La comunidad internacional expresó su alarma ante la reciente escalada militar entre Israel e Irán, luego de que fuerzas israelíes lanzaran ataques aéreos contra instalaciones nucleares, objetivos militares y zonas civiles iraníes el viernes. Las operaciones, que se extendieron hasta la noche, afectaron varias ciudades iraníes, entre ellas Teherán, Natanz, Tabriz e Isfahán, y provocaron la muerte de altos mandos militares y científicos, según medios iraníes.
La ofensiva desató una respuesta inmediata de Irán, denominada “Operación Promesa Verdadera III”, que incluyó el lanzamiento de misiles contra varias zonas en Israel, entre ellas Tel Aviv. Uno de los objetivos alcanzados fue el complejo militar Kirya, sede del mando central del ejército y del Ministerio de Defensa, conocido como el "Pentágono" de Israel, el centro del poder militar del país.
Las tensiones llevaron a varios países árabes a intensificar esfuerzos diplomáticos para evitar un conflicto regional a gran escala. Arabia Saudí, Qatar, Egipto, Jordania, Kuwait, Irak y Palestina emitieron comunicados advirtiendo sobre el riesgo de una guerra más amplia. Irán, por su parte, acusó a Estados Unidos de complicidad en los ataques israelíes.
Los países árabes condenan los ataques israelíes y piden evitar conflicto regional
Arabia Saudí manifestó su rechazo mediante su ministro de Exteriores, quien sostuvo una conversación con su homólogo iraní. El príncipe heredero Mohammed bin Salman también abordó la situación con el expresidente estadounidense Donald Trump. Riad expresó preocupación por el retroceso que los ataques suponen para la vía diplomática.
El canciller qatarí manifestó su “profunda preocupación” y se comprometió a trabajar con socios regionales e internacionales para evitar una mayor escalada. Emiratos Árabes Unidos, Omán, Egipto, Jordania, Kuwait e Irak emitieron declaraciones similares, condenando los ataques israelíes sobre Teherán e instando al respeto de la soberanía nacional y a soluciones negociadas.
Jordania advirtió que no tolerará violaciones de su espacio aéreo, mientras que Irak presentó una queja formal ante el Consejo de Seguridad de la ONU por el uso de su espacio aéreo durante los bombardeos. Autoridades palestinas también pidieron mayor coordinación regional para contener la crisis.
Países de Latam expresan condena a Israel y urgen contención
Desde América Latina, el Gobierno de Brasil calificó los ataques de Israel como una “clara violación de la soberanía de Irán” y expresó su preocupación por las consecuencias de una escalada militar. En un comunicado oficial, el Ministerio de Relaciones Exteriores afirmó que el uso de la fuerza sin autorización del Consejo de Seguridad constituye una infracción del derecho internacional.
En México, la presidenta Claudia Sheinbaum reafirmó el compromiso de su Gobierno con la promoción de la paz “en el sentido amplio”, en referencia a la ofensiva israelí. La Secretaría de Relaciones Exteriores expresó su “profunda preocupación” por la violencia en Oriente Medio y llamó a abstenerse de acciones que pongan en riesgo a la población civil, reiterando la vocación pacifista del país y su apuesta por el diálogo como vía de resolución.
España, por su parte, exigió contención a las partes y el cese inmediato de la violencia. El Gobierno reiteró su compromiso con la estabilidad en Oriente Medio y aseguró que continuará trabajando con sus socios por una paz duradera en la región. Además, informó que sus embajadas en Irán y en los países vecinos se mantienen plenamente operativas para atender a ciudadanos españoles ante cualquier eventualidad.
Tensiones en el Consejo de Seguridad de la ONU
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas celebró el viernes una sesión de emergencia en Nueva York para abordar la rápida escalada entre Irán e Israel. El embajador iraní ante la ONU, Amir-Saeid Iravani, acusó a Estados Unidos de complicidad en los ataques y sostuvo que Washington comparte “plena responsabilidad por las consecuencias” al “ayudar y facilitar estos crímenes”.
Según Iravani, los ataques causaron la muerte de 78 personas, incluidos altos mandos militares, y más de 320 heridos, la mayoría civiles. El Consejo suspendió el resto de su agenda para centrarse en la crisis, en medio de temores de una guerra de mayor alcance.
Funcionarios estadounidenses afirmaron que Israel informó previamente a Washington sobre los ataques, aunque aseguraron que las fuerzas estadounidenses no participaron directamente. McCoy Pitt, alto funcionario del Departamento de Estado, advirtió que las consecuencias para Irán serían “graves” si atacaba ciudadanos o activos estadounidenses. “Ningún gobierno, grupo aliado ni actor independiente debe atacar a ciudadanos, bases o infraestructura estadounidense”, declaró.
Estados Unidos justificó los ataques israelíes como actos de “legítima defensa” y reiteró su intención de impulsar una solución diplomática que impida a Irán desarrollar armas nucleares o desestabilizar la región.
El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, afirmó que Israel esperó que la diplomacia funcionara, pero que Irán ofreció concesiones falsas o rechazó condiciones básicas. Sostuvo que la inteligencia israelí concluyó que Irán estaba a días de producir suficiente material fisible (capaz de iniciar una reacción nuclear) para varias bombas. Danon calificó los ataques como “un acto de preservación nacional” ejecutado exclusivamente por Israel.
Israel ha repetido en numerosas ocasiones, durante los últimos 25 años, la misma acusación contra Teherán, a pesar de no tener pruebas y de que el gobierno iraní lo negara.
El OIEA alerta sobre los riesgos nucleares
Durante la misma sesión, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, advirtió que los ataques a instalaciones nucleares tienen graves implicaciones para la seguridad regional e internacional. “Los sitios nucleares nunca deben ser objeto de ataques bajo ninguna circunstancia”, dijo.
Grossi indicó que el OIEA mantiene contacto permanente con las autoridades iraníes y está dispuesto a visitar el país para evaluar daños y apoyar los esfuerzos de no proliferación. “Es evidente que el único camino sostenible para Irán, Israel, la región y la comunidad internacional es uno basado en el diálogo y la diplomacia para garantizar la paz, la estabilidad y la cooperación”, añadió.
Ofreció al OIEA como foro neutral “donde los hechos prevalezcan sobre la retórica” y donde “el compromiso técnico sustituya a la escalada”.