El portavoz militar Avichay Adraee dijo que desde el 17 de agosto se permitirá la entrada de tiendas y equipos de refugio “bajo supervisión de la ONU” para los palestinos desplazados, pero ni la ONU ni las agencias humanitarias lo han confirmado.
El anuncio se produjo un día después de que los medios israelíes, incluida la emisora pública KAN , informaran que el ejército se prepara para una incursión terrestre a gran escala para tomar la Ciudad de Gaza, posiblemente a partir de septiembre.
El plan contempla desplazar a casi un millón de habitantes hacia el sur, rodear la ciudad y después realizar operaciones en sus barrios. Una segunda fase implicaría recuperar campos de refugiados en el centro de Gaza, ya reducidos a escombros.
Organizaciones en Gaza denuncian que esta medida busca encubrir un crimen de desplazamiento forzado masivo y advierten que las áreas designadas podrían convertirse en “nuevas trampas de sangre”.