“Una fosa común”. Así describió la organización Médicos Sin Fronteras las devastadoras condiciones que sufren los palestinos en Gaza a causa de la brutalidad de la ofensiva israelí, mientras la ONU denuncia el desplazamiento de medio millón de personas en menos de cuatro semanas. Pero Tel Aviv parece no tener freno: mientras continúa sus ataques, elevando la cifra de muertos y heridos, el ejército israelí ha anunciado que convirtió al menos un 30% del territorio del enclave en una “zona de amortiguamiento”. En otras palabras, a los palestinos en Gaza los están asfixiando.
"Gaza se ha convertido en una fosa común de palestinos y de aquellos que vienen a ayudarlos. Estamos presenciando en tiempo real la destrucción y el desplazamiento forzado de toda la población", sostuvo Amande Bazerolle, coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras.
"Sin un lugar seguro para los palestinos o aquellos que intentan ayudarlos, la respuesta humanitaria enfrenta graves obstáculos bajo el peso de la inseguridad y la escasez crítica de suministros, dejando a la gente con pocas, si es que alguna, opciones para acceder a la atención", añadió Bazerolle. Gaza lleva más de mes y medio bajo un bloqueo total a la entrada de ayuda humanitaria, médica y de socorro, que Israel impuso el 2 de marzo.
Por su parte, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) alertó que, desde que Tel Aviv rompió el frágil alto el fuego en Gaza el pasado 18 de marzo, al menos 500.000 palestinos han sido nuevamente desplazados. Y remarcó que el enclave sufre su peor crisis humanitaria desde el 7 de octubre de 2023, cuando Tel Aviv lanzó sus incesantes bombardeos.
Bajo estas devastadoras condiciones, el Ministerio de Salud de Gaza afirmó que los pocos hospitales que aún funcionan tienen crecientes obstáculos para operar, y los suministros médicos se agotan. "Cientos de pacientes y heridos se ven privados de medicamentos esenciales, y su sufrimiento se agrava debido al cierre de los cruces fronterizos", declaró.
El 30% de Gaza es ahora una “zona de amortiguamiento”
Como si la crisis humanitaria no fuera suficiente, el Ejército de Israel anunció que al menos un tercio del enclave está ocupado militarmente por Tel Aviv y es considerado “zona de amortiguamiento”. Este miércoles, señaló en un comunicado que ha “logrado el control operativo total sobre varias áreas clave y rutas en toda Gaza”. También agregó que "aproximadamente el 30% del territorio del enclave está ahora designado como Perímetro de Seguridad Operacional".
Este mes, el ministro de Defensa, Israel Katz, declaró que el ejército busca reducir y aislar a Gaza, como parte de una escalada en la ofensiva al enclave. Las autoridades israelíes, continúan sosteniendo que la “presión militar” es la única manera de obligar a Hamás a liberar a los rehenes que aún permanecen retenidos en Gaza.
Los rehenes y las negociaciones para un alto el fuego
Tel Aviv señala que hay 59 rehenes en manos de Hamás, de los cuales se cree que 24 siguen con vida. El miércoles, el grupo Yihad Islámica Palestina difundió un video de un rehén israelí-alemán, en el que apelaba a las autoridades israelíes y al presidente de EE.UU., Donald Trump, para asegurar su liberación. Su familia y los medios israelíes lo identificaron como Rom Braslavski, de Jerusalén.
En medio de esta situación, Hamás ha confirmado haber recibido una propuesta de Israel para un alto el fuego de 45 días, negociado a través de mediadores, que incluiría la liberación de varios rehenes. Sin embargo, la propuesta de Tel Aviv también exige que Hamás se “desarme” para garantizar el fin definitivo de la ofensiva, algo que la resistencia palestina rechaza rotundamente.
Sin embargo, Mahmoud Mardawi, alto funcionario de Hamás, declaró a la agencia de noticias AFP que el grupo está aún preparando su contestación a la propuesta israelí, pero insistió en que "las armas de Hamás no estarán sujetas a ninguna negociación".
Israel mata al menos a 25 palestinos en ataques nocturnos
La violencia israelí sigue dejando una estela de muerte y destrucción. En la madrugada del miércoles, la agencia de Defensa Civil de Gaza reportó una serie de bombardeos aéreos israelíes que impactaron diversos campamentos de refugiados palestinos, dejando al menos 25 muertos.
Según Mahmud Bassal, portavoz de la agencia, uno de los ataques tuvo como objetivo varias tiendas de campaña en la zona de Al-Mawasi, en la ciudad sureña de Jan Yunis, causando la muerte de 16 personas. "Al menos 16 mártires, en su mayoría mujeres y niños, y otras 23 personas resultaron heridas tras el impacto directo de dos misiles israelíes sobre las tiendas de campaña que albergaban a familias desplazadas en Al-Mawasi, en Jan Yunis", declaró Bassal a la AFP.
Además, el portavoz informó que otros dos ataques en campamentos de desplazados causaron la muerte de ocho personas y dejaron varios heridos. Siete de las víctimas fueron alcanzadas en un ataque contra tiendas de campaña en Beit Lahia, al norte de Gaza, mientras que otro bombardeo cerca de Al-Mawasi mató a un padre e hijo, quienes vivían en una tienda de campaña, agregó Bassal.
Desde que reanudó su ofensiva militar en marzo, tras dos meses de alto el fuego en Gaza, las fuerzas israelíes han matado a más de 1.600 palestinos, según las autoridades de salud locales.
Esta nueva arremetida se suma a un saldo devastador: desde el inicio de la masacre en octubre de 2023: más de 51.000 palestinos han muerto, la mayoría mujeres y niños. Gaza ha quedado prácticamente reducida a escombros, con la mayor parte de su población desplazada y miles de heridos sin acceso a atención médica.
En consecuencia, en noviembre de 2023, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Gallant, por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad cometidos en Gaza. Además, Israel enfrenta una demanda por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia, un proceso que podría llevar al país a rendir cuentas al fin por sus acciones en el enclave.