Viven en Türkiye y son los “hermanos récord” del patinaje sobre hielo
TÜRKİYE
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Viven en Türkiye y son los “hermanos récord” del patinaje sobre hieloTienen 16 y 14 años, entrenan seis días por semana, y se sobrepusieron a lesiones graves. Esta es la asombrosa historia de los hermanos Karadag, estrellas del patinaje de velocidad sobre hielo en Türkiye.
Entrenamiento diario, sueños sin pausa. / TRT Español
hace 6 horas

Sobre el hielo, los hermanos Karadag se sienten en casa. La mayor nació en Moscú, el menor en Erzurum, Türkiye, donde hoy viven ambos y asisten a la escuela primaria. Pero allí a Derya e Ilyas, 16 y 14 años, los conocen por las hazañas que cuentan de ellos cuando se calzan los patines y circulan la pista helada a toda velocidad como si fueran disparos sobre el hielo.

No es casualidad: sus propios padres fueron patinadores de hielo profesionales. Hoy, los hermanos entrenan seis veces a la semana –seis horas cada día– y representan a la selección turca de patín sobre hielo. “Nuestra madre fue nuestra mayor inspiración”, evoca Derya. “Ella fue patinadora profesional y actualmente trabaja como entrenadora en Türkiye”.

Que los Karadag vivan en Ezrurum tampoco es casualidad. La ciudad, elevada entre las montañas, se cubre de nieve cada invierno como si fuera un gran tapado de piel. Y este lugar se ha convertido en epicentro de deportes de invierno en Türkiye. De hecho, de allí provienen los mejores atletas expertos en hielo del país. La ciudad cuenta con pistas profesionales, por lo que el hielo para la gente de Ezrurum es como salir a pasear al parque.

“Sobre el hielo sentimos que volamos sin alas”

Derya patina desde los cinco años. E Ilyas, que jugaba fútbol, después de ver a su hermana ir y venir sobre el hielo a gran velocidad con una sonrisa, también se inclinó por el patinaje.

“Para nosotros, esto no es sólo un deporte: es una pasión que corre por nuestras venas, un amor tanto por la velocidad como por la libertad”, cuenta Derya. Luego suelta una frase hermosa: “Cuando estamos sobre el hielo, sentimos que volamos sin alas”.

La especialidad de los hermanos es la velocidad en pista corta: un óvalo, en general bajo techo, de 110 metros de longitud. Y allá van los Karadag, una y otra y otra vez. Pequeños puntos móviles sobre la blancura espejada del hielo seco.

A los 6 años, Derya participó en su primera competencia y, aún cuando disputaba con atletas de mayor edad, obtuvo de pequeña una medalla de bronce. Más tarde, en cada competencia local, se llevaba un trofeo y estaba en el podio.

Pero aquí no se trata sólo de velocidad. Las competencias son un despliegue de estrategia que va más allá de quién tiene piernas más fuertes o hace tiempos más cortos.

“La carrera es una batalla táctica en la que hay que ser rápido e inteligente para adelantar a los demás, y elegir el momento perfecto para hacer un movimiento sin caerse o provocar un contacto”, advierte Derya. “Para ganar no solo se necesitan piernas fuertes y velocidad, sino también la capacidad de leer los movimientos de los oponentes y tomar decisiones en fracciones de segundo”.

“En lo personal, la velocidad y la competencia me encantan”, se suma su hermano Ilyas. “Y analizar los puntos débiles de los competidores hasta me parece como un juego y una diversión”.

Medallas, podios y récords

En febrero de 2025, durante el Festival Olímpico de la Juventud Europea (FOJE), celebrado en Bakuriani (Georgia), Derya junto al equipo turco obtuvo la medalla de bronce. La primera vez en la historia de patinaje en pista corta donde Türkiye llegaba al podio.

“El momento en que la bandera se alzó entre los aplausos de la multitud fue indescriptible”, evoca Derya. “Una mezcla de orgullo, gratitud y certeza de que cada momento de esfuerzo y entrenamiento había valido la pena”.

En cuanto a Ilyas, obtuvo el primer puesto en las Danubia Series en 2024 de pista corta, celebradas en la República Checa, Polonia y Bulgaria. También se ha llevado el primer lugar en todas las categorías para su edad y encabezó la clasificación general europea.

Ese mismo año, ganó cuatro medallas de oro en la Copa Santa Claus de Budapest.

“Subir al podio es una sensación increíble”, dice Ilyas. “Siento un orgullo inmenso por mi país y, claro, por mí mismo. Ganar cuatro medallas de oro en cuatro distancias diferentes me hizo darme cuenta de lo alto que podía dejar el nombre de mi país”.

Aún a su corta edad, los hermanos ya tienen récords. Derya batió récords nacionales de 500 y 1.500 metros. En las Danubia Series de 2023, llegó a una marca sin precedentes: 2 minutos y 31 segundos en la prueba de 1.500 metros. En septiembre de 2022, durante la Copa Federación organizada por la Federación Turca de Patinaje sobre Hielo, batió el récord turco de 500 metros al terminar en 47,7 segundos.

Mientras tanto Ilyas, marcó un hito en la historia al convertirse en el primer patinador turco de pista corta en lograr el primer puesto en la clasificación general europea.

 

Volver de las caídas y hacerse fuertes


Si hubo tropiezos y accidentes en el camino, ellos lo tomaron como parte del aprendizaje. “Nos caímos muchas veces mientras aprendíamos a mantener el equilibrio. A menudo volvíamos a casa con moretones y rasguños”, recuerda Derya. “Pero los veíamos como signos de crecimiento, no como obstáculos. Cada caída nos enseñaba a ser más fuertes y decididos”.

Para Ilyas, sin embargo, no fue sólo una caída. En 2024, sufrió dos lesiones que hizo dudar a los médicos de si podría o no continuar compitiendo con esa misma intensidad. “Sufrí dos lesiones graves y me operaron dos veces consecutivas del pie”, dice Ilyas. “El proceso de recuperación fue largo y doloroso, no sólo físicamente, sino también emocionalmente. Estar lejos del hielo me dejaba como un vacío en el corazón. Pero, con el apoyo de mis entrenadores y mi familia, conseguí volver. Y lo hice más fuerte que antes. Hoy, cada cicatriz me recuerda que no me rendí”.

Espíritu de familia


“Ser hermanos nos da apoyo mutuo”, cuenta Derya. “Vamos juntos a entrenar, compartimos habitación en las concentraciones y nos apoyamos mutuamente en las competiciones”.

No sólo eso: los hermanos siguen la misma dieta. Mismas rutinas. Y aún cuando no compiten en un mismo equipo, pues las competencias masculinas y femeninas están separadas, asisten a las mismas pruebas. Y eso genera un compañerismo más allá del vínculo familiar.

Ella es Yulia Karadag, nacida en Rusia y madre de Derya e Ilyas. Además, es entrenadora de patinaje de velocidad en pista corta en Erzurum. Sin embargo, nunca se propuso convertir a sus hijos en profesionales del patín.

“De niños, los llevaba a la pista simplemente para divertirnos, y a pasar un momento lejos de las presiones de la vida cotidiana”, recuerda Yulia. “Sin embargo, con el tiempo, empecé a ver en ellos como un brillo de pasión en los ojos. Se enamoraron del patinaje y encontraron allí una fuente de felicidad”.

Hoy, con sus hijos campeones y abriendo camino a nuevos récords para Türkiye, Yulia narra que, al fin de cuentas, aún sin proponérselo, el hielo fue siempre su hogar. Lo fue para ella. Para el padre de los chicos. Y hoy para los hermanos Karadag.

“Mis hijos crecieron respirando el aire helado de la pista”, dice Yulia. “Y desde pequeños, aprendieron que el hielo era una prolongación de su camino”.

Este artículo fue redactado por Abdul Wakil Cicco y reportado por Mohammad Bashir Aldaher.


FUENTE:TRT Español
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