Un juez de inmigración de Estados Unidos dictaminó este viernes que Mahmoud Khalil, líder de protestas estudiantiles propalestinas detenido por el gobierno de Donald Trump, puede ser deportado. Un caso que ha quedado bajo la lupa y que podría sentar un grave precedente en el marco de las deportaciones a quienes se manifiestan en contra de la ofensiva de Israel contra Gaza.
Jamee Comans, juez del Tribunal de Inmigración de LaSalle en Luisiana, explicó que no tenía autoridad para anular una decisión tomada el mes pasado por el Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, bajo la Ley de Inmigración y Nacionalidad de 1952. En esa decisión, Rubio determinó que Khalil debe ser expulsado debido a que su presencia en EE.UU. podría tener "consecuencias negativas graves para la política exterior".
Por su parte, los abogados de Khalil afirman que la administración de Trump lo está atacando por ejercer su derecho protegido por la Primera Enmienda, incluyendo la crítica a la política exterior de EE.UU.
"Mahmoud fue objeto de una farsa de debido proceso, una violación flagrante de su derecho a una audiencia justa y una instrumentalización de la ley de inmigración para suprimir la disidencia", afirmó su abogado, Marc Van Der Hout, en un comunicado tras la audiencia. "Esto no ha terminado, y nuestra lucha continúa".
Aún no se ha programado la deportación de Khalil. El juez Comans dio a sus abogados plazo hasta el 23 de abril para solicitar una exención, según el comunicado.
Este caso ha generado profundos debates en torno a los derechos civiles y la libertad de expresión en Estados Unidos, llamando la atención del mundo ya que podría convertirse en un precedente para otras deportaciones. Estas son las claves del caso.
¿Quién es Mahmoud Khalil?
Mahmoud Khalil, un ciudadano argelino nacido en Siria y de ascendencia palestina, había sido uno de los líderes de las protestas propalestinas en el campus de la Universidad de Columbia, en Nueva York, el año pasado.
Khalil tiene residencia legal permanente y está casado con una ciudadana estadounidense. A pesar de ello, fue arrestado el día 8 de marzo por agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en su residencia de la universidad.
Khalil tiene treinta años, acaba de obtener su maestría en Administración Pública en la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia, y una vez hizo prácticas en las Naciones Unidas.
El arresto
El arresto de Khalil se produjo tras su participación en las protestas pro-Palestina en la Universidad de Columbia. El joven palestino se convirtió en una de las voces más visibles de un movimiento estudiantil que se expandió por varios campus universitarios de Estados Unidos en rechazo a la ofensiva israelí en Gaza.
Uno de los agentes que llevó a cabo el arresto informó por vía telefónica a Amy Greer, la abogada de Khalil, de que actuaban bajo una orden del Departamento de Estado para revocar su visa de estudiante, según la letrada. Cuando Greer les comunicó que Khalil no tenía ni necesitaba una visa de estudiante, ya que es residente permanente en EE.UU. con una green card, el agente le dijo que el DHS también había revocado este permiso.
Como explicó Khalil en una carta desde un centro de detención de ICE en Luisiana, los agentes, “que se negaron a proporcionar una orden de arresto”, “le esposaron y obligaron a subir a un coche sin identificación antes de que pudiera entender lo que estaba ocurriendo”. Así, explicó que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) no le explicó nada durante horas: “No sabía la causa de mi arresto ni si estaba a punto de ser deportado de inmediato”. Además, relató que durmió en el suelo frío en diferentes localizaciones, en las cuales se le negaron mantas a pesar de solicitarlas.
Su esposa, Noor Abdalla, es ciudadana estadounidense de ascendencia Siria. Embarazada de nueve meses y a punto de dar a luz, también estaba presente en el momento de la detención. Khalil hizo referencia en la carta a su preocupación por la seguridad de su esposa, ya que los agentes del departamento de seguridad amenazaron con arrestarla por no alejarse de su lado.
Después de su arresto, fue trasladado a una cárcel rural en Luisiana, a más de 2.000 km de distancia, a donde su esposa no ha podido ir a visitarlo debido a su embarazo.
Los argumentos de la administración Trump
El arresto de Khalil ocurre mientras el presidente Trump impulsa una campaña para deportar a estudiantes extranjeros y castigar a quienes protestan contra la ofensiva israelí en Gaza. Según el Departamento de Seguridad Nacional, Khalil fue detenido bajo órdenes ejecutivas que prohíben el antisemitismo y se le acusa de liderar actividades “alineadas con Hamás”.
La administración ha argumentado que Khalil y otros estudiantes internacionales que participan en protestas propalestinas están perjudicando los intereses de la política exterior de EE.UU., citando una disposición de la Ley de Inmigración y Nacionalidad que otorga al secretario de Estado amplia autoridad para determinar cuándo un extranjero debe ser deportado.
Trump lo calificó en redes como un “estudiante extranjero radical pro-Hamás” y advirtió que es “el primero de muchos” en ser arrestado. Aseguró que deportará a todos los simpatizantes del “terrorismo”.
Sin embargo, hasta ahora no se han presentado pruebas que vinculen a Khalil con Hamás ni se le ha acusado de ningún delito relacionado con las protestas en su universidad.
Más de una docena de legisladores califican el arresto y posible deportación del activista pro-Palestina como "ilegal", mientras advierten sobre la "criminalización de las protestas políticas" en EE.UU.
La administración Trump presentó una carta de dos páginas de Rubio como prueba de que Khalil debería ser deportado. Rubio escribió que Khalil debería ser deportado por su participación en "protestas antisemitas y actividades disruptivas, que fomentan un ambiente hostil para los estudiantes judíos en Estados Unidos".
La carta de Rubio no acusó a Khalil de violar ninguna ley, pero dijo que el Departamento de Estado puede revocar el estatus legal de los inmigrantes incluso cuando sus creencias, asociaciones o declaraciones sean "de otro modo lícitas".
¿Qué implica el caso?
La detención de Mahmoud Khalil marca un punto crítico en las políticas del Gobierno de Trump, que ha intensificado sus acciones punitivas contra individuos en base a su expresión política. “El primer arresto de muchos que vendrán”, como dijo Trump, sugiere que la política estadounidense busca ahora perseguir a más personas que expresen opiniones consideradas contrarias a los intereses nacionales.
Por su parte, Khalil, en una carta enviada desde la cárcel, acusó al gobierno de Trump de atacarle “como parte de una estrategia más amplia para reprimir la disidencia”, subrayando que su detención responde a una represalia por su activismo en apoyo a los derechos de los palestinos.