El ministro de Relaciones Exteriores de Türkiye, Hakan Fidan, criticó el papel de Israel en los recientes conflictos en Al-Suweida, Siria, destacando la preocupación de Ankara por la interferencia externa en los asuntos de Damasco.
“Uno de los principales actores detrás de esta oscura situación (de los hechos en Al-Suweida) ha resultado ser Israel”, afirmó Fidan durante una conferencia de prensa conjunta con el ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Asaad Hassan al-Shaibani, en Ankara este miércoles.
También subrayó la visión de Türkiye para una Siria posconflicto al señalar que debe ser un país ”donde todos los pueblos, creencias y culturas se conserven y puedan convivir. Como Türkiye, estamos haciendo nuestras recomendaciones en esta dirección”.
Fidan advirtió que Ankara está presenciando desarrollos que ya no puede tolerar. “Los miembros terroristas del YPG no han abandonado Siria; no deben pensar que no lo vemos”, advirtió.
El ministro hizo un llamado al grupo terrorista YPG para que termine de inmediato con la amenaza hacia Türkiye y la región, instándolos a ellos y a sus reclutas extranjeros a abandonar el territorio sirio sin demora.
Por su parte, Al-Shaibani destacó las intervenciones extranjeras en curso en Siria, describiendo algunas como “directas y con el objetivo de debilitar al Estado sirio y crear una división frágil”.
También señaló que la comunidad drusa sigue siendo una parte integral de la sociedad siria, rechazando las afirmaciones de Israel que sugieren lo contrario.
“No hay intención de excluirlos (a la comunidad drusa) de ningún modo”, dijo. “Lo que ocurrió en Al-Suweida fue instigado por Israel para sembrar discordia sectaria en la región”, agregó.
“Compartimos muchos intereses y amenazas comunes con Türkiye, y advertimos contra el apoyo al caos en Siria”, añadió.

Al Shaibani señaló que consideró que la “Conferencia de Hasakah”, realizada por los componentes del noreste de Siria, fue una violación del acuerdo firmado el 10 de marzo con la organización terrorista YPG.
El 10 de marzo, la presidencia siria anunció la firma de un acuerdo para la integración de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) —dominadas por el YPG, la rama siria del grupo terrorista PKK— en las instituciones estatales. Este pacto buscó reafirmar la unidad territorial del país y rechazó cualquier intento de división.
El gobierno sirio ha intensificado los esfuerzos de seguridad desde la caída de Bashar al-Assad el año pasado, tras 24 años en el poder.
Assad huyó a Rusia en diciembre, poniendo fin al régimen del Partido Baath, que había estado en el poder desde 1963.
En enero se formó una nueva administración de transición liderada por el presidente Ahmad Al-Sharaa.
