Esperanza entre el silencio: Lama Abbadi, la artista siria que pinta murales en zonas bombardeadas
ORIENTE MEDIO
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Esperanza entre el silencio: Lama Abbadi, la artista siria que pinta murales en zonas bombardeadasLa artista Lama Abbadi nació sin audición. Sufrió bullying en la escuela. Y hoy plasma en muros destruidos por las bombas en Siria obras que aportan esperanza a un pueblo azotado por la guerra. Cómo convirtió la discriminación en arte y resiliencia.
El arte de Lama es luz en medio de la destrucción y el silencio. / TRT Español
29 de julio de 2025

“Cuando empezaron los bombardeos todo cambió”, recuerda la artista Lama Abbadi, de 34 años, sobre la guerra civil siria que comenzó en 2011. “Vi caer proyectiles, y la gente debió escapar y luego vivir en carpas”.

Lama nació sin audición, por lo que jamás escuchó las bombas. Pero sí las sintió vibrar bajo sus pies como descargas eléctricas.

Con la ayuda de su madre, Lama se comunica mediante lengua de señas. Y, al igual que muchos sirios, ha visto la muerte de cerca. También le ha tocado vivir el trauma de ver su ciudad en ruinas y a muchos seres queridos partir de este mundo. Y todo eso, ella que no escucha pero lo siente todo, lo refleja en la pintura. 

“Pintar me daba paz y consuelo en medio del caos que envolvía mi vida”, cuenta Lama a TRT Español. “Era mi único refugio”.

Cuando comenzaron los bombardeos en la ciudad de Jisr al-Shughur, en Idlib, norte de Siria, Lama y su familia debieron huir hacia la frontera con Türkiye y vivir en campamentos. Un período doloroso e impactante que le dejó una marca indeleble en el alma.

El estilo artístico de Lama se encuadra en el realismo expresivo contemporáneo. Y sus más de 100 obras pueden verse tanto en pequeños lienzos como en grandes murales en Idlib, donde los ecos de las bombas aún resuenan, reflejando la profundidad del sufrimiento colectivo de los sirios ante una guerra brutal que costó la vida de más de 600.000 personas.

Una voz en color y forma



Sin poder oír, Lama descubrió la pintura cuando era joven gracias a su padre, también pintor.  Sentada a su lado, aprendió técnicas y trazos, y despertó su fascinación por los colores y las pinceladas. Comenzó con bocetos a lápiz y con el tiempo llegó, con ayuda de un profesor privado, a la pintura al óleo.

“En situaciones difíciles, Lama usaba papel y lápiz para comunicarnos sus ideas”, recuerda Hayat, su madre en conversación con TRT Español.

Cuenta que, durante esa época, su hija aprendía lo que la gente decía a su alrededor, descifrando el movimiento de sus labios.

“En los años 90 no había grandes avances en tecnología para audífonos, y aunque la llevamos a médicos, en ese momento no le colocaron ninguno”, recuerda Hayat.

Del bullying y el aislamiento a la voluntad de superación



En la escuela, la realidad fue aún más dura: Lama enfrentó bullying y exclusión social. Sus compañeros la rechazaban por su discapacidad. “Pero a pesar de todo eso”, cuenta la madre, “la determinación de Lama nunca flaqueó”.

“Ella era persistente y tenía una gran voluntad de superarse”, afirma, resaltando cualidades que luego serían clave para derribar barreras sociales y luego artísticas.

Pero algunos comentarios afectaron mucho a la familia, siempre preocupada por ofrecerle a Lama un gran apoyo y alentándola desde joven a perseguir sus sueños artísticos.

“Cuando alguien la llamaba ‘muda’, les decía que me lastimaban”, recuerda Hayat. “Luchamos para que la aceptaran sin exponerla al daño”.

Ese esfuerzo protector sentó las bases para poco a poco lograr su aceptación social. La familia la inscribió en clases especiales donde, con el tiempo, maestros y compañeros comenzaron a reconocer sus talentos. “Esa resiliencia ayudó a formar a la artista que es hoy mi hija”, explica su madre.

Para Lama, ese cambio fue un momento decisivo en su vida. “Pasé de ser una marginada a tener amigos que me apoyaban y compartían mi pasión por la pintura”, recuerda. “Eso aumentó mi confianza y enriqueció mi arte”.

Dolor y propósito en forma de mural



Tras estallar la guerra en Siria, acompañada por su padre y enfrentando el intenso calor, eligió paredes arruinadas y estructuras derrumbadas —símbolos del dolor colectivo— como lienzos para murales donde reflejar el duelo y la esperanza de su gente.

“A través de mis pinturas”, recuerda, “deseaba sembrar esperanza en los corazones”.

Ese deseo configuró una misión artística más allá de la expresión personal: Lama buscaba capturar no solo el costo brutal de la guerra, sino también la posibilidad de recuperación para toda Siria.

“Mi estilo se basa en mostrar la realidad en todas sus dimensiones, con su dolor y sufrimiento. Pero, a la vez, no quiero que la gente se ahogue en la depresión o la desesperanza”, insiste Lama. “Siempre trato de lograr un delicado equilibrio entre mostrar el dolor que sufren las personas y transmitir mensajes de esperanza y fuerza dentro de ellos.”

Una de sus cuadros más destacados, que captura el sufrimiento del país, hizo parte de la exhibición “Hikayati” o “Mi historia”. La imagen muestra a dos mujeres: una, en la parte inferior, extiende las manos mientras la sangre cae de sus brazos y las lágrimas recorren su rostro; la otra, en la parte superior, aparece frente a unos edificios, observando cómo se aproximan las bombas. Sobre ella se proyecta un mapa que representa la fractura de la sociedad siria. Para Lama, la obra ofrece un poderoso vistazo a las cicatrices silenciosas de todo un pueblo.

“Mi objetivo principal es levantar el ánimo de quienes me rodean pintando el dolor y la esperanza, la pobreza y la fuerza. Recordar a la gente que, a pesar de lo duro que es la vida, aún hay oportunidades para recuperarse y cambiar”, reflexiona Lama.

Construyendo puentes a través de la enseñanza



Más allá de pintar murales, Lama canaliza este espíritu de esperanza en un compromiso directo con la comunidad. Durante el día, dirige un pequeño taller en su casa donde enseña habilidades básicas de dibujo a 13 niños locales. Se comunican mediante lengua de señas y gestos —como imitar un vaso para indicar sed— fomentando la intimidad y el entendimiento mutuo.

“No tengo dificultad para comunicarme con ellos”, dice Lama. El taller es un espacio alegre de creatividad y aceptación, donde se forman vínculos mientras ella dibuja para los chicos. Estas sesiones iluminan vidas y promueven la aceptación temprana de la discapacidad y la diversidad.

“Cuando los chicos aprenden de alguien como Lama, que sufre pérdida auditiva y del habla, entienden desde pequeños que la sociedad está formada por grupos diversos: personas sin discapacidades, ciegos, personas con síndrome de Down, amputados y otros”, explica su madre.

Una voz artística en evolución



En los años previos a la guerra, los dibujos de Lama mostraban personajes caricaturescos y flores brillantes, temas típicos de una joven artista explorando formas y colores. Pero los bombardeos cambiaron sus motivos. Después de 2013, tonos más oscuros se filtraron en sus pinturas y murales, reflejando hambre, pérdida y duelo.

Su estilo también cambió: los pequeños lienzos dieron paso a murales que le permitían contar grandes narrativas emocionales. “Sus sentimientos de rabia y tristeza se transformaron en mensajes implícitos”, evoca su madre.

“Pintar murales conlleva una gran responsabilidad”, explica Lama. “Estas obras las ve toda la gente en las calles”.

Estigma, supervivencia y perseverancia

El camino de Lama enfrentó aún más desafíos, como la poca valoración cultural del arte a raíz de la inestabilidad de la guerra.

Vender sus pinturas es difícil en un país donde el arte suele ser secundario, y el desplazamiento ha impactado en muchas vidas. Sin embargo, ella continúa, impulsada por la convicción de que el arte importa, sobre todo en un país donde tantas otras cosas se han desmoronado.

Aunque Lama ha realizado exposiciones exitosas en zonas como Azaz, Jisr al-Shughur e Idlib, sus ambiciones van mucho más allá del reconocimiento regional, pues aspira a exponer incluso en Türkiye.

“Mi sueño más grande es hacer exposiciones fuera de Siria, compartiendo la historia de mi pueblo con el mundo”, cuenta.

Cada obra, espera, ayudará a atraer la atención internacional hacia el sufrimiento y la persistencia colectiva de los sirios.

Como otros sirios que enfrentan discapacidad, el coraje ha marcado su camino. 

“Mi mensaje para todos los que viven con alguna discapacidad, ya sea auditiva, visual o motriz, es que nunca se rindan ante los desafíos”, concluye Lama. “La verdadera fuerza está en la determinación y la perseverancia, y Dios siempre está con quienes se esfuerzan y trabajan duro”.

Este artículo fue redactado por Bala Chambers y reportado por Mohammad Bashir Aldaher.

FUENTE:TRT Español
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