Con la llegada del verano y los festivales llenando los carteles, hay una pregunta que pocos se hacen entre luces y escenarios: ¿quién está financiando todo esto?
Detrás de eventos como Sónar, Arenal Sound, Viña Rock o Elrow, hay un fondo de inversión vinculado a empresas armamentísticas y a la expansión de asentamientos ilegales israelíes en territorio palestino. Es decir, muchos de estos festivales están siendo financiados, directa o indirectamente, por quienes se lucran con la ocupación y el genocidio en Palestina.
Sónar ha sido el único en pronunciarse, pero su intento de desmarcarse ha sido, como mínimo, cuestionable: primero un comunicado ambiguo, luego la limitación de comentarios en redes, y finalmente otro texto que evita llamar genocidio a lo que ocurre en Gaza y habla de “independencia” frente al fondo al que, en realidad, siguen perteneciendo.
Te explicamos qué intereses se esconden detrás de los escenarios… y por qué es momento de preguntarnos a qué estamos apoyando sin saberlo.