Un deslizamiento de tierra arrasó el domingo el pueblo de Tarasin, en la región occidental de Darfur, Sudán, dejando al menos 1.000 muertos en uno de los peores desastres naturales de la historia reciente del país.
La tragedia ocurrió este domingo en el pueblo de Tarasin, en las Montañas Marrah de Darfur Central, tras varios días de intensas lluvias a finales de agosto, según informó el Movimiento-Ejército de Liberación de Sudán en un comunicado.
“La información inicial indica la muerte de todos los residentes del pueblo, estimados en más de mil personas. Solo una persona sobrevivió”, indicó el comunicado. Además, el grupo señaló que el pueblo fue “completamente arrasado” y solicitó a la ONU y a las organizaciones de ayuda internacional asistencia para recuperar los cuerpos.
“Es una tragedia sin precedentes”
Al-Amin Abdallah Abbas, un agricultor de la zona, afirmó que Tarasin fue una de las áreas más afectadas por las intensas lluvias que azotaron la región durante semanas. Señaló que se están llevando a cabo esfuerzos en las zonas cercanas para recuperar y enterrar a las víctimas.
“El pueblo y su gente desaparecieron”, explicó a la agencia The Associated Press. “Es una tragedia sin precedentes”.
Tarasin se encuentra en las Montañas Marrah centrales, una zona volcánica con una altura de más de 3.000 metros en su cima. Patrimonio mundial, la cadena montañosa es conocida por sus temperaturas más bajas y precipitaciones más altas que las áreas circundantes, según UNICEF. Está ubicada a más de 900 kilómetros al oeste de la capital, Jartum.
El deslizamiento de este domingo fue uno de los desastres naturales más mortales en la historia reciente de Sudán. Cientos de personas mueren cada año debido a las lluvias estacionales que ocurren entre julio y octubre. Las fuertes precipitaciones del año pasado provocaron el colapso de una presa en la provincia del Mar Rojo oriental, causando al menos 30 muertes, según la ONU.
Esta tragedia se produce en un contexto ya crítico para la región, mientras se mantiene la guerra desatada entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) en el estado de Darfur del Norte. Muchos sudaneses han buscado refugio en la zona de las Montañas Marrah, donde sin embargo escasean los alimentos y los medicamentos.
La guerra civil de dos años ha dejado a más de la mitad de la población enfrentando niveles de hambre críticos y ha desplazado a millones de sus hogares, mientras la capital del estado de Darfur del Norte, Al Fashir, sigue bajo fuego.
