ESPAÑA
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¿Por qué los incendios en España han sido tan voraces este verano y qué se puede hacer?
España atraviesa la peor crisis de incendios forestales en más de 30 años, con casi 400.000 hectáreas quemadas. Las llamas han obligado a la evacuación de 33.750 personas, mientras dejan en evidencia la urgencia de estrategias de prevención y gestión
¿Por qué los incendios en España han sido tan voraces este verano y qué se puede hacer?
España enfrenta su peor incendio forestal en 30 años, con casi 400.000 hectáreas consumidas por las llamas en 2025. / AP
hace 21 horas

España, consumida por el fuego, ha visto cómo los incendios forestales han devorado ya casi 400.000 hectáreas en lo que va de 2025, según datos recogidos por el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS, por sus siglas en inglés). Se trata de la mayor tragedia de este tipo que sufre el país en los últimos 30 años. Un récord siniestro. 

Así, los incendios forestales que arden en el país alcanzaron un máximo en la cantidad de superficie quemada desde que, en 2006, comenzaron los registros vía satélite en la Unión Europea. Los fuegos de este año ya superaron a los incendios del 2022, que había sido considerado el peor período en cuanto a superficie quemada con, 306.555 hectáreas reducidas a cenizas. 

Ahora bien, si se tienen en cuenta registros históricos del antiguo Ministerio de Medio Ambiente de España, que se remontan la década de 1960, se trata del peor incendio forestal en España desde 1994.

Miles de evacuados

El Ministerio del Interior reporta que se han evacuado 33.750 personas por cuenta de las furiosas llamas. Además, la directora general de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones, destacó que España está recibiendo actualmente el “mayor contingente de ayuda internacional de la historia de nuestro país” para sofocar los incendios. 

Los pronósticos han dado algo de esperanza en medio del desastre. Este martes, las temperaturas bajaron en toda España y aumentó la humedad en muchos lugares, lo que debería facilitar la extinción de los fuegos.

Sin embargo, tres regiones de la mitad oeste del país –Galicia, Castilla y León y Extremadura–, siguen luchando contra focos fuera de control. Además, en menos de dos semanas han perdido 100.000 hectáreas.

Este martes el presidente Pedro Sánchez subrayó la necesidad de no bajar la guardia y mantener la alerta. Aún "quedan horas difíciles" en la lucha contra las llamas, declaró en una visita a Extremadura, una de las regiones más afectadas.

"No nos confiemos, que quedan momentos críticos", dijo Sánchez en su segunda visita a la zona de incendios. También reiteró que buscará "un pacto de Estado frente a la emergencia climática".

"Cada año se agrava la emergencia climática, cada año es más recurrente y cada año se aceleran los efectos de esta emergencia climática", en particular "en la península ibérica", argumentó.

¿Por qué los incendios han sido tan devastadores este año?

Los fuegos masivos en los bosques de España durante el verano no son algo nuevo, y tanto en el país como en otras zonas del mundo suelen protagonizar titulares todos los años. 

Lo cierto es que, hasta cierto punto, los incendios forman parte natural del ciclo de los ecosistemas. No obstante, existen ciertos factores que llevaron a que este año hayan sido especialmente catastróficos en la península, provocando una devastación histórica en las últimas décadas. 

En primer lugar, España vivió una primavera particularmente lluviosa, lo que permitió el aumento de la vegetación en las zonas forestales. Posteriormente, el verano generó varias olas de calor consecutivas y especialmente largas, agravadas por los efectos del cambio climático. Así, las altas temperaturas generaron una sequía generalizada en lo que ya era más vegetación de lo habitual, lo que permitió que las llamas se propagasen con más fuerza y más velocidad, consumiendo todo a su paso con ayuda de los fuertes vientos que azotaron la península en los últimos días. 

Por otra parte, el paisaje forestal es un factor clave para entender por qué los incendios consiguen arrasar tanta superficie en tan poco tiempo.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) de España elaboró un informe que analiza los aspectos clave de los incendios y su propagación. En el documento se mencionan factores como la despoblación, el abandono del rural y sus actividades como la ganadería, la agricultura o el aprovechamiento de la leña, y el consiguiente traslado de las poblaciones a núcleos urbanos. 

La combinación de estos factores lleva a un abandono de tierras forestales, en las que se genera biomasa que se convierte en combustible para las llamas. Esta uniformización en el paisaje forestal produce una continuidad paisajística en la que cada vez hay menos fragmentos de tierra cuidados que permiten que el fuego se extinga o, al menos, deje de propagarse. 

Asimismo, el modelo de gestión de presupuestos es un factor clave a la hora de abordar los incendios forestales. El gasto en prevención de incendios en España bajó a la mitad desde el año 2009: antes, el Estado y las comunidades autónomas destinaban 364 millones al año, mientras que en la actualidad la cifra oscila los 175 millones. La organización ecologista internacional Greenpeace, no obstante, defiende que sería necesaria una inversión de unos 1.000 millones al año para llevar a cabo una gestión eficaz, y evitar así un gasto aún muchísimo mayor en extinción de las llamas. 

Además, entre el 70% y el 80% del presupuesto en el país se destina a la extinción, frente a un 20% a 30% en prevención, al contrario de lo que recomiendan organismos internacionales como la Comisión Europea o la FAO

¿Qué se puede hacer para evitar que los incendios alcancen esta gravedad?

Más allá del despliegue de equipos de respuesta que extingan el fuego cuando ya se ha desatado, la clave para reducir los incendios está en la prevención y en una buena gestión del territorio.

El pastoreo preventivo es una de las acciones que permite reducir los riesgos forestales. Consiste en dirigir a los rebaños a pastar en fragmentos de tierra seleccionados, para que los animales reduzcan el pasto y el matorral en zonas estratégicas, evitando la posible propagación del fuego. Se trata de una práctica común que se realiza en las diferentes comunidades autónomas del país.

Un ejemplo de esta actividad es la organización catalana Ramats de Foc (“Rebaños de fuego” ,en español), que defiende que una solución factible de los incendios pasa por “la gestión sostenible de los bosques y de los paisajes forestales”. 

Su proyecto consiste en colaborar con ganaderos para organizar el pastoreo en áreas seleccionadas por los bomberos de Cataluña y otros especialistas para reducir la densidad de vegetación y así disminuir el riesgo de propagación del fuego.

El pastoreo controlado cumple así una doble función: por un lado, mantiene franjas de terreno despejadas que interrumpen la continuidad del bosque, dificultando la expansión de un incendio; y por otro, crea espacios que facilitan el trabajo de los equipos de extinción en caso de que el fuego se produzca.

Pero la prevención no se limita al pastoreo. Otro tipo de iniciativa consiste en permitir que ciertas zonas del bosque ardan de manera controlada, para evitar incendios de gran magnitud. Es lo que se conoce como tierras prescritas: pequeños fuegos controlados y aprobados por las autoridades competentes, que reducen la acumulación de combustible vegetal, renuevan la tierra, aportan nutrientes, generan nuevas áreas de pastoreo y abren posibles espacios de maniobra para equipos de respuesta en caso de incendios colindantes. 

De hecho, como explica un reportaje del medio especializado en crisis climática Sonda Internacional, se trata de una actividad que se realiza en Portugal desde hace casi 50 años, país referente en este tipo de estrategias de prevención.

En una entrevista con la agencia de noticias EFE este martes, la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, recordó que las competencias del gobierno central en materia de incendios son limitadas, ya que su gestión corresponde a los gobiernos de cada comunidad autónoma. Así, declaró que no se debe esperar a que los incendios se produzcan, sino que es necesaria una labor de prevención, limpieza, formación, y “un cuidado a las brigadas que trabajan en los territorios”. 

Huir de casa con lo justo: el impacto del fuego en las personas

Mientras los servicios de extinción siguen trabajando sin descanso para intentar dar por estabilizados los focos activos, la tragedia aún acecha a los pobladores, quienes viven en primera persona el horror de las llamas, con el miedo a perder sus tierras, hogares, medios de subsistencia, y hasta sus propias vidas.

En Palencia, Castilla y León, vecinos relataron a la agencia de noticias EFE el lunes la angustia de evacuar sus hogares mientras el fuego avanzaba sin piedad hacia ellos.

“Fue todo muy caótico”, resumió a EFE Manuel, vecino de Villalba. “Ya teníamos algo preparado por si acaso, pero cuando te dicen que salgas de tu casa, es un mazazo. Lo que te pide el cuerpo es quedarte a ayudar, pero no te dejan. Y te vas con miedo, con impotencia, sin saber qué va a pasar con lo tuyo”, relata.

A su lado, Pilar recordó que primero metió la medicación, después algo de ropa, pero dice que “te quedas en blanco, no sabes qué llevarte”. 

En otra localidad, Mantinos, la historia se repite. “Lo peor es la impotencia de ver el fuego tan cerca y no poder hacer nada. Te desalojan y piensas en tu casa. Y en la gente que tiene ganado, en los animales y los que se quedaron con los tractores para intentar frenar las llamas”, explica José María resumiendo el sentir de muchos.

Por su parte, Monse Juanes, psicóloga de la Cruz Roja, explicó a la agencia que “nadie piensa que un día puede tener que salir corriendo porque el fuego se acerca a su pueblo”, relatando el shock inicial de los vecinos. “Lo más duro es asumir que tu casa, tu vida, pueden estar en peligro”. 






FUENTE:TRT Español y agencias
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