ESPAÑA
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Pedro Sánchez viaja a China y Vietnam en busca de nuevas oportunidades comerciales
El presidente de España buscará fortalecer el comercio y atraer inversiones clave durante su viaje a China y Vietnam, en un contexto marcado por la ola arancelaria de Donald Trump.
Pedro Sánchez viaja a China y Vietnam en busca de nuevas oportunidades comerciales
El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez (d), en una imagen de archivo saludando al presidente chino, Xi Jinping (i), durante la apertura de la Cumbre de jefes de Estado del G20 que tuvo lugar en Río de Janeiro, (Brasil) en noviembre de 2024. / EFE
8 de abril de 2025

En plena escalada arancelaria impulsada por Donald Trump, el presidente español, Pedro Sánchez, emprende esta semana una gira clave por Asia. China y Vietnam, dos actores clave en la reconfiguración del tablero económico global, serán las paradas del mandatario, que buscará reforzar la presencia española en la región y reducir el persistente desequilibrio en la balanza comercial.

El viaje inicia este miércoles en la capital vietnamita Hanói, en la que será la primera visita oficial de un jefe de Gobierno español a ese país. Allí, Sánchez se reunirá con el presidente Luong Cuong, el primer ministro Pham Minh Chinh y el secretario general del Partido Comunista, To Lam. Un día después, el presidente se desplazará a la ciudad de Ho Chi Minh, motor económico del país, donde mantendrá encuentros con empresarios locales.

La gira culminará el viernes en Beijing, donde se reunirá con su homólogo Xi Jinping, así como con inversores y empresarios del gigante asiático, marcando la tercera visita de Sánchez a la capital china en menos de dos años.

Más allá del pulso con Washington

Aunque el viaje estaba programado con antelación, el contexto internacional ha elevado su significado político y económico. La reciente escalada arancelaria impulsada por el presidente estadounidense Trump —que incluye gravámenes del 20% a la UE, 34% a China y hasta un 46% a Vietnam— ha sacudido el comercio global y ha puesto en alerta a muchas capitales europeas.

Aunque fuentes del Ejecutivo español afirmaron a la agencia de noticias AFP que esta gira "no es contra nadie", reconocen su importancia en el contexto de las tensiones comerciales actuales. Señalan que no se trata de reemplazar a Estados Unidos, sino de diversificar riesgos y abrir nuevos mercados.

Y es que los datos muestran la necesidad de equilibrar las balanzas comerciales con ambos países. En 2024, España importó productos vietnamitas por un valor de 5.200 millones de euros, mientras que sus exportaciones al país apenas alcanzaron los 530 millones. En el caso de China, las importaciones fueron de 45.000 millones, frente a 7.400 millones en ventas españolas.

Más exportaciones e inversiones

Por eso, el objetivo del viaje de Sánchez pasa por aumentar las exportaciones y captar nuevas inversiones, especialmente en sectores estratégicos como las tecnologías verdes y el hidrógeno renovable. La reciente llegada a España del fabricante chino de automóviles Chery establece un precedente que Sánchez espera replicar durante su gira.

Asimismo, el Ejecutivo quiere animar a las empresas españolas a reforzar su presencia en China, en ámbitos como infraestructuras, turismo y servicios. “Queremos una relación estratégica con China. Avanzar en acuerdos, abrir mercados, pero con reglas claras, que nuestras empresas compitan en igualdad de condiciones”, resumió el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. 

Bruselas también busca rebajar la tensión

Los anuncios de aranceles por parte de Washington no solo han empujado a España a mover sus fichas. La Unión Europea, consciente del riesgo de quedar atrapada en un pulso entre gigantes, también ha comenzado a tender puentes hacia Beijing.

A principios de año, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, llamó a “comprometerse con China de manera constructiva”, en un intento de enfriar las tensiones tras los cruces de aranceles. Poco después, el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, viajó a la capital china con un mensaje claro: la necesidad de avanzar hacia una relación “más equilibrada y cooperativa”.

Este giro diplomático llega tras meses de fricciones, especialmente por los aranceles europeos a los vehículos eléctricos chinos, respondidos por Beijing con una investigación sobre las importaciones de carne porcina desde Europa, un capítulo sensible para España, el mayor exportador europeo del sector.

En este escenario, Sánchez busca desempeñar un papel clave. Según explica Inés Arco, investigadora especializada en Asia del CIDOB, un centro de estudios en Barcelona, en conversación con AFP, el presidente del Gobierno “ha intentado mostrarse como un puente entre Bruselas y China y ser una de estas voces que llaman al pragmatismo” y a priorizar “el elemento económico”.


FUENTE:TRT Español y agencias
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