El senador estadounidense Chris Van Hollen confirmó que logró reunirse este jueves con el salvadoreño Kilmar Ábrego García, deportado erróneamente a su país por el Gobierno de Donald Trump, y cuyo caso ha generado controversia. “Dije que el objetivo principal de este viaje era reunirme con Kilmar. Esta noche tuve esa oportunidad”, escribió Van Hollen en la red social X.
Luego añadió que había llamado a la esposa de Ábrego, Jennifer Vásquez, “para transmitirle su mensaje de amor. Espero poder ofrecer una actualización completa a mi regreso”. En las fotos que compartió Van Hollen se ve al salvadoreño vestido con camisa a cuadros y gorra.
A pesar de contar con una protección legal que impedía su deportación a El Salvador, Ábrego fue expulsado de Estados Unidos y recluido en la megacárcel de seguridad que el presidente Nayib Bukele construyó en su lucha contra las pandillas.
Van Hollen, quien llegó el miércoles a El Salvador, dijo que enfrentó varios obstáculos para poder reunirse con Ábrego. En una conferencia de prensa, el senador demócrata señaló que militares salvadoreños le impidieron visitar al salvadoreño en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), a 75 km de San Salvador, donde se encuentra recluido. "Los soldados nos dijeron que tenían órdenes de no dejarnos avanzar más", señaló.
También calificó la detención de Ábrego como un secuestro ilegal y una violación del debido proceso. En ese sentido, insistió en que continuará luchando por su regreso seguro a EE.UU. y por el respeto a sus derechos. Justamente señaló que se debe garantizar que el salvadoreño "tenga derecho al debido proceso, tal como han exigido los tribunales de Estados Unidos".
Bukele ironiza sobre reunión de senador y Ábrego García
Por su parte, Bukele publicó tres fotos de la reunión de Van Hollen y Ábrego, acompañadas de un mensaje cargado de ironía: "Kilmar Ábrego García, milagrosamente resucitado de los 'campos de exterminio' y la 'tortura', ¡ahora tomando margaritas con el senador Van Hollen en el paraíso tropical de El Salvador!".
En un segundo mensaje, el presidente aseguró que el salvadoreño permanecerá detenido en su país: "Ahora que se ha confirmado su salud, le corresponde el honor de permanecer bajo custodia de El Salvador".
No es la primera vez que Bukele niega la posibilidad de liberar a Ábrego. Durante su visita a la Casa Blanca para reunirse con Donald Trump, afirmó que, aunque podría ordenar su excarcelación, no lo hará. "No nos gusta mucho liberar terroristas en nuestro país", expresó, añadiendo: "Por supuesto que no voy a hacerlo. ¿Cómo voy a enviar de contrabando a un terrorista a Estados Unidos?".

La simpatía entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo de El Salvador, destacó durante la reunión que sostuvieron en la Casa Blanca. Un encuentro que fortaleció los lazos entre ambos países. Esto fue lo que pasó.
Y las reacciones desde la Casa Blanca no se hicieron esperar. La secretaria de Prensa, Karoline Leavitt, criticó la visita Van Hollen e insistió en acusar a Ábrego García de ser de la "MS-13 terrorista extranjera". También advirtió que si vuelve a Estados Unidos "sería deportado nuevamente de inmediato".
"No me sorprende que el presidente Trump y la Casa Blanca no estén contentos con mi visita a El Salvador porque pone de relieve el hecho de que" están "ignorando una orden judicial", aseguró Van Hollen.
Por su parte, los congresistas demócratas Cory Booker, Maxwell Alejandro Frost y Robert García también prevén viajar a El Salvador por el caso de Ábrego, según medios estadounidenses.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibe este lunes en la Casa Blanca a su homólogo de El Salvador, Nayib Bukele, un aliado clave en Latinoamérica.
Una deportación errónea
Ábrego García era residente legal en EE.UU., con un permiso de trabajo válido, y vivía en Maryland junto a su esposa ciudadana estadounidense, Jennifer Vásquez, al momento de su arresto. Desde 2019, tenía un estatus legal protegido, tras un fallo judicial que determinó que no debía ser deportado a El Salvador, pues corría riesgos en su país de origen.
El caso llegó a tribunales inferiores que habían ordenado que el Gobierno de Estados Unidos lo devolviera a ese país, pero la administración de Trump impugnó las decisiones, alegando que Ábrego García formaba parte de la pandilla salvadoreña MS-13, una acusación que las cortes desestimaron por falta de pruebas.
Además, sostenía que ya no tenía jurisdicción para asegurar la liberación de Abrego García, ahora que se encuentra en territorio de El Salvador.
El caso escaló hasta la Corte Suprema, que la semana pasada le ordenó al Gobierno de Trump “facilitar” el regreso de Ábrego al país, y “asegurarse de que su caso se maneje como lo habría hecho si no hubiera sido enviado inapropiadamente a El Salvador".
El caso llevó a que las juezas liberales Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson emitieran una declaración minoritaria en la que argumentaban que no existía "fundamento legal" para la deportación de Ábrego García a El Salvador. Además, recomendaron que el tribunal de primera instancia "siga garantizando que el gobierno cumpla con su obligación de respetar la ley".
"El argumento del gobierno... implica que podría deportar y encarcelar a cualquier persona, incluidos ciudadanos estadounidenses, sin consecuencias legales, siempre que lo haga antes de que un tribunal pueda intervenir", advirtieron las juezas en su declaración, subrayando el peligro de este tipo de acciones.