En medio de un plan para reducir el territorio accesible a los palestinos en Gaza, imponer nuevas divisiones geográficas y desplazar a la población civil, Israel ha anunciado la culminación de un cerco militar sobre la ciudad Rafah de 12 kilómetros, un perímetro que separa completamente esta ciudad de Jan Yunis, en el sur de Gaza. Lo llaman el “eje Morag”. Esta zona, junto al corredor Filadelfia en la frontera con Egipto, ha sido declarada parte de un “área de seguridad israelí”.
“Gaza se volverá cada vez más pequeña y más aislada”, declaró abiertamente el ministro de Defensa, Israel Katz, luego de que en las últimas 24 horas tropas de Tel Aviv culminaran el cerco sobre Rafah. “Cada vez más de sus habitantes se verán obligados a evacuar las zonas de combate”, completó.
El plan de aislar a la población a lo largo y ancho de Gaza ya está en marcha. Y sus daños colaterales también.
Una estrategia de fragmentación total
Desde el 18 de marzo, cuando Israel rompió el alto el frágil acordado a principios de enero, se han emitido órdenes de evacuación masivas en Rafah, Jan Yunis y zonas del norte de Gaza como Beit Lajia, Beit Hanoun y Yabalia.

Israel avanza con una estrategia de aislamiento total de Gaza, mientras la ONU denuncia aberrantes violaciones. Un plan brutal para evacuar forzosamente a la población que el Gobierno de Israel ya no oculta.
La situación ha causado el desplazamiento forzoso de cientos de miles de personas y ha agravado el colapso del ya debilitado sistema humanitario. En Rafah, de apenas 60 kilómetros, se estima que más de un millón de personas están hacinadas en condiciones extremas.
El cerco de Rafah y la imposición del eje Morag representan, según analistas, el paso más significativo en la estrategia israelí para impedir cualquier continuidad geográfica palestina en Gaza, dificultando además futuras negociaciones sobre soberanía y reconstrucción.
Además del eje Morag, las fuerzas israelíes han ampliado su presencia militar en la Ciudad de Gaza, con incursiones en los barrios orientales de Al-Daray y Al-Tuffah. Israel también ha extendido la zona de amortiguamiento en el norte del enclave, consolidando lo que observadores internacionales describen como una política de fragmentación territorial sistemática que busca dividir el territorio en zonas aisladas bajo control militar israelí permanente.
Ataques a viviendas y el 35° hospital bombardeado
El lunes por la mañana, cinco personas murieron y varias resultaron heridas tras un bombardeo israelí contra una vivienda en Jan Yunis. El mismo día, un pescador palestino fue herido cuando lanchas israelíes abrieron fuego frente a la costa de Rafah. La artillería también golpeó zonas residenciales en la Ciudad de Gaza, como Zeitun y Sha'af, según informó la agencia de noticias palestina Wafa.
Dos misiles impactaron el Hospital Al-Ahli, destruyendo las áreas de admisión y urgencias, y dejándolo fuera de servicio. Mientras, el ejército israelí culminó el asedio de Rafah, con el riesgo de una catástrofe humanitaria a la vista.
El domingo, un ataque aéreo destruyó el edificio de admisiones del Hospital Al-Ahli, en la Ciudad de Gaza, dejándolo fuera de servicio y obligando a evacuar a pacientes y personal. El Ministerio de Salud de Gaza denunció que se trata del hospital número 35 atacado por las fuerzas israelíes desde el inicio de la ofensiva, lo que ha llevado al colapso casi total del sistema sanitario.
En los últimos días, al menos 11 palestinos más han sido asesinado en diversos bombardeos sobre Rafah, Sheikh Radwan y el este de Gaza, incluidos menores de edad. Testigos relataron ataques contra viviendas civiles y tiroteos en el área del corredor Netzarim, en el centro del enclave.
Desde octubre de 2023, casi 51.000 palestinos han sido asesinados en Gaza, en su mayoría mujeres y niños.
En noviembre pasado, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Gallant, por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en Gaza.
Además, Israel enfrenta una causa por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia debido a su ofensiva contra el enclave.
Jefe del ejército israelí advierte sobre escasez de tropas
El teniente general Eyal Zamir, jefe del Ejército de Israel, le dijo a Netanyahu que la escasez de tropas está limitando la habilidad de Tel Aviv de “alcanzar” sus objetivos en Gaza.
“Las estrategias exclusivamente militares no pueden cumplir todos los objetivos nacionales en Gaza, especialmente en ausencia de una vía diplomática complementaria”, declaró Zamir al gabinete, según citó el diario israelí Yedioth Ahronoth.
Cientos de reservistas y veteranos israelíes han firmado peticiones exigiendo el fin de la ofensiva en Gaza y el regreso de los rehenes. En respuesta, Netanyahu ha amenazado con despedir a los soldados en servicio activo que firmaron las peticiones.
Yedioth Ahronoth afirmó que la advertencia del jefe del ejército subraya la creciente desconexión entre la capacidad operativa del ejército y las aspiraciones políticas más amplias del gobierno.
Según medios israelíes, el ejército se ha enfrentado a una escasez de soldados debido a la exención del servicio militar a los judíos ultraortodoxos, así como a la reticencia y el cansancio de las tropas regulares tras 18 meses de operaciones en Gaza.
Más de 250 exfuncionarios de Mossad exigen fin de la ofensiva
Dentro del propio aparato de seguridad israelí también se han elevado voces en contra de la prolongación de la ofensiva. Más de 250 exfuncionarios del Mossad, incluyendo tres exdirectores —Danny Yatom, Efraim Halevy y Tamir Pardo— firmaron una carta pública exigiendo el fin inmediato de la ofensiva para facilitar la liberación de los rehenes.
Esta petición se suma a otras seis emitidas en los últimos días por reservistas, veteranos del ejército y médicos militares. El último domingo, unos 200 médicos en servicio activo firmaron también una declaración similar.
Edan Alexander, rehén israelí-estadounidense retenido en Gaza, denunció en un video difundido por las Brigadas Al-Qassam que el Gobierno de Netanyahu “mintió y rompió promesas” sobre su liberación, y acusó a la administración del presidente estadounidense Donald Trump de haber creído en “las mentiras de Netanyahu”.
Alexander expresó su temor de morir en un bombardeo de Tel Aviv y envió un mensaje directo al público israelí: “Sigan protestando. Hagan todo lo que puedan. Nuestro tiempo se está acabando”. Su declaración provocó nuevas movilizaciones de familiares de rehenes en Tel Aviv. Israel estima que aún hay 59 rehenes en Gaza, de los cuales 22 seguirían con vida.
Negociaciones en El Cairo y presión internacional
Una delegación de alto nivel de Hamás, encabezada por Jalil al-Hayya, jefe político del grupo de resistencia palestino, llegó a El Cairo este domingo para reunirse con mediadores egipcios y qataríes. El grupo ha reiterado su disposición a llegar a un acuerdo que contemple un alto el fuego permanente, la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza y un pacto integral de intercambio de prisioneros.
A pesar de estos esfuerzos diplomáticos, los ataques aéreos, la fragmentación del territorio, la destrucción de hospitales y los desplazamientos masivos continúan intensificándose.
Propuesta de Türkiye: redirigir el reclamo hacia EE.UU.
El ministro de Relaciones Exteriores de Türkiye, Hakan Fidan, advirtió desde el Foro Diplomático de Antalya que la ofensiva de Israel en Gaza ha evidenciado una crisis de legitimidad internacional. “El problema principal es no poder frenar una situación en la que prácticamente todo el mundo está de acuerdo”, señaló.
Fidan acusó directamente a Estados Unidos de permitir la continuación del genocidio en Gaza a través de su apoyo político y militar. “Mientras el respaldo desde Europa y EE.UU. —donde se concentra el poder— continúe, es evidente que este crimen de lesa humanidad no terminará”, declaró.
Asimismo, criticó la falta de acción efectiva en el seno de Naciones Unidas y subrayó que 156 países votaron contra Israel en la Asamblea General. Indicó que Türkiye ha tomado medidas como retirar a su embajador y suspender relaciones comerciales con Tel Aviv, y continúa impulsando acciones multilaterales en foros como la Organización de Cooperación Islámica y la Liga Árabe.