Lago Escondido: el polémico enclave del millonario Joe Lewis con nexos israelíes en la Patagonia
AMÉRICA LATINA
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Lago Escondido: el polémico enclave del millonario Joe Lewis con nexos israelíes en la PatagoniaEl magnate británico Joe Lewis convirtió un paraíso natural de la Patagonia argentina en una finca privada. Construyó un aeropuerto, bloqueó el acceso y ahora invita a miles de soldados israelíes. Un conflicto de soberanía que aún persiste.
Vista del lago rodeado de montañas, en medio de una disputa por el acceso público. Foto: X/AlciraArgumedo / TRT Español
hace 14 horas

Lago Escondido, al pie de la Cordillera de los Andes, en la Patagonia argentina, es un sitio de ensueño, rodeado de bosques nativos, senderos frondosos y montañas. Sin embargo, el acceso a ese paraíso está prohibido para los argentinos: el magnate británico Joe Lewis se apropió de miles de hectáreas y lo transformó en un enclave del lobby local e internacional, donde viola las leyes de Defensa Nacional y de Seguridad de Fronteras y ataca a pobladores que reclaman en la zona.

En 1996, Lewis, dueño de la sexta mayor fortuna de Inglaterra, adquirió de forma irregular 13 mil hectáreas en la provincia argentina de Río Negro, a cinco kilómetros de la frontera con Chile y con una inmensa reserva de agua dulce en su interior. El procedimiento violó la ley 15.385 de Seguridad de Fronteras, que establece una franja de 150 kilómetros en la frontera terrestre que sólo pueden ser adquiridas por argentinos nativos autorizados por una comisión especial. Para eso, contó con la presunta colaboración de funcionarios locales.

Hasta entonces, el acceso al lago era público, por un camino utilizado por vecinos y turistas. Pero la llegada de Lewis cambió el equilibrio en la zona.

La comunidad reaccionó ante la privatización del lago impuesta tras la llegada del multimillonario inglés, dueño del club de fútbol Tottenham y condenado en Estados Unidos a tres años de libertad condicional por tráfico de información privilegiada para beneficiar a allegados, amigos y amantes.

Durante los últimos 20 años vecinos y organizaciones sociales han protestado en la zona, exigiendo que se restablezca el acceso público al espejo de agua. Pero, ¿cómo logró apropiarse de una porción de tierras estratégicas y quién se beneficia con su posesión? 

Entramado irregular 

Lewis recurrió a su poder de lobby para eludir las leyes. Como la legislación impedía a extranjeros adquirir tierras a menos de 150 kilómetros de las fronteras, constituyó una empresa con accionistas argentinos, HR Properties Buenos Aires SA, para concretar la compra. Poco antes de recibir la aprobación estatal, la firma incorporó como accionista a Charles Barrington Lewis, hijo del empresario británico.

Años más tarde, H.P Properties Buenos Aires se convertiría en Hidden Lake SA, que hoy pertenece al holding británico Tavistock Group, de Lewis. 

Desde 2005, hubo denuncias por irregularidades en la compra de las tierras impulsadas por la comunidad a causa de la violación de leyes locales. 

Sin embargo, esta causa judicial prescribió en 2016, durante el Gobierno del entonces presidente Mauricio Macri (2015-2019), con quien Lewis mantenía una relación de amistad de público conocimiento, e incluso llegó a visitar la mansión del millonario junto a Barack Obama.

En 2022, Lewis financió una cumbre secreta de jueces, fiscales, funcionarios y empresarios de medios de comunicación argentinos que se alojaron en su mansión. Entre ellos estaban los jueces Julián Ercolini, Carlos Mahiques y Pablo Yadarola; el entonces secretario de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro; uno de los CEOs del Grupo Clarín, Jorge Rendo, y un exdirector de los servicios de inteligencia locales, Leonardo Bergroth.

La organización estuvo en manos del gerente de Hidden Lake, Nicolás Van Ditmar, empresario inmobiliario de la zona, denunciado por privación de libertad, piratería y sedición.

El presidente en ese momento, Alberto Fernández (2019-2023), denunció por corrupción, acusándolos por incumplimiento de los deberes de funcionario público y admisión de dádivas, aunque recientemente esa causa fue archivada. Para Fernández, estaba en juego la independencia judicial. 

En 2023, un informe gubernamental indicó que Hidden Lake SA es una “sociedad ficticia” que no produce bienes agropecuarios, según asegura, sino que funciona como una excusa para encubrir la apropiación del lago. El gobierno de Fernández incluso solicitó la intervención judicial de la empresa de Lewis, que nunca se concretó. 

Lago Escondido y el verdadero poder de Lewis

El feudo que construyó Lewis en la fría Patagonia argentina incluye una mansión, usinas eléctricas, helipuerto, aeropuerto sin control del Estado, canchas de fútbol y campos de equitación. 

El camino de Tacuifí, que históricamente permitía el acceso al lago, fue transformado en propiedad privada y es custodiado celosamente por un ejército privado integrado por habitantes de la zona a quienes el millonario mantiene económicamente.

Durante años, la justicia ordenó reabrir el acceso al lago y habilitar un sendero público frente al espejo de agua. Sin embargo, sorpresivamente en 2023, el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro falló a favor de Lewis, revocó las sentencias previas y afirmó que no hay afectación, pues existe otro camino disponible. Pero ese sendero de montaña de 33 kilómetros requiere varios días de caminata hasta llegar al lago y una gran exigencia física.

Ahora la Corte Suprema de Justicia argentina debe definir –aunque sin plazos– si ratifica o revoca ese último fallo emitido por el tribunal rionegrino.

Paraíso vedado

“La comunidad históricamente podía llegar al lago sin problema hasta que Lewis compró las tierras”, aseguró Camilo Gómez Montero, cineasta y director del documental “Lago Escondido, soberanía en juego”, en diálogo con TRT Español. El film relata la aventura emprendida por 65 activistas para acampar en el lago, al pie de la mansión de Lewis. 

El objetivo del documental fue demostrar que “para cualquier argentino sería imposible de hacer, por los problemas que representa la naturaleza y las fuerzas de choque de Lewis”, que de forma permanente amedrentan y golpean a visitantes y pobladores.

Aunque lo lograron, debieron tolerar el hostigamiento permanente. “Es absurdo, hay un camino de tierra accesible por el que se podría llegar”, resaltó Gómez Montero.

“Yo vivo en el paraíso, miro la montaña y siento que es un sueño”, por su parte aseguró Raúl Brigues, dueño de un restaurante frente al camino bloqueado, a TRT Español. Aunque hace 30 años se instaló en la zona, nunca pudo conocer el lago. Tampoco muchos de sus vecinos y amigos, algunos nacidos y criados en la zona.

“Además de hacer uso civil, pretendo hacer uso laboral y comercial. Esta zona se podría convertir en un punto de destino muy atractivo”, explicó.

En 2024, Brigues fue golpeado por uno de los integrantes de la fuerza de choque que sistemáticamente ataca a los manifestantes que reclaman por el libre acceso al lago. “Me fracturó el tabique y me lesionó una rodilla de por vida”, contó.

El lobby sionista y los intereses de Israel

Años atrás, una investigación de Thierry Meyssan, exoficial de inteligencia francés y periodista, reveló la visita de soldados israelíes que habitualmente recorren la zona y señaló que Lewis ha invitado a miles de soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel a su territorio.

Meyssan señaló que tras la Guerra de Malvinas en 1982, “el ejército israelí ha estado organizando campamentos vacacionales en la Patagonia para sus soldados. Entre 8.000 y 10.000 de ellos llegan cada año a pasar dos semanas en las tierras de Joe Lewis”.

“Hemos visto en la Patagonia a muchos de los jóvenes israelíes a quienes mandan a recorrer el sur argentino en un período de exploración. Son cadetes del ejército pagados por el estado de Israel”, afirmó el cineasta el cineasta Gómez Montero. En Sierra Grande, a pocos kilómetros de Lago Escondido, Lewis también controla una extensa propiedad que incluye una pista de aterrizaje cercana al mar argentino.

La presencia de Israel en la provincia es oficial: en 2023, el gobierno provincial de Río Negro firmó un contrato confidencial con Mekorot, la empresa estatal israelí de aguas, cediendo información hídrica y geológica sensible, otorgando inmunidad al personal y aceptando tribunales arbitrales en Inglaterra.

Al respecto, la abogada Florencia Gómez, exsecretaria de Política Ambiental y Recursos Naturales, dijo a TRT Español que se trata de una “pérdida de soberanía” y expresó su preocupación por la falta de control estatal sobre el convenio.

La soberanía en juego

Según el Registro Nacional de Tierras Rurales, hay 14,7 millones de hectáreas de suelo argentino en manos extranjeras, es decir, un 5,23% de las tierras del país.

Para Gómez, Lago Escondido es el “típico caso de enclave del poder económico en alianza con el Poder Judicial y el poder político y económico local”. Además, dijo que las maniobras de Lewis y Hidden Lake deben ser consideradas un “fraude en perjuicio del Estado y la ciudadanía que no debería prescribir nunca”.

Los pobladores anhelan la reapertura del camino de Tacuifí para acceder libremente al Lago Escondido. Aunque no pierden la esperanza, temen que la Justicia otra vez beneficie a Lewis, como ocurrió en el pasado. Gómez Montero, que pudo acampar a metros de la mansión de Lewis por 48 horas, describió el paisaje como “alucinante”: “Los atardeceres son emocionantes”. Sin embargo, apenas unos pocos privilegiados pueden verlos.

FUENTE:TRT Español
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