De un barco con ayuda humanitaria rumbo a Gaza a ser deportados por Israel: ese es el giro que dio la travesía de 11 activistas y un periodista a bordo del barco Madleen, perteneciente a la Flotilla de la Libertad. Su objetivo era intentar romper el devastador bloqueo al ingreso de asistencia que Tel Aviv impuso sobre el enclave desde marzo pasado, pero las fuerzas isralíes los interceptaron en aguas internacionales.
La meta de la embarcación, que llevaba suministros humanitarios esenciales, quedó truncada este domingo cuando intentó acercarse a Gaza. Rodeados por las fuerzas israelíes, sus pasajeros fueron detenidos y posteriormente trasladados al aeropuerto Ben Gurión para ser deportados a sus países de origen, según señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel este martes.
La medida tardó muy poco tiempo en implementarse. Algunos de los miembros de la Flotilla de la Libertad ya han sido expulsados de Tel Aviv: la activista sueca Greta Thunberg fue enviada en un vuelo a Francia, tras el cual regresará a Suecia, según publicó el ministerio israelí en su cuenta oficial en X.
Mientras, otros cuatro activistas abandonarán Israel a lo largo de este martes, y los restantes serán llevados a un centro de detención tras negarse a firmar los documentos de deportación, reportó el medio israelí KAN.
En su comunicado de este martes, el ministerio ya había detallado que aquellos que se negaran a firmar su deportación serían “llevados ante una autoridad judicial” para aprobar su expulsión conforme a la ley israelí. Además, destacó que "los cónsules de los países de los pasajeros los recibieron en el aeropuerto".
Tras la operación de Israel contra el Madleen y sus pasajeros este domingo, la Coalición de la Flotilla de la Libertad denunció que las fuerzas israelíes habían “secuestrado” a los activistas en aguas internacionales. También denunciaron que desde entonces se perdió todo contacto con la embarcación. Las imágenes transmitidas en directo mostraban botes israelíes rodeando al Madleen mientras soldados ordenaban a los pasajeros levantar las manos.
La interceptación se produjo después de que Israel lanzara amenazas acerca de que cualquier intento de romper su bloqueo sería considerado “ilegal”.
El barco, que había zarpado el 1 de junio desde Sicilia, Italia, llevaba suministros esenciales para los palestinos que intentan sobrevivir en medio de la hambruna, una crisis humanitaria sin precedentes y más de 20 meses de bombardeos israelíes.
“Negarse a mirar hacia otro lado”
“Las personas de Gaza no son extrañas. Son nuestras hermanas, nuestros hermanos, no menos familia que aquellos a quienes dejamos atrás”, afirmó la activista Yasemin Acar, a bordo del Madleen y radicada en Alemania, a TRT World a través de una conexión satelital inestable antes del asalto israelí a la embarcación.
“Ser humano significa negarse a mirar hacia otro lado. Significa usar cada parte de nosotros mismos —nuestras voces, nuestra fuerza, nuestra presencia— por quienes están siendo silenciados”, dijo. “Y cuando uno cree tan profundamente en algo, rendirse simplemente no es una opción”.
Mientras el barco se acercaba a aguas palestinas, la activista recordó los obstáculos que enfrentó este esfuerzo colectivo. “Finalmente superamos la guerra burocrática e incluso los ataques con drones en Malta. No porque fuera fácil, sino porque creemos en esta misión. Y cuando se cree en algo tan profundamente, rendirse simplemente no es una opción”, dijo Acar.
Esta misión, completamente pacífica y civil, fue uno de los últimos esfuerzos posibles para entregar ayuda a Gaza, donde los palestinos sufren una hambruna desesperante y el desplazamiento masivo no da tregua en medio del genocidio israelí.

La detención a bordo del Madleen: drones y “spray químico”
Cuando el Madleen estaba muy cerca de Gaza, y la expectativa aumentaba, fue recibido con drones y rociado con “un químico blanco”, antes de que las fuerzas israelíes ingresaran a la embarcación y se llevaran a los pasajeros.
A medida que el ejército israelí se aproximaba, los activistas afirmaron que la embarcación fue rociada con una sustancia blanca que causó confusión y redujo la visibilidad. En cuestión de minutos, sus comunicaciones fueron bloqueadas y se escucharon sonidos descritos como “perturbadores” en la radio.
La tripulación del Madleen reportó ardor en los ojos, visión obstruida y caos en los minutos previos a la detención. De hecho, la cofundadora del Movimiento de Solidaridad Internacional, Huwaida Arraf, relató al medio Al Jazeera que dos drones sobrevolaban el barco y rociaron el químico justo antes de que se perdiera comunicación.
“Sabemos que había dos drones sobrevolando que dejaron caer algún tipo de químico sobre el barco. No sabemos qué sustancia era”, señaló. “Algunas personas reportaron que sentían ardor en los ojos. Antes de eso, también se acercaron embarcaciones de manera muy amenazante”.
Aunque Israel no ha confirmado qué sustancia se utilizó, analistas consultados por la Flotilla de la Libertad sugieren que podría tratarse de un agente químico no letal, como gas lacrimógeno, gas pimienta o incluso el líquido pestilente conocido como “skunk”.
Según los testigos, poco después los comandos israelíes abordaron el barco y detuvieron a la tripulación. Los activistas, con chalecos salvavidas, levantaron las manos en señal de rendición. Antes de ser detenidos, se escuchó una voz que les ordenaba arrojar sus teléfonos al mar.
El Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR) calificó rápidamente el ataque como “cobarde e ilegal”, un “acto de piratería internacional y terrorismo de Estado”. Su director ejecutivo, Nihad Awad, afirmó que “la ocupación israelí no tiene derecho legal a bloquear la costa de Gaza, mucho menos a arrojar armas químicas sobre barcos de ayuda humanitaria y secuestrar a sus pasajeros en aguas internacionales. El gobierno israelí debe rendir cuentas, liberar de inmediato al Madleen y a sus activistas humanitarios, levantar el bloqueo a la ayuda en Gaza y poner fin al genocidio”.
La Fundación Hind Rajab denuncia formalmente a Israel por crímenes de guerra
La Fundación Hind Rajab presentó este lunes una denuncia formal por crímenes de guerra ante la Unidad de Crímenes de Guerra de la Policía Metropolitana del Reino Unido. La organización acusó a la Marina israelí de cometer graves violaciones del derecho internacional durante la interceptación del Madleen, que navegaba con bandera británica.
La denuncia se centra en la unidad naval de élite Shayetet 13 y en el vicealmirante David Saar Salama, comandante en jefe de la Marina israelí. Según la fundación, la interceptación del Madleen por parte de comandos israelíes ocurrió entre el 8 y 9 de junio, cuando la embarcación se encontraba a más de 60 millas náuticas de la costa, en aguas internacionales.
Según la organización sin fines de lucro, el Madleen era “legalmente considerado una extensión del territorio del Reino Unido”, lo que convertiría la incursión en una posible violación del derecho británico e internacional.
“La Fundación Hind Rajab hace un fuerte llamado al Reino Unido para que cumpla con sus responsabilidades legales e intervenga de inmediato para asegurar la liberación incondicional de los activistas secuestrados que permanecen detenidos ilegalmente en Israel”, señaló la entidad en un comunicado. “Su libertad es un asunto de urgente preocupación humanitaria y legal”.

Indignación internacional
Lo que ocurrió a bordo del Madleen y la detención de los activistas desató indignación a nivel internacional, y se organizaron protestas en diferentes lugares para rechazar esta acción.
Decenas de personas se congregaron frente al Ministerio de Asuntos Exteriores de España en apoyo a Palestina, exigiendo la liberación de los activistas. Según informó el medio Europa Press, los participantes de la concentración coreaban lemas como "boicot a Israel" y "dónde están, no se ven, las sanciones a Israel".
Miles de personas se reunieron también en Bruselas, Bélgica para protestar por lo ocurrido con el Madleen y por el bloqueo en Gaza. En Francia, multitudes se congregaron en la Plaza de la República de París, con protestas similares en Aix-en-Provence, Lyon y otras ciudades. Los manifestantes pidieron la liberación inmediata de los detenidos y exigieron una acción diplomática más firme y eficaz para proteger a los ciudadanos franceses y hacer valer el derecho marítimo internacional.
Además, en Berlín, los manifestantes salieron a la calle bajo el lema “Detengan el ataque contra el Madleen”. En la plaza de Alexanderplatz, la protesta transcurrió de forma pacífica.
Una ofensiva brutal
Desde el 2 de marzo, Israel ha mantenido cerrados todos los pasos fronterizos, impidiendo el ingreso de alimentos, medicinas, combustible y otros suministros esenciales para los 2,4 millones de habitantes de Gaza.
El pasado 2 de mayo, otro barco organizado por la Coalición de la Flotilla de la Libertad —el Conscience— fue atacado por un dron israelí cuando se aproximaba a Gaza. El ataque perforó el casco e inició un incendio en la proa.
El ejército israelí, que ha rechazado los llamados internacionales a un alto el fuego, mantiene una ofensiva brutal contra Gaza desde octubre de 2023, en la que han muerto cerca de 55.000 palestinos, la mayoría mujeres y niños.
En noviembre pasado, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su exministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en Gaza.
Israel también enfrenta una causa por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia por sus crímenes contra civiles en el enclave.
