Perú recortó un 42 % del área protegida que resguarda estos geoglifos de más de 2 000 años y Patrimonio de la Humanidad. Mientras arqueólogos siguen hallando nuevos dibujos la extracción de minerales avanza sobre un territorio cuyo origen aún es un misterio.
El Colegio de Arqueólogos advierte que el precedente podría afectar joyas como Caral o Machu Picchu y busca anular la medida por la vía legal.