Las negociaciones para alcanzar un alto el fuego en Gaza continúan siendo “difíciles” debido a la “intransigencia” de Israel, advirtió el grupo de resistencia palestino Hamás, tras anunciar que había aceptado liberar a 10 rehenes israelíes en medio del diálogo. En contraste, la retórica bélica de Tel Aviv se mantiene: si Hamás se niega a desarmarse, “continuará” la ofensiva, dice un alto funcionario del Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu.
Este miércoles, el grupo de resistencia palestino señaló que, en el marco de las conversaciones, existen varios puntos de desacuerdo. Entre ellos, el flujo de ayuda humanitaria, la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y "garantías reales" para un alto el fuego permanente.
Horas antes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha impulsado un posible acuerdo, expresó un optimismo cauteloso. "Creo que tenemos una oportunidad esta semana o la próxima. No es seguro", dijo. "Pero hay una muy buena posibilidad de que tengamos un acuerdo o algún tipo de arreglo esta semana o quizás la próxima, si no es antes", completó.
Sus comentarios llegaron después de que el enviado especial de EE.UU. para Oriente Medio, Steve Witkoff, compartiera su esperanza de poder llegar a un acuerdo de alto el fuego de 60 días. "Esperamos que para finales de esta semana tengamos un acuerdo que nos permita alcanzar un alto el fuego de 60 días", Witkoff tras el progreso de las conversaciones indirectas.
Si Hamás se niega a desarmarse, la carnicería continuará: funcionario israelí
Simultáneamente, un funcionario israelí afirmó, bajo condición de anonimato, que si Tel Aviv y Hamás acuerdan un alto el fuego de 60 días en Gaza, Israel utilizaría ese periodo para proponer una tregua permanente que exigiría el desarme del grupo de resistencia palestino.
Y desestimó cualquier posibilidad de debate: Si Hamás se niega, “seguiremos” con la carnicería, advirtió el funcionario.
Además, sus declaraciones ocurrieron durante la visita de Netanyahu a Washington, donde sostuvo varios encuentros con Trump. Justamente, Washington está presionando a Tel Aviv para que acepte un acuerdo de alto el fuego en el enclave bloqueado.
Previamente, el principal líder de la oposición israelí, Yair Lapid, criticó duramente a Netanyahu por invocar el llamado "Eje Morag" en el sur de Gaza como un obstáculo para alcanzar una tregua. "Netanyahu está poniendo obstáculos a un acuerdo", declaró Lapid en una entrevista radial citada por la emisora israelí KAN."¿Ahora, de repente, el Eje Morag se ha convertido en la nueva piedra angular de nuestra existencia?", añadió con sarcasmo.
¿Desplazamiento de palestinos fuera de Gaza?
En referencia a los planes de expulsión de palestinos de Gaza por parte de Israel y Estados Unidos, Naciones Unidas reafirmó este miércoles su firme rechazo. Las declaraciones ocurrieron después de que Israel Katz, ministro de Defensa israelí, propusiera la reubicación de palestinos en una llamada “ciudad humanitaria”, que en realidad sería un campo para encerrarlos, sobre las ruinas de Rafah. El ministro afirmó que la población sería retenida en esa nueva zona, desde donde se les permitiría emigrar a otros países.
"No es la primera vez que oímos hablar de proyectos de este tipo. Nos oponemos firmemente a cualquier desplazamiento forzado de personas que solo aumente sus riesgos", declaró el portavoz de la ONU Stéphane Dujarric durante una rueda de prensa.
Netanyahu, por su parte, dijo que los palestinos debían tener la “libertad de elección” de abandonar el territorio si así lo desean, aunque negó que Tel Aviv o Washington tuvieran planes para un desplazamiento forzoso.
En declaraciones a los periodistas desde el Capitolio de EE.UU., el primer ministro israelí declaró que quería “informar algo que sorprenderá a los diversos reportes que están saliendo. El presidente Trump y yo tenemos un objetivo común”. Así, se refirió a su intención conjunta de lograr la liberación de rehenes, poner fin al liderazgo de Hamás y asegurar que Gaza “ya no represente una amenaza para Israel”. Para ello, aseguró, ambos líderes cuentan con estrategia y tácticas comunes.
Además, según informaron medios israelíes este jueves, Israel autorizó que los fondos provenientes de Qatar y otros países se utilicen para reconstruir el enclave palestino. “Para Hamás, esto representaría una señal clave” de que “la ofensiva está llegando a su fin”, indicó el periódico Yedioth Ahronoth.
Según el diario, Israel ha exigido que otros países también contribuyan al proceso de financiación, con el fin de evitar una dominación catarí. La propuesta fue planteada inicialmente por Doha durante conversaciones en Washington esta semana.
EE.UU. ignoró requisitos para acelerar fondos a la polémica Fundación Humanitaria de Gaza
Mientras, un reporte reveló que alto funcionario del Departamento de Estado de EE.UU. ignoró nueve condiciones de supervisión obligatorias para acelerar la entrega de 30 millones de dólares a la polémica Fundación Humanitaria de Gaza, que opera en el enclave y tiene el respaldo de Washington y Tel Aviv.
Según documentos internos revisados por la agencia de noticias Reuters, Jeremy Lewin, jefe del programa de ayuda exterior del Departamento y exfuncionario del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), aprobó la financiación para la llamada Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés) tan solo cinco días después de que el grupo presentara su propuesta.
La decisión se tomó a pesar de que la fundación no cumplía con los estándares técnicos ni presupuestarios mínimos, según un memorando interno. De hecho, en un correo interno dirigido a los líderes de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID), Lewin reconoció la sensibilidad política del caso: “Fuerte apoyo de la Administración para esto… Yo me hago responsable.”
El personal de USAID había señalado 58 problemas no resueltos en la solicitud de GHF, incluidas preocupaciones sobre los controles financieros, la seguridad de los palestinos en los sitios de distribución y el uso de fórmula infantil en polvo en un área con acceso limitado a agua potable.
GHF ha sido fuertemente criticada tras reportes que indican que más de 500 palestinos murieron cercad e sus centros de distribución de ayuda. Aunque el grupo ha negado su responsabilidad, ha sido calificado por diversas organizaciones y líderes internacionales como una “trampa mortal” para los palestinos.

La ofensiva israelí no se detiene
Mientras se desarrollan las negociaciones, al menos 36 civiles murieron en bombardeos israelíes en Gaza el jueves, según fuentes médicas, y decenas más resultaron heridas.
Tres personas perdieron la vida y varias más resultaron heridas cuando aviones de combate atacaron un apartamento residencial en el oeste de la ciudad de Gaza. En el barrio de Zeitoun, en la misma ciudad, otras cuatro personas murieron en un nuevo ataque.
En la ciudad central de Deir al-Balah, las fuerzas israelíes bombardearon a un grupo de civiles que esperaban la entrega de alimentos cerca de un centro de atención médica, matando a 14 personas, en su mayoría mujeres y niños, e hiriendo a varias más, según informaron los equipos de emergencia.
En otro hecho, cuatro personas de una misma familia murieron tras un bombardeo israelí contra su vivienda en el campo de refugiados de Bureij, en el centro de Gaza.
En el campo de refugiados de Nuseirat, también en el centro de Gaza, dos palestinos murieron y 10 resultaron heridos en ataques de drones israelíes.
En el sur del enclave, el ejército israelí mató a cinco personas, incluidos dos niños, e hirió a otras 20 en ataques contra tiendas de campaña que alojaban a personas desplazadas en la zona de Al-Mawasi, en Jan Yunis.
Una madre y tres de sus hijos también murieron cuando el ejército israelí atacó su vivienda en Jan Yunis. Más de 20 personas resultaron heridas en ese mismo ataque.
Desde octubre de 2023, el ejército israelí ha matado a casi 57.700 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, en Gaza. Sin embargo, expertos sostienen que la cifra real de víctimas supera con creces los datos reportados por las autoridades palestinas en Gaza, y estiman que podría alcanzar los 200.000 muertos.
Además, según la agencia oficial palestina WAFA, se teme que unas 11.000 personas estén sepultadas bajo los escombros de viviendas arrasadas.
Los incesantes bombardeos han devastado el enclave, provocando escasez de alimentos y la propagación de enfermedades.
En noviembre pasado, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió órdenes de arresto contra el primer ministro israelí BenjamÍn Netanyahu y su exministro de Defensa Yoav Gallant por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos en Gaza.
Además, Israel enfrenta una acusación de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por su ofensiva contra el enclave.
