“Palestina tiene que ser libre”, señaló con firmeza el presidente de Colombia, Gustavo Petro, durante la cumbre del Grupo de La Haya que se reunió en Bogotá para exigir el fin del genocidio israelí en Gaza. "La barbarie de hoy se derrota si Palestina es libre. El pueblo elegido de Dios somos todos y no se mata entre sí, Palestina tiene que ser libre", señaló Petro durante el discurso que cerró con un "¡Viva Palestina libre!".
Bajo el nombre de “Conferencia de Emergencia sobre Palestina”, delegaciones de más de 30 países se congregaron durante el 15 y 16 de julio para denunciar las violaciones sistemáticas al derecho internacional y exigir justicia para el pueblo palestino.
Como resultado, los nueve países que conforman el Grupo de La Haya –Bolivia, Colombia, Cuba, Honduras, Malasia, Namibia, Senegal, Sudáfrica y Belice– emitieron una declaración conjunta en la que condenan las acciones “genocidas” de Israel en los territorios ocupados. El documento también lo suscribieron los gobiernos de Indonesia, Iraq, Libia, Nicaragua, Omán y San Vicente y las Granadinas.
Además, la declaración anunció seis medidas diplomáticas que apuntan a impedir el suministro de armas y municiones a Tel Aviv, y a bloquear la financiación a sus actividades militares. Las naciones firmantes deberán implementar estos compromisos en sus marcos legales nacionales antes del 20 de septiembre de este año.
Justamente, el grupo sostuvo que con esta decisión buscan garantizar que sus industrias "no contribuyan con los medios que permitan o faciliten el genocidio, los crímenes de guerra, los crímenes de lesa humanidad y otras violaciones del derecho internacional".
¿Cuáles son exactamente las medidas del Grupo de La Haya contra Israel?
La primera medida que contempló la declaración conjunta del Grupo de La Haya es “prohibir la provisión o transferencia de armas, municiones y equipo militar a Israel”. Lo que también incluye “artículos de uso dual que puedan facilitar crímenes de guerra o de lesa humanidad”.
Además, las naciones no permitirán ni el tránsito, ni atraque ni servicios portuarios “a embarcaciones con destino a Israel que transporten equipo militar, incluso si provienen de terceros países”. De hecho, también contemplaron impedir “el transporte de armamento hacia Israel en buques que enarbolen sus banderas nacionales”.
Y la financiación del genocidio israelí tampoco escapó de la mira del Grupo de La Haya. Los países pidieron “revisar urgentemente los contratos públicos para evitar que fondos estatales o instituciones públicas apoyen directa o indirectamente la ocupación israelí del territorio palestino”. También se fortalecerán los sistemas judiciales “nacionales e internacionales para garantizar la rendición de cuentas en casos de crímenes internacionales cometidos en el territorio ocupado”.
La sexta medida contempla “apoyar el principio de jurisdicción universal, permitiendo investigar y juzgar crímenes internacionales cometidos en Palestina, sin importar la nacionalidad de los responsables”.
Gaza es un “experimento de los megarricos”
En medio de su emotivo discurso sobre la “barbarie” que sufre el pueblo palestino a manos de Israel, Petro destacó que lo que está ocurriendo en Gaza es un experimento de los más ricos del planeta para responder a una "rebeldía de la humanidad".
"Gaza es simplemente un experimento de los megarricos tratando de demostrarle a todos los pueblos del mundo cómo se le responde a una rebeldía de la humanidad", dijo. Y luego añadió: "Piensan bombardearnos a todos, los que estamos al menos en el sur, pero terminarán, como en el Guernica, bombardeándose a sí mismos con armas extranjeras".
Las palabras de Petro también estuvieron cargadas de historia, pues trazó un paralelismo entre la lucha de Palestina y la historia colonial de Colombia. “Nosotros hemos vivido Gaza en nuestra sangre, también nos invadieron”, dijo el mandatario evocando las heridas del pasado.
“El pueblo palestino tiene derecho a la rebelión porque sus tierras fueron ocupadas”, afirmó. “Nuestras tierras colombianas también fueron ocupadas por españoles, una de nuestras islas por franceses e ingleses, y Panamá por norteamericanos, y nos quitaron territorio. Un pueblo que ocupan merece rebelarse, la rebelión no es delito”, subrayó Petro.
“Un salvavidas para los palestinos”
Por su parte, Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, celebró los compromisos adoptados por el Grupo de La Haya como un “salvavidas” para los palestinos.
“No son únicamente medidas, sino salvavidas para las personas que están siendo atacadas sin cesar”, afirmó. A su juicio, los embargos de armas deben transformarse en políticas urgentes y convertirse en legislación nacional que se haga cumplir. “La idea es que no haya forma en que se puedan saltar esos compromisos", añadió.
En la misma línea, la diputada europea Rima Hassan, de origen palestino, también destacó la importancia de la declaración: “Las medidas acordadas para poner fin a la impunidad de Israel marcan un punto de inflexión histórico para el pueblo palestino”. Luego, criticó duramente a los países europeos, a quienes acusó de sostener un orden internacional “colonialista, racista y opresor”.
“No es el derecho internacional el que no consigue frenar el genocidio —dijo—, es la falta de voluntad política de los Estados para aplicarlo”.
Un nuevo frente desde el Sur Global
La Conferencia de Bogotá representa un hito para la diplomacia del Sur Global en apoyo a la causa palestina. El Grupo de La Haya se consolida como un actor decidido a impulsar acciones legales, políticas y económicas para detener la ocupación y restaurar el derecho internacional.
Colombia, bajo el liderazgo de Petro, se sitúa a la vanguardia de esta iniciativa, desafiando abiertamente a las potencias occidentales. “La barbarie de hoy se derrota si Palestina es libre”, reiteró Petro, poniendo fin a una cumbre que puede ser clave en el apoyo internacional a Palestina.