EE.UU. Y CANADÁ
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Aumentan críticas al Pentágono por el caso de "Signalgate" en medio de letales bombardeos a Yemen
La filtración de conversaciones del Gobierno de EE.UU., con detalles confidenciales sobre ataques en Yemen, ha desatado las críticas por el manejo de información reservada, mientras Washington intensifica bombardeos en la región.
Aumentan críticas al Pentágono por el caso de "Signalgate" en medio de letales bombardeos a Yemen
El secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth. / Getty
21 de abril de 2025

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, está en el centro de un creciente escándalo tras revelarse que compartió detalles confidenciales sobre operaciones militares en Yemen a través de Signal, una aplicación de mensajería no autorizada para la transmisión de información clasificada.

Según el diario The New York Times, Hegseth creó un segundo grupo de chat en Signal llamado “Defense Team Huddle” (que traduce “Reunión del Equipo de Defensa”), en el que estaban 13 personas, incluida su esposa Jennifer, exproductora de Fox News, y su hermano Phil Hegseth, asesor en el Departamento de Seguridad Nacional. Ambos han acompañado al secretario en viajes oficiales y participado en reuniones de alto nivel.

En este grupo, Hegseth difundió información crítica, incluidos los horarios de vuelo de los cazas F/A-18 Hornet que participaron en ataques aéreos contra objetivos hutíes en Yemen durante el mes de marzo, de acuerdo a los reportes. Esta información ya había sido compartida en otro grupo de Signal con altos funcionarios del Gobierno del presidente Donald Trump.

Una fuente anónima con conocimiento sobre el contenido de los mensajes confirmó a la agencia Associated Press la existencia de este segundo chat, subrayando la cantidad de personas que hacían parte de él, pese a tratarse de una plataforma no autorizada para el intercambio de datos sensibles de seguridad nacional.

El origen del "Signalgate"

El escándalo se destapó tras conocerse el contenido de un primer grupo de Signal creado por Mike Waltz, asesor de seguridad nacional en el que también participaban miembros del gabinete. En un descuido, el editor en jefe de The Atlantic, Jeffrey Goldberg, fue añadido al grupo, lo que llevó a la publicación del contenido del chat.

Los mensajes filtrados revelaban una planificación detallada de ataques, incluyendo sistemas de armas y cronogramas dirigidos contra los hutíes respaldados por Irán en Yemen. A pesar de la gravedad de los hechos, Hegseth negó que se haya compartido información clasificada, afirmando ante la prensa: “Nadie estaba enviando planes de guerra por mensajes de texto, y eso es todo lo que tengo que decir al respecto”.

Sin embargo, el uso de Signal para divulgar este tipo de detalles ha suscitado serias preocupaciones sobre el manejo de inteligencia militar dentro de la administración Trump, especialmente cuando los planes estaban relacionados con una campaña aérea activa en uno de los conflictos más sensibles del mundo.

Yemen: los bombardeos más letales en años

Mientras crece la polémica en Washington, la situación en Yemen se ha deteriorado drásticamente a raíz de los bombardeos de Estados Unidos, cuya planificación fue discutida en los mencionados grupos. La campaña aérea, que comenzó a mediados de marzo, ha escalado hasta convertirse en una de las más letales desde el inicio del conflicto en octubre de 2023.

El jueves, al menos 80 personas murieron y otras 171 resultaron heridas tras un ataque nocturno de Estados Unidos contra el puerto petrolero de Ras Isa, en la costa del mar Rojo. Se trata del episodio más sangriento desde que Washington lanzó su ofensiva aérea contra los hutíes, en represalia por los ataques de estos contra embarcaciones en el mar Rojo y el golfo de Adén.

Según el Ministerio de Salud de los hutíes, las víctimas fueron impactadas directamente por los bombardeos dirigidos a infraestructuras clave bajo control rebelde. La destrucción del puerto, vital para el suministro de combustible, representa un golpe significativo para la población civil y la ya colapsada economía yemení.

El domingo por la noche, otra ola de ataques aéreos alcanzó el barrio de Farwah, en el distrito de Shaub, en el centro de Saná, dejando al menos 12 muertos y 30 heridos, de acuerdo con cifras preliminares del Ministerio de Salud hutí, citadas por la agencia oficial Saba. Las autoridades advirtieron que el número de víctimas podría aumentar, ya que los equipos de rescate continúan buscando cuerpos entre los escombros.

Los bombardeos se extendieron también a la montaña de Faj Attan, donde se presume que hay almacenes de armas y municiones, y al Proyecto de Limpieza, una infraestructura que ha sido atacada repetidamente por fuerzas saudíes durante el conflicto. Además, la isla de Kamaran, frente a los puertos de Al Salif y Ras Isa, fue blanco de múltiples incursiones, al igual que el distrito de Al-Jawba en Marib, un punto estratégico en el conflicto entre hutíes y fuerzas gubernamentales.

El viernes, otra serie de ataques estadounidenses resultó en al menos 74 muertos y más de 150 heridos en Ras Issa, elevando aún más el número de víctimas desde el inicio de la ofensiva.

Del mar Rojo a Washington

La campaña de bombardeos de Estados Unidos en Yemen se enmarca en una respuesta directa a los ataques hutíes contra barcos comerciales y militares en el mar Rojo, iniciados en solidaridad con la población palestina tras el comienzo de la ofensiva israelí en Gaza el 7 de octubre de 2023.

Desde enero de 2024, y bajo órdenes de la administración Trump, las fuerzas estadounidenses han llevado a cabo ataques aéreos casi a diario. Esta campaña ha generado preocupación internacional. El portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, declaró recientemente que el organismo está “profundamente preocupado” por la escalada de violencia y el número creciente de víctimas civiles.

La crisis también ha tenido consecuencias económicas globales: aproximadamente el 12% del comercio marítimo mundial transita normalmente por el mar Rojo. Los ataques hutíes han obligado a numerosas navieras a desviar sus rutas hacia el sur de África, encareciendo los costos logísticos a nivel mundial.

El futuro del “Signalgate”

A pesar de la magnitud de las revelaciones sobre el uso indebido de canales de comunicación no seguros para coordinar ataques militares, hasta la fecha no se han tomado medidas disciplinarias visibles contra Pete Hegseth ni otros altos funcionarios de seguridad nacional involucrados en los chats de Signal.

El escándalo, bautizado como “Signalgate”, ha abierto interrogantes sobre el manejo de información clasificada en los niveles más altos del gobierno estadounidense, especialmente en contextos de guerra activa. La aparente impunidad con la que se ha manejado la filtración ha provocado indignación tanto en círculos diplomáticos como entre expertos en seguridad nacional.

Mientras las investigaciones internas parecen estancadas, el costo humano de las decisiones discutidas en esas conversaciones sigue aumentando con cada nuevo bombardeo en Yemen.

La comunidad internacional, por su parte, observa con preocupación tanto la escalada militar como la fragilidad institucional demostrada por el Pentágono ante un caso que compromete la seguridad, la legalidad y la responsabilidad en el uso de la fuerza militar.


FUENTE:TRT Español y agencias
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