento a la comunidad mexicana que vive en territorio estadounidense.
“Nosotros lo que queremos es el reconocimiento de la comunidad mexicana. Del trabajo honesto, noble que hacen todos los latinos, todos los migrantes, pero a nosotros nos corresponde la comunidad mexicana”, señaló.
Sheinbaum y Landau se reunieron el miércoles en medio de la tensión entre México y Estados Unidos debido a los recientes señalamientos de la secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, Kristi Noem, quien acusó a Sheinbaum de incitar las protestas en Los Ángeles, ciudad con la mayor comunidad mexicana en el extranjero, algo rechazado como "absolutamente" falso por la mandataria.
Lula también acudirá a la reunión del G7
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó su presencia en la cumbre, en lo que será su primer encuentro cara a cara con Trump en un foro internacional. Lula ha sido uno de los líderes latinoamericanos más críticos con el mandatario estadounidense, especialmente por sus políticas migratorias y arancelarias.
Según una nota oficial divulgada por la Presidencia brasileña, Lula agradeció en una conversación telefónica la invitación de Carney a esa cumbre y le indicó algunos de los asuntos de la agenda en los que considera que Brasil puede dar una "contribución positiva". En ese sentido, la nota puntualizó la seguridad energética, los minerales críticos, asuntos de financiación, innovación y tecnología e Inteligencia Artificial (IA).
Asimismo, Lula y Carney acordaron mantener una reunión bilateral en el marco de la cumbre del G7, en la que analizarán tanto la relación entre ambos países como asuntos globales en los que existe "convergencia", como la defensa del multilateralismo, la democracia y el libre comercio.
Zelenskyy, en la cumbre
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, también se encuentra entre los invitados a la cumbre y espera hablar con Trump, que busca a su vez empujar a Ucrania a un acuerdo de tregua rápido con Rusia, por ahora sin éxito.
Trump habló el sábado por teléfono con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, tanto sobre el conflicto Israel-Irán como sobre Ucrania.
¿Qué es el G7?
El Grupo de los Siete (G7) es un foro político y económico intergubernamental conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido. Sus miembros son considerados actores clave a nivel global por su peso político, económico y militar.
El G7 funciona como una alianza estratégica entre países con capacidades nacionales comparables, sin una alineación ideológica rígida, y con el objetivo de coordinar políticas comunes y establecer mecanismos técnicos de cooperación para afrontar desafíos globales.