El cineasta palestino Ahmed Hassouna recibió una llamada de un oficial israelí: debía desalojar inmediatamente o un misil impactaría en la vivienda contigua. Media hora después, el ataque aéreo redujo el vecindario a escombros.
Este “aviso” telefónico se presenta como advertencia humanitaria, pero en la práctica deja a las familias sin tiempo real para salvar recuerdos, equipo de trabajo o, incluso, a los vecinos que no alcanzan a salir.