CLIMA
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Diseñadores de videojuegos apuestan por mostrar los impactos del cambio climático
Figuras clave del sector de los videojuegos se están uniendo para incorporar temas climáticos en sus productos, con el objetivo de educar e involucrar a millones de jugadores en todo el mundo.
Diseñadores de videojuegos apuestan por mostrar los impactos del cambio climático
"Terra Nil", un juego de estrategia lanzado el pasado marzo, desafía la norma del gaming al centrarse en la reconstrucción de ecosistemas en lugar de la destrucción. A pesar del escepticismo inicial, ha atraído a 300.000 jugadores, lo que demuestra que los temas de la crisis climática pueden resonar. / Otros
17 de diciembre de 2024

El diseñador de videojuegos Sam Alfred es muy consciente del desafío que enfrenta al intentar crear un videojuego que tenga la crisis climática como tema central.

Las listas de los videojuegos más vendidos están llenas de títulos que promueven la destrucción y la violencia, en lugar de un compromiso constructivo con el medio ambiente.

Sin embargo, "Terra Nil", un videojuego de estrategia diseñado por Alfred y lanzado en marzo del año pasado, pone a los usuarios a cargo de reconstruir ecosistemas. Desde entonces ha atraído a 300.000 jugadores, según la publicación Devolver Digital.

"He perdido la cuenta de cuántas personas han descartado el juego o se han burlado de él por su naturaleza, porque es un juego que no se trata de dispararles a personas ni de un expansionismo desenfrenado", dijo Alfred.

"El medio ambiente es el punto central del juego. La idea era mostrar a los jugadores, a otros desarrolladores de videojuegos y a las personas en general que es posible crear un juego de estrategia sin explotar el medio ambiente", añadió.

Fiel a su palabra, este sudafricano de 30 años pide a los jugadores de Terra Nil que ayuden a descontaminar zonas radiactivas con girasoles y a salvar la Gran Barrera de Coral, entre otras tareas relacionadas con el clima.

Ahora bien, Alfred no es el primer diseñador que incluye un mensaje ambiental en sus juegos, ni tampoco el primero en recibir críticas por ello.

Polarización

En 2017, "Cities: Skylines", un juego de construcción de ciudades, introdujo su extensión "Green Cities", en la que los usuarios podían crear su metrópolis ideal incluyendo la contaminación y la gestión ambiental.

"Recuerdo que la extensión Green Cities fue algo que, sorprendentemente, polarizó a la audiencia", dijo Mariina Hallikainen, directora general de Colossal Order, el estudio finlandés que desarrolló el juego.

"Hubo comentarios de que ahora estábamos arruinando el videojuego al volverlo político", añadió.

El equipo detrás de la extensión Green Cities niega que hubiera un mensaje político explícito, al señalar que los jugadores podían elegir si hacían que su ciudad fuera ecológica o no.

Y otros estudios también se han animado a incluir el tema climático en sus juegos.

El gigante de los videojuegos de estrategia "Civilization" incluyó la crisis climática en una extensión de su sexta edición en 2019.

Con un estimado de 3.000 personas que usan videojuegos al menos una vez al año, los activistas climáticos han considerado a este sector desde hace tiempo como una audiencia potencial.

Incluso las Naciones Unidas han intentado crear un juego sobre el cambio climático: "Mission 1.5", que según ellos llegó a más de seis millones de personas.

'Superpoder'

Figuras de la industria de los videojuegos se han unido en varios colectivos para ver cómo pueden incluir el tema climático en sus productos.

Estudios, asociaciones comerciales e inversores formaron "Playing for the Planet", una alianza respaldada por las Naciones Unidas que organiza un "Green Game Jam" cada año desde 2020.

Otras figuras del sector se unieron para formar una rama climática de la Asociación Internacional de Desarrolladores de Juegos (IGDA) en 2019.

"Tienen un superpoder: son creadores de juegos", dijo Arnaud Fayolle, director artístico de la editorial Ubisoft y figura clave en la rama climática de la IGDA, durante su conferencia el año pasado.

"Pueden hablar con 3.000 millones de jugadores en todo el planeta que ya confían en lo que tienen que decir, pueden enseñar problemas complejos de una manera divertida y atractiva que las escuelas nunca podrán igualar", completó.

La rama de la IGDA reúne a casi 1.500 profesionales de la industria, profesores universitarios y especialistas en ecología y clima, quienes comparten su experiencia para infundir videojuegos con temas climáticos y motivar a los jugadores a involucrarse.

"La idea es generar un impacto cultural positivo a través de la estética, la narrativa, las mecánicas de juego y la tecnología", completó Fayolle.

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