Esta primavera, el mundo del arte fijará sus ojos en Londres: allí reaparecerá una de las obras orientalistas más significativas del arte, que la casa de subastas Sotheby’s espera vender en más de un millón de dólares.
El 29 de abril, como parte de su esperada subasta de Arte Orientalista, Sotheby’s presentará la pintura “Preparando café”, del célebre Osman Hamdi Bey –posiblemente la figura más reverenciada del arte otomano–, una obra que estuvo extraviada por largo tiempo.
Valorada entre 1,3 y 2 millones de dólares, el cuadro de 1881 reaparece tras circular por más de un siglo en colecciones privadas europeas. Hasta hace poco, solo se la conocía por una fotografía en blanco y negro tomada el mismo año de su creación por los reconocidos fotógrafos Pascal Sebah y Policarpe Joaillier.
“Fue un redescubrimiento completamente inesperado”, explica Claude Piening, especialista internacional en pintura europea de Sotheby’s.
“Me contactó un caballero a quien conozco desde hace muchos años. Me ofreció esta obra, que había adquirido recientemente a otra persona que, a su vez, la había comprado años atrás a la familia europea que la había tenido en su posesión durante casi 75 años, probablemente desde alrededor de 1930”, añadió.
De Estambul a Viena, y finalmente Londres
La pintura fue adquirida por primera vez en 1910 por el príncipe Sadiq Yadigarov, un coleccionista de arte originario de Georgia. Posteriormente pasó a manos de su hijo Archil, y luego, alrededor de 1930, a un coleccionista privado en Viena, pariente de Archil por matrimonio, donde permaneció por herencia hasta 2008.
Desde entonces, estuvo en otra colección privada austríaca hasta su reciente reaparición.
Ambientada en un escenario refinado de columnas y azulejos, posiblemente una recreación idealizada de un recinto del Palacio de Topkapi en Estambul, la escena muestra a dos mujeres jóvenes preparando un café turco tradicional.
Aunque el entorno es imaginario, está construido con meticulosa atención al detalle, ofreciendo una “impresión opulenta del lujo”, como lo describe el catálogo de Sotheby’s.
El café como puente cultural
El café, un elemento central en la vida de Oriente Medio, se ha convertido en puerta de entrada a un diálogo cultural más amplio.
“Creo que es maravilloso que el café sea el motivo central de la obra. Muestra el contenedor de café junto a los zarfs, los portavasos típicos. Es claramente un elemento esencialmente turco, o mejor dicho, otomano, del cuadro”, señala Piening.
Surgido principalmente en Europa en los siglos XVIII y XIX, el arte orientalista representa escenas idealizadas de la vida en el mundo musulmán y en regiones consideradas “exóticas” por Occidente. Aunque visualmente impactante, muchas veces se les critica por ofrecer una visión estereotipada y reduccionista de Oriente. Sin embargo, eso no resta en muchos casos su potente valor artístico.
Los objetos representados en la obra de Osman Hamdi, por ejemplo, suman capas de simbolismo cultural y riqueza material: un mantel de terciopelo con hilos metálicos sostiene la cafetera y los zarfs; un cuenco mameluco de bronce, jarrones de porcelana china, toallas bordadas y un raro huevo de avestruz ornamental colgante, antiguo símbolo de la realeza otomana.
Los lujosos tonos turquesa de los azulejos mamelucos reflejan una alfombra caucásica bajo los pies de las mujeres, guiando la vista hacia el elemento arquitectónico más evocador del cuadro: un par de imponentes puertas mamelucas con incrustaciones de marfil.
Según Piening, esta obra marca un punto culminante dentro de un breve pero intenso periodo de productividad artística para Hamdi Bey.
“Corresponde a su primera etapa, y está pintada en un pequeño formato”, añade. “Está firmada y fechada en escritura latina, lo que sugiere que estaba destinada a una colección europea y no turca”.
¿Quién fue el artista Hamdi Bey?
Nacido en una familia otomana de élite, Hamdi Bey fue enviado a París a principios de la década de 1860 para estudiar derecho, pero allí descubrió su vocación por la pintura y la arqueología.
Adoptando técnicas artísticas occidentales para retratar escenas orientales, no sólo respondió a la creciente demanda del mercado del siglo XIX por arte orientalista, sino que empleó su profundo conocimiento de la cultura musulmana para ofrecer representaciones matizadas y respetuosas de la vida islámica de los otomanos.
En palabras de Piening: “Lo que también se advierte en la obra es que está pintada en lo que llamaríamos estilo académico francés… Pero por otro lado, el tema es claramente turco, visto a través de los ojos de un pintor turco, lo cual me parece una idea encantadora, aunque con una técnica que no es autóctona de Türkiye”.
“Es un estilo que Hamdi Bey adoptó durante sus estudios en Francia… En ese sentido, esta pintura es verdaderamente un puente entre culturas,” añade Piening.
Hamdi Bey dejó un doble legado: como pintor y como constructor de nación.
Tras regresar a Estambul, ocupó cargos diplomáticos y lideró numerosas expediciones arqueológicas.
En 1882, fundó la Academia de Bellas Artes de Estambul, convirtiéndose en su primer director y formando a una nueva generación de artistas turcos.
Invocación del Sagrado Corán
Una capa más de profundidad intertextual en la obra está dada por una inscripción en escritura cúfica árabe a lo largo del dintel arquitectónico: una invocación del Corán que también aparece en otra obra del artista conservada en el Louvre de Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos.
Este motivo recurrente conecta “Preparando café” no solo con su obra más amplia, sino también con su visión espiritual e intelectual.
Con la subasta en Sotheby’s cada vez más cerca, hay una creciente expectativa de que esta obra recientemente redescubierta despierte un interés que trascienda el mercado del arte turco, según sugiere Piening.
Hamdi Bey “ya forma parte del canon principal de los pintores orientalistas del siglo XIX, y sus obras están representadas en museos de todo el mundo, en Estados Unidos, en Oriente Medio, en los Emiratos, y también en Malasia”, concluye Piening. “Así que tiene un público internacional, y espero que el interés venga de todas partes”.