Río de Janeiro, Brasil — Un hito ha marcado la XVII Cumbre del BRICS, que se celebra en Río de Janeiro este 6 y 7 de julio: es la primera con 11 miembros plenos tras la incorporación de Indonesia. Y además cuenta con la participación de nueve países como socios estratégicos del Sur Global, entre ellos Bolivia, Chile, Colombia, México y Uruguay.
Bajo el lema “Fortaleciendo la cooperación del Sur Global para una gobernanza más inclusiva y sostenible”, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha querido mostrar que el bloque BRICS puede ser más que un club económico y llegar representar al Sur Global, pero aún hay trabajo por hacer.
Lula propone que los BRICS sean un bloque no alineado
Desde su creación, el BRICS se ha presentado como una alternativa a las instituciones internacionales, especialmente las económicas, dominadas por potencias occidentales. De hecho, en la Declaración de Líderes esto se reconoce esto como un objetivo: "Creemos que los países BRICS continúan desempeñando un papel fundamental al expresar las preocupaciones del Sur Global, y promover un orden internacional más justo, sostenible, inclusivo, representativo y estable".
En esa línea, Lula da Silva, anfitrión de la cumbre, mencionó en su discurso la constitución de la ONU hace 80 años y cómo el mundo enfrenta ahora la mayor amenaza al multilateralismo. También señaló que los BRICS son herederos de la Conferencia de Bandung de 1955, en la que 29 países de África y Asia se declararon no alineados ni con el bloque estadounidense ni con el soviético. Por lo que reiteró que “con el multilateralismo bajo ataque, nuestra autonomía está nuevamente en jaque”.
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Para mejorar esta representación, tanto el presidente brasileño como la Declaración de Líderes destacaron la necesidad de “que la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe dar lugar a una voz más amplia del Sur Global”.
Durante su intervención virtual, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró que el orden unipolar “está siendo reemplazado por un mundo multipolar más justo. Todo indica que el modelo de globalización liberal está quedando obsoleto, y que el centro de la actividad empresarial se está desplazando hacia los mercados en desarrollo”.
Por una arquitectura financiera más justa
Uno de los ejes más potentes del encuentro fue la crítica al sistema financiero internacional actual, todavía regido por estructuras creadas tras la Segunda Guerra Mundial que no reflejan el peso económico de los países emergentes hoy en día.
La Declaración de Líderes insiste en que se debe llevar a cabo una reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que sea más representativo. Sin embargo, advierte que “un mayor reajuste de cuotas en el FMI no debe ir en detrimento de los países en desarrollo, lo que refleja la posición relativa de estos países en la economía mundial”.
Además, se anunciaron iniciativas como el lanzamiento del mecanismo de Garantías Multilaterales del BRICS (BMG, por sus siglas en inglés) para atraer inversión privada en países del Sur Global; el impulso al uso de monedas locales en el comercio entre miembros; el desarrollo de sistemas de pago transfronterizo entre los países del bloque y el fortalecimiento del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB, por sus siglas en inglés) como alternativa de financiamiento sin condicionalidades neoliberales.

El periodista Michael Fox, especialista en Latinoamérica, remarcó en conversación con TRT Español que el componente económico es crucial para entender el impacto de los BRICS: "Aunque se toman muchas decisiones políticas, lo económico es muy importante. Es abrir nuevos mercados, crear nuevas alianzas".
Durante su intervención en la sesión sobre el fortalecimiento del multilateralismo, asuntos económicos, financieros y la inteligencia artificial, Lula dijo que “las estructuras del Banco Mundial y el FMI apoyan un Plan Marshall a la inversa, en el que las economías emergentes y en desarrollo financian al mundo más desarrollado”. De ahí que haya añadido que “el modelo neoliberal profundiza las desigualdades”.
Es precisamente en el ámbito económico donde los BRICS encuentran mayor concordancia y donde han tenido el mayor impacto. Esto queda claro cuando se tiene en cuenta la dificultad que han enfrentado para articular posiciones comunes ante conflictos internacionales.
Condena a los ataques contra Gaza e Irán, pero con reservas
La Declaración de Líderes que forma parte de los BRICS incluyó la condena a los ataques de Israel contra Gaza e Irán, además de una breve mención a Ucrania.
"Condenamos los ataques militares contra la República Islámica de Irán desde el 13 de junio de 2025, los cuales constituyen una violación del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas", señala el documento.
Sobre Gaza, la postura fue incluso más firme: "Reiteramos nuestra grave preocupación por la situación en los Territorios Palestinos Ocupados y exigimos un alto el fuego inmediato, permanente e incondicional, el retiro total de las fuerzas israelíes de Gaza y el respeto a las decisiones de la Corte Internacional de Justicia".
Pero la declaración no menciona quién llevó a cabo los ataques contra Irán y no llega a calificar la ofensiva israelí sobre Gaza como un genocidio. Respecto a Ucrania, menciona las “posiciones nacionales expuestas en los foros apropiados”. Esta forma diplomática de referirse a estos conflictos muestra la dificultad de articular posiciones comunes entre países con diversos intereses geopolíticos.
Aun así, Lula, visiblemente indignado, sostuvo durante su intervención: "No podemos permanecer indiferentes ante las prácticas genocidas de Israel en Gaza, el asesinato indiscriminado de civiles inocentes y el uso del hambre como arma de guerra"
América Latina y BRICS: entre el entusiasmo y la cautela
Con Brasil liderando la presidencia, América Latina ocupó un lugar central en la cumbre. Países como Colombia y Uruguay se han incorporado ya al Nuevo Banco de Desarrollo. Bolivia y Cuba son socios estratégicos del bloque. México y Chile, con más prudencia, participaron como observadores invitados.
"Lula ha hecho ese esfuerzo para invitarles... necesitamos más voces de más gente. El BRICS es un espacio donde la gente puede juntarse y crear acuerdos importantes para todos los países", explicó Michael Fox.

El periodista también destacó que, aunque existen numerosos foros multilaterales en la región, los BRICS son diferentes por la internacionalidad y alcance de sus miembros, lo que podría ser muy positivo para los intereses de los países latinoamericanos.
Sin embargo, según su opinión, el bloque no es muy conocido entre la población, ya que tan solo Brasil es un miembro de pleno derecho. Por eso, el esfuerzo de Lula por hacer que los BRICS puedan ser una plataforma de integración estratégica para América Latina, más allá de las estructuras tradicionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), históricamente dominadas por Estados Unidos.
Esto queda reconocido en la Declaración de Líderes: "Reafirmamos nuestro apoyo a una mayor participación y representación de los países de América Latina y el Caribe en los procesos y estructuras de toma de decisiones globales". Sin embargo, también hay obstáculos: diferencias ideológicas entre gobiernos, presiones geopolíticas externas y falta de articulación regional.
Potencial real, retos pendientes
El BRICS 2025 ha mostrado, una vez más, que hay lugar para organizaciones multilaterales internacionales, especialmente ante la dificultad de la ONU para representar apropiadamente las realidades actuales y del Consejo de Seguridad a la hora de responder adecuadamente.
Por otro lado, también ha puesto de manifiesto la dificultad de articular posiciones conjuntas respecto a los retos globales, desde conflictos internacionales hasta la crisis climática. Lula señaló esto en su intervención en la sesión sobre paz y seguridad y gobernanza global, diciendo que para muchos países es más fácil comprometerse a subir el gasto en defensa que en asistencia al desarrollo.
En esta misma intervención dijo: “Si la gobernanza internacional no refleja la nueva realidad multipolar del siglo XXI, corresponde a los BRICS contribuir a actualizarla. La representatividad y diversidad del bloque lo convierten en una plataforma poderosa, capaz de promover la paz, prevenir y mediar en conflictos”.