La crisis en Gaza ha alcanzado niveles devastadores, con miles de civiles atrapados en medio de un conflicto que no sólo arrebata vidas, sino que destruye la dignidad humana. Según un nuevo análisis de la organización sin fines de lucro Islamic Relief, basado en datos de la ONU, una persona es asesinada cada 12 minutos debido a los ataques del ejército israelí en el enclave asediado.
El informe señala que durante las tres primeras semanas de julio, un promedio de 119 palestinos fueron asesinados diariamente, la tasa más alta registrada desde enero de 2024. Además, en promedio, más de 401 palestinos resultaron heridos cada día, una cifra que no se veía desde diciembre de 2023.
A esta violencia directa se suma una tragedia silenciosa: el hambre. Los médicos también han informado que 19 personas, en su mayoría niños, murieron de hambre en un solo día esta semana, víctimas no solo de la violencia, sino de una política deliberada de privación y hambruna impuesta, según indicó el reporte.
El análisis subrayó que los asesinatos se han acelerado desde que Israel impuso su nuevo sistema de distribución de alimentos, controlado por la Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Israel y EE.UU. y cuestionada a nivel internacional, a finales de junio, con casi masacres diarias de personas hambrientas mientras intentan recoger comida.
Además, el bloqueo israelí ha impedido sistemáticamente la ayuda humanitaria, empujando a la población a la inanición y disparando a quienes buscan asistencia. Cientos de civiles desesperados han sido abatidos, y muchos de los heridos son transportados en carros de burros, ya que las ambulancias no pueden llegar hasta ellos, según el informe de la organización Islamic Relief.

“Gaza será completamente judía”, dice ministro israelí
Mientras la emergencia humanitaria se profundiza, las declaraciones de altos funcionarios israelíes han encendido aún más las alarmas. Lejos de mostrar intención de detener la ofensiva, sus palabras reflejan una retórica que busca legitimar el exterminio de la población palestina.
El ministro de Patrimonio de Israel, Amichai Eliyahu, miembro del ala más radical del gobierno, declaró que su país está “corriendo contra el tiempo para borrar Gaza y a su población palestina”, y afirmó que el enclave será “completamente judío”.
“El gobierno está corriendo para borrar Gaza. Estamos eliminando este mal. Estamos eliminando a sus residentes”, afirmó Eliyahu durante una entrevista con la emisora israelí Kol Barama. “Gaza será completamente judía”, reiteró.
Además, Eliyahu, miembro del partido ultranacionalista Otzma Yehudit (Poder Judío), liderado por el ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir, había desestimado recientemente las crecientes preocupaciones sobre la hambruna que afecta a la población gazatí. “No tenemos por qué ocuparnos del hambre en Gaza”, afirmó tajantemente.
Tras cada ataque, más vidas arrebatadas
Mientras tanto, el número de muertos y heridos continúa aumentando de forma alarmante. La magnitud de los asesinatos es tal que resulta imposible documentar cada caso individualmente. A pesar de los informes que llegan a diario, pocas veces se profundiza en las historias humanas detrás de las cifras.
La mayoría de las víctimas son civiles y al menos el 30% de los fallecidos en toda la crisis son niños. Según el informe del Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), 28 menores mueren cada día, mientras que el Cluster Global de Protección advirtió recientemente que 10 niños diarios están perdiendo alguna extremidad, en su mayoría a causa de misiles y fuego de artillería.
En total, alrededor del 9% de la población de Gaza ha sido asesinada o herida, con más de 59.500 muertos y más de 140.000 heridos, muchos con lesiones permanentes.
Y el patrón de violencia no cesa. Este mismo viernes, un comunicado del Ministerio de Salud indicó que 89 cuerpos fueron trasladados a hospitales en Gaza en las últimas 24 horas, mientras que 467 personas resultaron heridas. "Muchas víctimas siguen atrapadas bajo los escombros y en las carreteras, ya que los rescatistas no pueden llegar hasta ellas", añadió.
Entre los ataques reportados, se registró que cinco palestinos murieron y varios más fueron heridos en ofensivas contra personas desplazadas en distintas zonas de Gaza, según testigos y fuentes médicas.
Uno de los fallecidos esperaba ayuda humanitaria al norte de Rafah, en el sur del enclave, cuando fue abatido por disparos de soldados israelíes. En Ciudad de Gaza, un ataque aéreo en el barrio de Al-Tuffah alcanzó a un grupo de civiles, provocando tres muertos y múltiples heridos.
Otra ofensiva con drones impactó una tienda instalada en el techo de la escuela Al-Rimal, donde se alojaban familias desplazadas. Una persona perdió la vida y varias más sufrieron heridas. Testigos presenciales relataron escenas de pánico mientras los sobrevivientes huían apresuradamente de las zonas atacadas, muchas de ellas ya golpeadas en ofensivas anteriores.
Sin embargo, y a pesar de los intentos de periodistas, agencias de noticias y de los propios palestinos por registrar los ataques para visibilizar y honrar a las víctimas del genocidio, conocer sus nombres es casi imposible. Pero es nuestro deber recordarlos incluso sin conocer sus identidades.
Desde el inicio de la operación militar el 7 de octubre de 2023, Israel ha sido objeto de fuertes críticas por su negativa a aceptar un alto el fuego, pese a las crecientes presiones internacionales. La devastación generada por los ataques ha colapsado la infraestructura civil, agravando la escasez de alimentos, agua y atención médica.
En noviembre, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Gallant, acusándolos de crímenes de guerra y de lesa humanidad. Paralelamente, Israel enfrenta un proceso ante la Corte Internacional de Justicia por genocidio.