La relación entre Estados Unidos y Brasil atraviesa horas turbulentas luego de que el presidente Donald Trump sacara una de sus cartas favoritas y anunciara aranceles del 50% para todos los productos importados de ese país. Sin embargo, esta vez, la razón no es puramente económica: Trump asegura que su decisión se deriva del trato que ha recibido el expresidente Jair Bolsonaro, uno de sus principales aliados en la región, y la supuesta censura contra plataformas estadounidenses. En respuesta, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, advierte que podría implementar medidas similares.
Bolsonaro enfrenta actualmente un juicio histórico por su presunta participación en un intento de golpe de Estado en 2023, luego de que perdiera las elecciones presidenciales de Brasil ante Lula. Pese al proceso penal que está en curso y las acusaciones de los fiscales, Trump asegura que trata de una “desgracia internacional” y una “caza de brujas”.
En una carta publicada en su red Truth Social, que iba dirigida a Lula, Trump escribe: "¡Este juicio no debería estar realizándose! ¡Es una cacería de brujas que debe terminar INMEDIATAMENTE!". Luego elogió a Bolsonaro como "un líder muy respetado en todo el mundo durante su mandato".
Y entonces lanzó la amenaza: a partir del 1 de agosto, Estados Unidos impondrá un arancel del 50% a todas las exportaciones brasileñas. "Las mercancías transbordadas para evadir este arancel del 50% estarán sujetas a ese arancel más alto", añadió Trump.
"Por favor, comprendan que la cifra del 50% es mucho menor de lo necesario para lograr la igualdad de condiciones que debemos tener con su país", declaró. También añadió que esto era necesario para rectificar lo que describió como injusticias cometidas por el gobierno, al que llamó "régimen".
Y, anticipándose a la respuesta de Lula, advirtió sobre aranceles adicionales si Brasil toma represalias: "Cualquier cifra que decidan aumentar se añadirá al 50% que cobramos".
Trump ha mostrado reiteradamente su respaldo a aliados como Bolsonaro, con quien mantuvo una relación cercana durante su primer periodo en la Casa Blanca (2017-2021), mientras ataca con dureza a quienes considera adversarios.
Lula responde con “reciprocidad”
La respuesta de Lula también llegó a través de redes sociales. Y en tono de advertencia: Brasil puede actuar “en reciprocidad”. “Cualquier aumento arancelario unilateral se abordará de conformidad con la Ley de Reciprocidad Económica de Brasil. La soberanía, el respeto y la defensa inquebrantable de los intereses del pueblo brasileño son los valores que guían nuestra relación con el mundo”, escribió.
Luego de rebatir, punto por punto, los múltiples señalamientos de Trump, señaló que Brasil “es una nación soberana con instituciones independientes y no aceptará ninguna forma de injerencia”. Y con respecto al juicio que enfrenta Bolsonaro indicó que “los procesos judiciales contra los responsables de la planificación del golpe de Estado son competencia exclusiva del Poder Judicial de Brasil y, por lo tanto, no están sujetos a ninguna interferencia o amenaza que pueda comprometer la independencia de las instituciones nacionales”.
El miércoles, el Gobierno de Lula también citó al representante de negocios de Estados Unidos para protestar contra el apoyo mostrado a Bolsonaro, reveló una fuente del Ministerio de Exteriores a la agencia de noticias AFP.
El diplomático estadounidense Gabriel Escobar fue llamado para dar explicaciones sobre una nota publicada el miércoles por la embajada, en la que reitera el apoyo dado por el mandatario Donald Trump a Bolsonaro.
"Jair Bolsonaro y su familia han sido socios fuertes de Estados Unidos. La persecución política contra él, su familia y sus seguidores es vergonzosa e irrespeta las tradiciones democráticas de Brasil", señala el texto.
¿Un segundo “round”?
El lunes Trump ya había salido en defensa de Bolsonaro, al describir el juicio como una “caza de brujas” y pedir que dejaran “en paz” al expresidente. El episodio llevó a que Lula, en el marco de la cumbre BRICS –un bloque también incómodo para Washington– a declarar que su país "no aceptará interferencias ni instrucciones de nadie".
“La defensa de la democracia en Brasil es un asunto de los brasileños. Somos un país soberano… Tenemos instituciones sólidas e independientes”, afirmó Lula en un comunicado difundido el lunes, sin mencionar directamente a Trump.
“Yo he visto, como también lo ha visto el mundo, cómo lo han perseguido sin descanso, día tras día, noche tras noche, mes tras mes, año tras año”, insistió el mandatario estadounidense.
Bolsonaro podría enfrentar una condena de hasta 40 años de prisión. El exmandatario afirma ser víctima de una persecución política para impedirle competir en las elecciones presidenciales del próximo año. Cabe destacar que, no obstante, ya estaría inhabilitado hasta 2030 por difundir información falsa sobre el sistema electoral.
El caso recuerda al proceso judicial contra el propio Trump por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, cuando sus simpatizantes irrumpieron en Congreso de EE.UU., cuando debía certificarse la victoria de Joe Biden en 2020. Trump se declaró inocente y el caso fue abandonado cuando ganó la reelección en 2024.
De hecho, Bolsonaro apuntó que "el ilustre presidente y amigo" Trump "ya pasó por algo semejante, fue implacablemente perseguido, pero venció para el bien de Estados Unidos y decenas de países verdaderamente democráticos".
El pulso por los BRICS
Mientras en Río de Janeiro se celebraba la Cumbre de los BRICS 2025 con Brasil como anfitrión, Trump advirtió que cualquier país que se acercara al bloque enfrentaría aranceles adicionales.
"A cualquier país que se alinee con las políticas antiestadounidenses de los BRICS se le cobrará un arancel ADICIONAL del 10%. No habrá excepciones a esta política", afirmó el presidente de EE.UU. el domingo en su plataforma Truth Social.
Un comentario al que Lula respondió en ese momento sin rodeos. "No queremos un emperador", afirmó al día siguiente en la cumbre.
La relación de Trump con Lula contrasta con la que mantuvo durante su primer mandato (2016-2021) con el expresidente brasileño ultraderechista Jair Bolsonaro, juzgado por intento de golpe de Estado.