A medida que se calman las aguas tras el anuncio de los aranceles masivos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, empresarios y economistas en Türkiye comienzan a vislumbrar un rayo de esperanza en medio de los nubarrones comerciales.
La semana pasada Trump impactó Türkiye con un arancel base del 10%, en comparación a cifras más altas para muchos otros países, lo que aumenta así la perspectiva de que la 17ª economía más grande del mundo podría aprovechar una ventaja en medio de este régimen arancelario.
Mehmet Simsek, ministro de Finanzas de Türkiye, explicó este lunes que el enfoque del país en la demanda interna más que en las exportaciones limitaría el impacto económico de las medidas.
“Türkiye mantiene acuerdos de libre comercio con un total de 54 países fuera de Estados Unidos y la Unión Europea”, señaló. Y agregó que “el 68% de nuestras exportaciones se dirige a esos mercados”.
Además, Türkiye forma parte de una unión aduanera con la UE que elimina restricciones comerciales.
“Una tasa arancelaria relativamente baja podría abrir una ventaja comparativa en algunos sectores”, explicó Simsek el viernes pasado, un día después del anuncio de Trump.
Transformar el nuevo entorno global a su favor
Can Selcuki, socio director de Istanbul Economics Research, afirmó que el principal impacto negativo para Türkiye podría derivarse de los bienes intermedios que suministra a países o empresas que exportan a Estados Unidos y que ahora enfrentan aranceles más altos, como ocurre con la UE, que quedó sujeta a un arancel del 20%.
Las exportaciones turcas a Estados Unidos ascendieron a 16.700 millones de dólares en 2024, según la Oficina del Representante de Comercio de EE.UU. Y, desde este país, Ankara importa un nivel similar de bienes y servicios.
Sin embargo, en comparación con las exportaciones hacia la Unión Europea, ese volumen es modesto. En enero, el presidente Recep Tayyip Erdogan anunció que las exportaciones de Türkiye hacia Europa ascendieron en 2024 a 108.700 millones de dólares.
“Cualquier pérdida de competitividad de los productos europeos impacta inevitablemente a Türkiye, ya que el país exporta bienes intermedios que se integran en los productos finales de la UE”, explicó Selcuki. “Este es el aspecto negativo más evidente”.
No obstante, Türkiye podría aprovechar el nuevo entorno comercial global a su favor.
“Gran parte de la producción manufacturera tendrá que ser reubicada, y el panorama que está delineando Trump lleva a todos a replantearse sus cadenas de suministro”, añadió Selcuki.
“Türkiye, con su sólida base industrial y su cercanía geográfica a la UE, se encuentra en una posición única para sacar provecho de esta reorganización”.
Türkiye, una oportunidad para nuevas inversiones
Sekib Avdagic, presidente de la Cámara de Comercio de Estambul, también sugirió que empresas con sede en países con tasas arancelarias más altas, como China, podrían considerar abrir fábricas en Türkiye para exportar a Estados Unidos y beneficiarse así de un arancel más bajo.
“El aprovechamiento de esta oportunidad dependerá de la estrategia de Türkiye para desarrollar sus sectores exportadores y explorar nuevos mercados”, declaró Avdagic a la agencia de noticias Anadolu.
“Si Türkiye ofrece un entorno de inversión adecuado”, añadió Gurkan Yildirim, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Türkiye, “puede atraer las inversiones de estas empresas”.