Los centros de distribución de ayuda en Gaza, supuestamente creados para atender la profunda hambruna, se han convertido en campos de muerte, donde más de 500 palestinos han sido asesinados desde marzo. Y ahora, la agencia de noticias Associated Press (AP), que tuvo acceso a testimonios y videos, revela que contratistas estadounidenses operando en los puntos de reparto usaron munición real y granadas aturdidoras contra personas que intentaban conseguir alimentos. Aunque los testigos no la mencionan directamente, la cuestionada Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) es la única que ha distribuido ayuda en el enclave desde que Israel impuso su devastador bloqueo en marzo pasado.
En diálogo con AP, dos trabajadores de una empresa estadounidense describieron una alarmante combinación de violencia y desorganización en el manejo de estos operativos. Afirmaron que muchos de los guardias de seguridad contratados por la fundación no estaban capacitados y operaban sin supervisión adecuada.
Uno de ellos relató que, en ocasiones, los guardias disparaban al aire o al suelo, pero otras veces apuntaban directamente a civiles. En un caso, un hombre cayó al suelo tras recibir disparos. “Hay personas inocentes a las que están hiriendo. Gravemente. Y sin motivos”, dijo.
Los contratistas entregaron videos que muestran multitudes atrapadas entre rejas metálicas, mientras se oyen disparos y granadas aturdidoras de fondo. En algunas grabaciones, hombres que hablan inglés se alientan mutuamente a disparar. También una fotografía muestra a una mujer inconsciente en un carro tirado por un burro, tras recibir presuntamente el impacto de una granada.
Para confirmar que los videos fueron grabados en esos sitios, AP geolocalizó las imágenes mediante fotos aéreas. La agencia también hizo analizar los videos por dos expertos forenses en sonido, quienes identificaron munición real —incluyendo fuego de ametralladora— proveniente de los sitios, en la mayoría de los casos a una distancia de 50 a 60 metros del micrófono de la cámara.
Además, los contratistas describieron los primeros días de distribución de ayuda como desorganizados y caóticos. Un correo electrónico interno describió los sitios como "no sostenibles" y "no seguros". Muchos guardias fueron contratados apenas días antes del despliegue, sin experiencia militar o de manejo de armas. Algunos ni siquiera calibraron sus armas, lo que aumentó el riesgo de disparos erróneos, explicaron en el reporte.
“Si esto continúa así, seguirá habiendo heridos innecesarios. Y posiblemente muertos”, advirtió uno de los contratistas.

El reporte de AP surge tras denuncias que indican que al menos 500 palestinos han muerto cerca de estos puntos de ayuda, según organizaciones como Médicos Sin Fronteras y Amnistía Internacional. Sin embargo, la fundación encargada de repartir la ayuda, la GHF, ha negado toda responsabilidad, contradiciendo tanto los testimonios como los reportes de los servicios de emergencia en Gaza.
Además, esta información se conoce apenas dos días después de que militares israelíes admitieran haber disparado contra palestinos que buscaban alimentos en el enclave, según reveló recientemente el diario israelí Haaretz. En su reconocimiento, los soldados sostuvieron que los civiles atacados nunca representaron una amenaza para las fuerzas de Tel Aviv.
¿Quién está detrás de la Fundación Humanitaria de Gaza?
Los testimonios de los contratistas —sumados a los videos, reportes internos y mensajes de texto obtenidos por AP— ofrecen una mirada poco común al interior de la Fundación Humanitaria de Gaza, una organización registrada como sin fines de lucro en Delaware, Estados Unidos, con apoyo del Gobierno de Israel.
Fue creada en febrero para distribuir ayuda humanitaria en Gaza y comenzó a operar el 27 de mayo, después de que Tel Aviv cerrara por completo el paso de asistencia dentro del enclave el pasado 2 de marzo.
Aunque oficialmente se presenta como un esfuerzo privado, su financiación ha sido duramente cuestionada. Naciones Unidas y las principales organizaciones humanitarias se han negado a colaborar con GHF por considerar que sirve a objetivos militares israelíes. Al menos diez organizaciones de derechos humanos han exigido el cese de sus operaciones.
El mes pasado, el Gobierno de Estados Unidos prometió 30 millones de dólares para que la fundación continúe operando. Esta es la primera donación conocida de la administración estadounidense, mientras que el resto de sus fuentes de financiamiento siguen siendo desconocidas.
Una empresa relacionada a la fundación que sí se conoce es Safe Reach Solutions, subcontratada por GHF y encargada de la logística. Su portavoz negó en diálogo con AP que hubiera heridos graves cerca de estos puntos de ayuda. En incidentes aislados, los guardias dispararon al suelo o lejos de los civiles para llamar su atención, especialmente en los primeros días, “en el punto más crítico de desesperación, donde las medidas de control de multitudes eran necesarias para proteger a los civiles y al personal”, indicó el portavoz.
Hamás ordena entrega de líder de banda acusado de colaborar con Israel
Hamás dio un plazo de 10 días a un líder de un grupo en Gaza, acusado de colaborar con Israel y saquear ayuda humanitaria, para entregarse, según un comunicado del Ministerio del Interior.
Yasser Abu Shabab es jefe de una banda beduina armada que no reconoce la autoridad de Hamás. Se cree que está en Rafah, zona actualmente bajo control militar israelí.
Hamás lo acusa de robar convoyes de ayuda de la ONU y de estar respaldado por Israel. Aunque Tel Aviv ha reconocido apoyar a ciertos grupos armados contra Hamás, no ha detallado cuáles.
Israel mata a 150 palestinos en dos días
Mientras tanto, al menos 150 palestinos murieron entre miércoles y jueves por los ataques israelíes en Gaza, según fuentes médicas locales. Solo el jueves por la mañana, 63 personas fueron asesinadas en los alrededores de Jan Yunis, incluyendo 28 que esperaban ayuda humanitaria.
El miércoles, 90 palestinos perdieron la vida y decenas resultaron heridos en múltiples bombardeos sobre civiles en toda Gaza. En la calle Salah Al-Din, el ejército disparó contra personas que esperaban alimentos, matando a 10. Otros cinco fueron asesinados en Rafah y diez más en Jan Yunis mientras buscaban ayuda.
También hubo ataques mortales en zonas residenciales y campos de refugiados en Al-Mawasi, Deir Al-Balah, cerca del hospital Al-Awda, en numerosos barrios de la Ciudad de Gaza. En el norte, también se reportaron ataques en Yabalia y en el campo de refugiados de Nuseirat.
El Ministerio de Salud del enclave informó que Marwan Sultan, director del Hospital Indonesio en el norte del enclave, fue asesinado junto con varios miembros de su familia tras un ataque aéreo israelí contra su casa.

ONU: 85% de Gaza bajo ordenes de evacuación o control de ejército israelí
La ONU advirtió este miércoles que el 85% de Gaza está bajo órdenes de evacuación y desplazamiento o son zonas bajo control del ejército israelí.
El portavoz de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, denunció que las órdenes más recientes de evacuación en Jan Yunis afectan a unas 80.000 personas y empujan a los desplazados a zonas cada vez más pequeñas y sin servicios.
Desde la ruptura de la tregua en marzo, al menos 714.000 personas fueron desplazadas de nuevo, 29.000 de ellas solo entre el domingo y el lunes. “No ha entrado asistencia para refugios en cuatro meses”, dijo, señalando que el 97% de los desplazados duermen a la intemperie.
Añadió que Israel “está obstaculizando gravemente el acceso de las personas al apoyo humanitario esencial y la capacidad de los trabajadores humanitarios para llegar a los necesitados”, dijo el portavoz Stephane Dujarric en una conferencia de prensa.
Por su parte, el Observatorio Euromediterráneo de Derechos Humanos (Euro-Med) denunció que Israel utiliza órdenes de evacuación como táctica sistemática para forzar el desplazamiento masivo de la población.
Desde marzo, se han emitido 51 órdenes de evacuación, lo que “demuestra que el desplazamiento se ha convertido en un objetivo en sí mismo, no en una necesidad militar”, dijo Euro-Med.
¿Avances para alto el fuego?
Hamás confirmó este miércoles que recibió propuestas para un alto el fuego por parte de mediadores egipcios y qataríes que incluyen fin de la ofensiva, retiro del ejército israelí y entrada urgente de ayuda.
“Estamos actuando con un alto nivel de responsabilidad y llevando a cabo consultas nacionales para discutir las propuestas que recibimos de los mediadores (egipcios y qataríes)”, dijo el grupo en un comunicado.
“Estas propuestas buscan poner fin a la agresión, lograr la retirada del ejército israelí y garantizar un alivio inmediato para nuestra población en Gaza”, añadió. El comunicado indicó que los mediadores están realizando intensos esfuerzos para acortar distancias entre las partes y alcanzar un acuerdo marco que allane el camino para unas negociaciones serias.
Las declaraciones Hamás se dan un día después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmara este martes que Israel aceptó “las condiciones necesarias” para un cese del fuego de 60 días en Gaza y pidió a Hamás que apruebe el acuerdo.
Los detalles del acuerdo impulsado por Trump siguen siendo desconocidos. La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, declaró en una rueda de prensa habitual el miércoles en Washington: “No entraré en detalles sobre el contenido de la propuesta. Pero creo que el mensaje del presidente es claro. Es algo que debe aceptarse, porque la situación solo empeorará si Hamás no lo hace”.
Aunque EE.UU. se muestra optimista, no está claro si el acuerdo incluye condiciones inaceptables para Hamás, como la permanencia israelí en Gaza o la disolución del grupo.
Mientras tanto, el genocidio continúa y, tras los ataques de este jueves, el número de palestinos asesinados alcanza cifras estremecedoras: más de 57.000 desde octubre de 2023, en su mayoría mujeres y niños, víctimas de la ofensiva genocida del ejército israelí sobre Gaza. Pero no se trata solo de una cifra. Son familias enteras desaparecidas, vidas truncadas, fragmentos de la historia palestina borrados para siempre.
Y la ofensiva continúa a pesar de que la Corte Penal Internacional emitió en noviembre órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Gallant, por crímenes de guerra y de lesa humanidad. Israel también enfrenta una acusación de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia.