La escalofriante detención de Rumeysa Ozturk, académica turca en EE.UU., en sus propias palabras
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La escalofriante detención de Rumeysa Ozturk, académica turca en EE.UU., en sus propias palabrasEn el relato más detallado hasta el momento, Rumeysa Ozturk, estudiante turca de doctorado en EE.UU., describe lo que sufrió durante su arresto a manos de agentes encapuchados: ataques de asma, interrogatorios, y confinamiento.
En esta imagen tomada de un video de una cámara de seguridad, Rumeysa Ozturk, una estudiante de doctorado de 30 años en la Universidad de Tufts, es detenida por agentes del Departamento de Seguridad Nacional en una calle de Sommerville, Massachusetts, el 25 de marzo de 2025. / AP
17 de abril de 2025

Imagina que hombres enmascarados y no identificados te arrestan, te esposan y te trasladan sin ninguna explicación mientras el pánico se apodera de tu cuerpo y empiezas a sufrir ataques de asma constantes, pero no te permiten ver un médico. Esa fue la aterradora realidad que vivió Rumeysa Ozturk, académica turca, becaria Fulbright y estudiante de doctorado en la Universidad de Tufts en EE.UU. 

Ozturk relató la angustia a la que fue sometida durante su arresto el 25 de mayo, realizado por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), en una declaración jurada que TRT World obtuvo en exclusiva, y que sus abogados presentaron el 10 de abril ante un tribunal federal. 

La estudiante turca, de 30 años, fue detenida poco después de que su nombre y fotografía aparecieran en Canary Mission, un sitio web anónimo de listas negras que afirma documentar a personas que “promueven el odio contra EE.UU., Israel y los judíos” en campus universitarios y otros lugares.

“Desde que aparecí en el sitio web de Canary Mission en febrero, empecé a tener miedo de víctima de violencia”, declaró Ozturk en el documento.

El sitio la acusó de apoyar el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), de participar en “activismo anti-Israel” y de ser la coautora de un artículo de opinión en el que le pedía a la Universidad de Tufts que reconociera lo que ella describió como “el genocidio palestino”.

Ozturk es una de las cientos de estudiantes y profesores que ha sido víctima de perfilamiento de Canary Mission desde 2015 por expresar opiniones que el sitio considera antiisraelíes o antisemitas. Entre los otros casos que han llegado a los medios de comunicación recientemente están los de los estudiantes de la Universidad de Columbia Mahmoud Khalil, detenido el 8 de marzo, y Mohsen Mahdawi, arrestado el 14 de abril.

Canary Mission es una de varias plataformas que hacen doxxing, que consiste en la búsqueda y publicación de información privada sobre individuos particulares, y que han alardeado de haber desempeñado un papel en las detenciones de estudiantes y académicos desde que entró en vigor una orden ejecutiva del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dirigida contra el activismo pro-Palestina.

Esta orden ejecutiva permitió que agentes enmascarados del ICE detuvieran a personas sin órdenes judiciales, en acciones ampliamente condenadas como “secuestros” políticos y violaciones flagrantes del debido proceso.

“Cuando los hombres se me acercaron, lo primero que pensé fue que no eran funcionarios del gobierno, sino individuos privados que querían hacerme daño”, escribió Ozturk, describiendo los momentos iniciales que captaron las cámaras de seguridad, que se cortan cuando es arrastrada del lugar. 

Aunque los hombres se identificaron como policías, la naturaleza abrupta del encuentro la llevó a dudar de sus afirmaciones. Uno de ellos mostró brevemente una placa dorada, pero ella no pudo leerla.

“No pensé que fueran policías. Nunca había visto actuar así a la policía”, escribió, temiendo que fueran vigilantes vinculados a su doxxing en línea.

En medio del caos, mientras era forzada a subir a un vehículo, sus reiteradas preguntas —como por qué estaba siendo detenida o si estaba arrestada— fueron respondidas con silencio.

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Un reporte que cita al Departamento de Estado de EE.UU. señala que no hay evidencia que víncule a Rumeysa Ozturk, detenida por su activismo pro-Palestina, con terrorismo o discurso de odio.

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“Estaba segura de que me iban a matar”

Durante su traslado, Ozturk sufrió repetidos ataques de asma. En un aparcamiento, los agentes le pusieron grilletes en los pies y el torso antes de volver a meterla en el vehículo.

“Quería preguntar qué estaba pasando, pero daban miedo y eran hostiles”, dijo.

Tras ser víctima de doxxing, Ozturk había contactado previamente a un abogado por temor y tenía el número con ella, pero sus reiteradas solicitudes para hablar con un su defensor fueron postergadas.

En un momento, los agentes la trasladaron a un vehículo diferente. Fue entonces cuando Ozturk dijo haberse convencido de que “tenían la intención de matarme”.

Cuando volvió a preguntar por su seguridad, uno de los agentes le mostró brevemente una placa que no pudo leer y le advirtió que todo lo que dijera podría usarse en su contra.

“Parecía sentirse culpable y dijo ‘no somos monstruos’, ‘hacemos lo que el gobierno nos dice’”, recordó Ozturk.

“¿Eres miembro de una organización terrorista?”

Cuando el auto llegó a lo que parecía ser una comisaría en Lebanon, Nueva Hampshire, fue la primera vez que Ozturk creyó estar bajo custodia de las autoridades estadounidenses y no de vigilantes vinculados con su doxxing en línea.

Después de ir al baño, fue trasladada a Vermont, donde pasó la noche en una celda vacía que solo tenía un banco duro y un inodoro.

“No pude dormir. El inodoro estaba en el mismo espacio, prácticamente sin separación, y no había jabón. Hasta donde pude ver, no había otros detenidos”, relató.

Sus peticiones para hablar con un abogado seguían siendo rechazadas, aunque “me dijeron que podía anotar algunos números de teléfono de mi celular para llamar desde el siguiente lugar al que me iban a trasladar”, contó Ozturk.

“Una vez que hice eso, ya tenían acceso a mi teléfono. Tengo fotos privadas sin hiyab y de mis seres queridos, y me preocupa mucho que tengan acceso a eso”, escribió en su declaración.

Esa noche, los agentes regresaron varias veces a su celda, despertándola para preguntarle si quería solicitar asilo y si estaba afiliada a alguna organización terrorista.

Agotada y desorientada, Ozturk hizo todo lo posible por responder, a pesar de apenas comprender lo que le estaba ocurriendo. En un momento, preguntó adónde la llevarían. “A Louisiana”, respondió uno de ellos.

“Espero que te hayamos tratado con respeto”, añadió otro.

“No podía respirar”

Alrededor de las 4 de la mañana, volvieron por ella. Fue esposada y trasladada en avión a Atlanta. Para entonces, había dejado de pedir un abogado: estaba claro que esas solicitudes no serían cumplidas.

Mientras esperaba en el aeropuerto, Ozturk sufrió su primer ataque grave de asma bajo custodia. “Sentí que no podía respirar”, escribió más tarde.

Le permitieron ir al baño y usar su inhalador de emergencia, pero el ataque de asma no cedió.

Suplicó por su medicación recetada, pero los agentes le dijeron que “no había dónde comprarla” y que solo la recibiría en su destino final.

TRT Global - Rumeysa Ozturk, estudiante turca detenida en EE.UU., mantiene su firme defensa a la dignidad humana

La académica y estudiante de doctorado en la Universidad de Tufts, Rumeysa Ozturk, expresó que los ataques en su contra no la disuadirán de “defender los derechos de los jóvenes y los niños”.

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“Todo está en tu cabeza”

Al llegar al centro de detención en Louisiana, Ozturk sufrió nuevos ataques de asma.

“Les pedí que me dejaran salir a tomar aire fresco. Dijeron que no, pero me dejaron esperar fuera del cuarto, en el pasillo. Aun así, no podía respirar bien y lloraba”.

Cuando finalmente la llevaron al centro médico, una enfermera le tomó la temperatura y luego, sin pedir permiso, le quitó el hiyab.

“Me dijo ‘tienes que quitarte esa cosa de la cabeza’ y me lo quitó sin pedirme permiso. Le dije que no podía hacer eso y ella respondió que era por mi salud”.

No recibió ningún tratamiento para el asma.

En otro incidente, una enfermera desestimó sus síntomas diciendo que “todo estaba en [su] cabeza”.

No fue sino hasta la noche del 26 de marzo de 2025, más de 24 horas después de su detención y tras sufrir varios ataques de asma, que Ozturk pudo finalmente contactar a un abogado en Louisiana.

Condiciones de detención

Para el 10 de abril, cuando presentó su declaración jurada, Rumeysa Ozturk había sufrido al menos cuatro ataques de asma bajo custodia, agravados por condiciones que, según había advertido previamente, ponían en riesgo su salud.

Señaló que comparte celda con otras 23 personas, aunque el espacio fue diseñado solo para 14.

“Cuando hacen el recuento de internos, nos amenazan con que no debemos salir de nuestras camas o perderemos privilegios, lo que significa que muchas veces estamos atrapadas en la cama durante horas”, explicó.

“En las comidas, hay mucha ansiedad porque no hay un horario establecido... Nos amenazan con cerrar la puerta si no salimos del cuarto a tiempo, lo que implica que podríamos quedarnos sin comer”, añadió.

En su declaración, Ozturk expresó su deseo de volver a la Universidad de Tufts para terminar su doctorado, al que ha dedicado cinco años. Su detención interrumpió el programa cuando faltaban pocos meses para su finalización.

¿Por qué buscan deportar a Ozturk?

A diferencia de Mahmoud Khalil, líder estudiantil en Columbia, Ozturk no era conocida por un activismo notorio en el campus, lo que ha generado dudas sobre las razones detrás de su arresto.

Sin ofrecer pruebas, un alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional aseguró que fue detenida por participar en “actividades de apoyo a Hamás, una organización terrorista extranjera que disfruta matando estadounidenses”.

Su visa, al igual que la de más de 300 personas —incluida la de Khalil—, fue revocada bajo la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que permite la deportación de cualquier inmigrante si el secretario de Estado considera que sus actividades o presencia en EE.UU. podrían representar “consecuencias adversas para la política exterior”.

Una coalición de 27 organizaciones judías de todo Estados Unidos ha expresado su rechazo al arresto y detención de Ozturk, argumentando que “violan los derechos constitucionales más básicos”, como la libertad de expresión.

FUENTE:TRT World
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