Tras acusar a Hamás de no buscar avances en las negociaciones de tregua, Israel desató una ola de bombardeos que en solo dos días dejó casi 1.000 muertos en Gaza. Sin embargo, según el periódico israelí Haaretz, el responsable de frustrar el acuerdo no fue Hamás, sino el propio primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
"Israel –no Hamás- es quien está impidiendo la implementación del acuerdo y el regreso de los rehenes", afirmó el diario este miércoles. Según su investigación, el gobierno israelí incumplió su promesa de retirarse del corredor de Filadelfia, en la frontera entre Gaza y Egipto, entre los días 42 y 50 del alto el fuego. Además, denunció que Israel bloqueó la entrada de ayuda humanitaria y cerró los cruces fronterizos, violando los compromisos establecidos en la tregua.
La publicación también criticó la decisión del ministro de Energía de Israel de cortar el suministro de electricidad a Gaza, señalando que estas acciones contradicen el acuerdo, que estipulaba la continuidad de la asistencia humanitaria mientras las negociaciones avanzaban. En este contexto, Haaretz concluyó que la responsabilidad de frenar el proceso recae en el gobierno israelí.
Por su parte, Netanyahu justificó la ofensiva como una estrategia de presión para lograr la liberación de los rehenes. "Hamás ya ha sentido nuestra fuerza", declaró este martes. "A partir de ahora, las negociaciones para su liberación solo se llevarán a cabo bajo fuego", añadió.
“Esto es solo el comienzo”, afirmó tras los brutales bombardeos nocturnos que mataron a cientos de palestinos en cuestión horas y cuyas imágenes horrorizaron al mundo entero.

TRT Global - Los recientes ataques israelíes mataron al menos a 174 niños, marcando una de las jornadas con mayor número de víctimas infantiles desde el inicio del genocidio. Las instalaciones médicas, con ya escasos recursos, quedaron completamente desbordadas.
Hamás niega haber rechazado la propuesta de EE.UU.
Por su parte, Hamás acusó a Israel de romper la tregua para imponer un "acuerdo de rendición" y pidió a la comunidad internacional que intervenga para detener la ofensiva. "La ocupación intenta engañar a la opinión pública y justificar su decisión premeditada de reanudar su genocidio contra civiles desarmados", denunció el grupo en un comunicado.
Según Hamás, estaba participaba en las conversaciones y no rechazó la propuesta presentada por el enviado presidencial estadounidense Steve Witkoff, la misma que Israel decía apoyar. Por ello, acusó a Netanyahu de reiniciar la guerra para sabotear el acuerdo.
"El movimiento mantiene un contacto constante con los mediadores, manejando las propuestas para detener la agresión y levantar el asedio con gran responsabilidad y positividad", declaró Abdel Latif al Qanoua, portavoz de Hamás.
El grupo palestino añadió Netanyahu optó por reiniciar la guerra en un intento de frustrar la tregua y ganar apoyo político interno.
La primera fase del acuerdo de alto el fuego terminó a principios de marzo, pero Netanyahu se ha negado a iniciar negociaciones para la segunda fase, buscando en su lugar extender la primera etapa. Hamás ha rechazado esta condición, exigiendo que Israel cumpla con los términos pactados e inicie de inmediato la negociación para la segunda fase, que incluye la retirada total de Israel de Gaza y el cese completo de la guerra.
Devastación y crisis humanitaria
Los recientes ataques han causado no solo cientos de muertos, sino también una nueva ola de desplazamientos en Gaza. "Estas cifras confirman la intención premeditada de la ocupación de completar el crimen de genocidio contra nuestro pueblo", declaró Ismail Al-Thawabta, jefe de la Oficina de Medios de Gaza.
Testigos relataron escenas de familias huyendo con lo poco que podían cargar, mientras las bombas caían a su alrededor. "Los bombardeos con aviones y tanques reavivaron el fuego del infierno en Gaza", dijo Ramez al Amarin, palestino desplazado que vive en una tienda de campaña en Gaza.
La ONU expresó su preocupación ante la escalada del conflicto y advirtió que "el pueblo de Gaza vive una vez más con un espantoso miedo".
A nivel internacional, varios países han condenado la reanudación de la ofensiva israelí. Egipto acusó a Israel de emplear tácticas de presión para forzar a los palestinos a abandonar Gaza, mientras que Türkiye, Irán y Rusia denunciaron los ataques como una violación del alto el fuego y un acto de agresión desproporcionado.