GENOCIDIO EN GAZA
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El gran “negocio” del genocidio en Gaza: más de 60 empresas se han lucrado de la ofensiva israelí
Un reciente informe de la ONU expone cómo empresas de armas, tecnología, construcción, finanzas y hasta educación se han beneficiado de la larga ocupación israelí en Cisjordania ocupada y del actual genocidio palestino en Gaza.
El gran “negocio” del genocidio en Gaza: más de 60 empresas se han lucrado de la ofensiva israelí
El informe de Albanese detalla la transformación de Israel en una potencia tecnológica global. / AA
hace 13 horas

“Mientras la vida en Gaza es aniquilada y Cisjordania ocupada está bajo un ataque cada vez mayor, este informe revela por qué continúa el genocidio de Israel: porque es lucrativo para muchos”. Así, la relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, expone el entramado de más de 60 empresas –incluyendo grandes nombres como Amazon, Microsoft y Caterpillar– que se han beneficiado del sufrimiento de los palestinos a manos de Tel Aviv.

En su más reciente reporte, presentado este jueves ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, Albanese detalla que compañías de sectores tan diversos como la defensa, la tecnología, la construcción, las finanzas y hasta la educación están "financieramente vinculadas al apartheid y al militarismo de Israel".

En esa línea, la investigación advierte que “estas empresas no solo facilitan la violencia, sino que se enriquecen a costa de la destrucción sistemática del pueblo palestino”. El reporte, que se basó en más de 200 aportes provenientes de gobiernos, organizaciones de derechos humanos, académicos y hasta las propias empresas, no solo exige el fin de los vínculos comerciales con Israel, sino que reclama que los responsables empresariales rindan cuentas ante la justicia internacional por posibles crímenes contra el derecho humanitario y los derechos humanos.

“Un campo de pruebas ideal para los fabricantes de armas”

De hecho, el informe indica que la “ocupación permanente se ha convertido en el campo de pruebas ideal para los fabricantes de armas y las grandes tecnológicas... mientras que los inversores y las instituciones privadas y públicas se benefician libremente". Según se detalla, las reiteradas campañas militares han permitido poner a prueba  plataformas de defensa aérea, drones, herramientas de puntería impulsadas por inteligencia artificial e incluso el programa F-35, liderado por Estados Unidos. “Estas tecnologías se comercializan posteriormente como ‘probadas en combate’", puntualiza el reporte. 

Con el apoyo de lo que Albanese llama “entidades corporativas”, Israel “ha perseguido el despojo y el desplazamiento de los palestinos, especialmente después de 1967”. Hechos en los que han colaborado “materialmente” empresas como como Elbit Systems, Israel Aerospace Industries (IAI), Lockheed Martin, Caterpillar, Volvo, Hyundai y Heidelberg Materials AG, al proporcionar “las armas y la maquinaria necesarias para destruir hogares, escuelas, hospitales, lugares de ocio y culto, medios de vida y activos productivos, como olivares y huertos, para segregar y controlar a las comunidades”, sostiene el informe. 

“Al ayudar a militarizar e incentivar la presencia ilegal israelí en el territorio palestino ocupado, el sector corporativo ha contribuido a la creación de las condiciones para la limpieza étnica palestina”. A lo que se suma que la investigación encontró que para las compañías israelíes, entre ellas Elbit Systems e Israel Aerospace Industries, el aumento del 65% en el gasto militar de Tel Aviv entre 2023 y 2024 –que fue de 46.500 millones de dólares– “generó un fuerte aumento en sus ganancias anuales”.

Con la ofensiva lanzada sobre Gaza a partir de octubre de 2023, “los antiguos sistemas de control, explotación y despojo se transformaron en infraestructuras económicas, tecnológicas y políticas movilizadas para infligir violencia masiva y una inmensa destrucción. Las entidades que anteriormente facilitaron y se beneficiaron de la eliminación y el borrado de Palestina dentro de la economía de la ocupación, en lugar de desvincularse, ahora participan en la economía del genocidio”.

Una potencia tecnológica sobre el pueblo palestino

El informe de Albanese detalla la transformación de Israel en una potencia tecnológica global. En 2024, el sector de defensa y vigilancia representó el 64% de las exportaciones nacionales y las empresas emergentes militares crecieron un 143%. Compañías como NSO Group, IBM, Microsoft, Google, Amazon y Palantir desarrollan sistemas de vigilancia masiva, software espía e inteligencia artificial militar probados y aplicados directamente contra la población palestina.

Albanese advierte que estas tecnologías no solo refuerzan la ofensiva militar, sino que profundizan el control, la segregación y el debilitamiento económico palestino, provocando una pérdida del 35% del producto bruto interno (PBI) palestino y manteniendo bajo control a Israel más del 60% de Cisjordania ocupada. 

La explotación del agua y su rentabilidad

El informe también revela que el monopolio del agua y la energía es otro pilar de esta economía del genocidio. Mekorot, empresa estatal israelí, controla el agua palestina, vendiéndola a precios exorbitantes y limitando su acceso, dejando a Gaza con un 97% de agua contaminada y frecuentes cortes.

“Durante al menos los primeros seis meses posteriores a octubre de 2023, Mekorot operó sus tuberías de Gaza al 22% de su capacidad, dejando zonas como la Ciudad de Gaza sin agua el 95% del tiempo, contribuyendo activamente a la transformación del agua en una herramienta de genocidio”, denuncia el reporte.

Y la situación en Cisjordania ocupada no es muy diferente. La empresa Netafim –“líder mundial en la industria de riego por goteo”, según se autodenomina, y propiedad en un 80% de la empresa mexicana Orbia Advance Corporation–, “ha permitido la explotación intensiva del agua y la tierra” en ese territorio palestino, denuncia el informe. 

“En el valle del Jordán, los sistemas de riego asistidos por Netafim han facilitado la expansión de los cultivos israelíes, mientras que los agricultores palestinos –privados del agua y con el 93% de tierras sin irrigación– son desplazados, incapaces de competir con la producción israelí”, indica el reporte. Y sentencia: “Si bien mantiene una imagen global de sostenibilidad, la tecnología de Netafim ha permitido la explotación intensiva del agua y la tierra en Cisjordania ocupada”. 

Finanzas globales que alimentan la ofensiva

El informe documenta que el financiamiento internacional es crucial para sostener esta ofensiva genocida. Entre 2022 y 2025, Israel pudo incrementar su presupuesto militar mediante emisiones de bonos adquiridos por bancos como BNP Paribas y Barclays, y gestionados por fondos como Blackrock, Vanguard y Allianz. Desde la ofensiva, la venta de bonos se triplicó, inyectando miles de millones a la industria militar y políticas coloniales.

Albanese advierte que estos fondos mantienen inversiones en empresas clave de armamento y maquinaria para la ocupación: Palantir, Caterpillar, Lockheed Martin, Elbit Systems, Microsoft y Chevron. Muchas de estas inversiones se canalizan a través de fondos “éticos” que ignoran las violaciones de derechos humanos, facilitando un lavado de legitimidad.

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La academia: cómplice del apartheid

El informe destaca también el papel de la academia para legitimar esta estructura. Universidades israelíes colaboran con la industria militar en tecnologías de vigilancia y control, mientras que instituciones internacionales como el MIT o la Universidad Técnica de Múnich mantienen proyectos conjuntos con el Ministerio de Defensa israelí y empresas armamentísticas.

Pese a la intensificación de la ofensiva desde 2023, estas alianzas persisten. Albanese señala que, aunque estudiantes y activistas exigen rendición de cuentas, las represiones en campus protegen intereses políticos y financieros que sostienen esta economía del genocidio.

El informe concluye que reconocer la responsabilidad compartida de empresas, inversores y gobiernos es fundamental para romper este ciclo de violencia y explotación. Solo mediante una presión internacional firme, sanciones efectivas y una exigencia clara de rendición de cuentas se podrá avanzar hacia una justicia real para el pueblo palestino y hacia un futuro en el que la dignidad y los derechos humanos prevalezcan sobre los intereses económicos y estratégicos.




FUENTE:TRT Español y agencias
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