Con un ultimátum de 10 días a Rusia, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con imponer fuertes sanciones y más aranceles a Moscú si no le pone fin a la guerra en Ucrania antes de ese plazo, el cual comenzó a contar desde este martes. La declaración de Trump representa un endurecimiento de su postura ante el Kremlin y una recorte del tiempo para alcanzar un acuerdo de paz, pues inicialmente le había dado a Rusia un período de 50 días para tomar una decisión.
“No sé si esto afectará a Rusia, porque él, obviamente, probablemente quiera seguir con la guerra, pero vamos a imponer aranceles y otras medidas similares. Puede que les afecte o no", sostuvo el mandatario estadounidense, en una aparente referencia a su homólogo ruso, Vladimir Putin.
Un día antes, este lunes, Trump ya había amenazado con más sanciones y aranceles secundarios, o aranceles a sus socios comerciales, si Rusia no suspendía la guerra en Ucrania en "unos 10 o 12 días". También reiteró que no ha recibido ninguna respuesta por parte de Moscú tras la drástica reducción del plazo. “No he recibido respuesta. Es una pena”, comentó. El nuevo límite vence el 8 de agosto, mucho antes de lo previsto en su ultimátum inicial, que se cumplía a principios de septiembre.
“Decepcionado” con Putin
“No hay razón para esperar. No estamos viendo ningún progreso”, aseveró Trump, quien además expresó públicamente su “decepción” con Putin porque, tras las “cuatro o cinco” conversaciones telefónicas que han mantenido los líderes, Rusia ha mantenido los bombardeos en Ucrania.
“Terminas una conversación y él sigue lanzando cohetes sobre alguna ciudad como Kiev, matando a mucha gente, incluso en un asilo de ancianos”, declaró.
Trump, quien también tuvo diferencias y distancias con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, no siempre ha llevado a la acción sus duras declaraciones sobre Putin, citando en ocasiones anteriores lo que él considera una buena relación con el líder ruso.
"Tendremos que analizarlo. Voy a reducir los 50 días que le di (para el alto el fuego con Ucrania) a un número menor, porque creo que ya sé la respuesta", añadió el lunes.
Rusia “toma nota” del ultimátum
Desde Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Rusia “ha tomado nota” del ultimátum, pero insistió en que su “operación militar especial” continuará. “Seguimos comprometidos con el proceso de paz y la protección de nuestros intereses durante la resolución del conflicto”, dijo en rueda de prensa.
Y añadió que la economía rusa funciona con éxito bajo las medidas restrictivas occidentales, debido a que Moscú ya ha desarrollado inmunidad a dichas restricciones. "Hemos estado sometidos a numerosas sanciones durante bastante tiempo, y la economía funciona con normalidad. Por supuesto, ya hemos desarrollado cierta inmunidad ante estas medidas", explicó.
Peskov añadió que no existe ninguna propuesta concreta para una reunión entre Putin y Trump, y que las relaciones bilaterales no avanzan de manera “estable ni decidida”.
Por su parte, el expresidente ruso Dmitri Medvédev reaccionó con dureza en redes sociales: “Trump está jugando a los ultimátum con Rusia: 50 o 10 días... Él debería recordar dos cosas. Primero: Rusia no es ni Israel ni incluso Irán. Y segundo: cada nuevo ultimátum es un paso hacia la guerra. No entre Rusia y Ucrania, pero con su propio país”.
Escalada del conflicto en Ucrania
Mientras tanto, los ataques en territorio ucraniano continúan. Este martes, las Fuerzas Terrestres de Ucrania informaron que un misil ruso impactó contra una unidad de entrenamiento, causando la muerte de tres soldados y lesionando a otros 18. El ataque, cuya localización exacta se desconoce, habría tenido lugar en la región de Chernihiv, cerca de la frontera norte, según varios blogueros militares.
En otro frente, al menos 16 personas murieron y 44 resultaron heridas tras un bombardeo ruso sobre una colonia penitenciaria en la región de Zaporiyia, en el sureste del país. “Cuatro bombas aéreas guiadas alcanzaron las instalaciones, dañando la sede, la estación de cuarentena y el comedor”, informó el Ministerio de Justicia de Ucrania.
El presidente Zelenskyy calificó el bombardeo como “un ataque deliberado, dirigido, no accidental”, y afirmó que cada ofensiva rusa demuestra la necesidad de sanciones “más duras, verdaderamente dolorosas y eficaces”.
“Agradecemos los esfuerzos del presidente Trump y de todos los líderes que presionan a Rusia. La paz es posible, pero solo cuando Rusia detenga la guerra que inició”, añadió.
El Kremlin negó haber atacado objetivos civiles. “El ejército ruso no ataca instalaciones civiles, sólo infraestructuras militares o paramilitares”, respondió Peskov.