AMÉRICA LATINA
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Cómo Javier Milei pasó de activista anticorrupción a presidente asediado en Argentina
Milei sufre golpes consecutivos: derrota en Buenos Aires y un escándalo de sobornos que involucra a su hermana y asesores, dejando al presidente, antes anticorrupción, atrapado en la polémica.
Cómo Javier Milei pasó de activista anticorrupción a presidente asediado en Argentina
Imágen de archivo de Javier Milei / Reuters
hace 18 horas

Washington, D.C. — Javier Milei prometió derribar el antiguo orden político de Argentina. Llamó a sus líderes “la casta”, los acusó de décadas de saqueo y decadencia, y juró que su propio gobierno sería distinto.

En 2023, ese discurso alimentó su ascenso de comentarista televisivo a presidente. Como un showman al estilo del estadounidense Donald Trump, se apropió del anarcocapitalismo y prometió hacer de Argentina un país ingobernable para los corruptos.

Así como la prensa estadounidense bautizó a Jair Bolsonaro como el “Trump de los Trópicos”, Milei fue rápidamente apodado el “Trump de las Pampas”, en referencia a las extensas llanuras argentinas.

Dos años después, la promesa de Milei a los votantes parece desmoronarse.

El gobierno del presidente ha sido sacudido por un escándalo de sobornos que apunta directamente a su confidente más cercana: su hermana Karina. Su partido, La Libertad Avanza, también sufrió una derrota aplastante en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, perdiendo por 14 puntos frente a los peronistas, el movimiento que Milei había combatido con vehemencia.

Estos dos golpes han dejado a Milei expuesto, obligando a los argentinos a preguntarse si el hombre que juró limpiar la política no es más que otro participante del sistema que denunció.

Para Mason Moseley, profesor asociado del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Virginia Occidental, el resultado de Buenos Aires no es simplemente una elección local.

"Las recientes elecciones provinciales en Buenos Aires podrían indicar los límites de su atractivo cuando la gente, particularmente los argentinos pobres y de clase media baja, no sienten que sus políticas hayan tenido un impacto positivo significativo en sus vidas", le dice Moseley, autor de varios libros sobre política latinoamericana, en conversación con TRT World.

Buenos Aires no es cualquier provincia: concentra casi el 40% del electorado y sigue siendo el escenario decisivo para las presidenciales. Su gobernador, Axel Kicillof, se perfila como el principal contendiente para desafiar a Milei en 2027, y fue Kicillof quien orquestó la victoria de septiembre.

El momento no podría haber sido peor para Milei: un colapso en las urnas justo cuando un audio filtrado vinculaba a su hermana con un presunto esquema de sobornos.

La grabación, difundida en agosto, captó a Diego Spagnuolo, exjefe de la agencia argentina de discapacidad, afirmando que contratos con un proveedor farmacéutico se habían usado para canalizar cientos de miles de dólares al mes en sobornos.

Según Spagnuolo, Karina se llevaba una parte. El escándalo estalló justo cuando Milei había vetado fondos para discapacitados, alimentando la indignación por un gobierno que se enriquecía mientras recortaba servicios a los más vulnerables.

El presidente desestimó las acusaciones como un ataque político, destituyó a Spagnuolo y siguió adelante.

Pero la percepción de la implicación de su hermana se mantuvo, reforzada por protestas que derivaron en violencia y por una caída en su aprobación, que se desplomó por debajo del 40%.

Austeridad sin crecimiento

Naomi Roht-Arriaza, profesora de Derecho (emerita) en la Universidad de California, San Francisco, sostiene que el escándalo golpea directamente el núcleo de la identidad de Milei.

“La derrota del partido de Milei en estas elecciones muestra, por encima de todo, el rechazo de los argentinos a los líderes corruptos”, afirma a TRT World.

“Fue la percepción de que el expresidente peronista era corrupto lo que llevó a muchos argentinos, especialmente en Buenos Aires, a romper con los partidos políticos existentes y apoyar a Milei como un cambio radical que derribaría un sistema corrupto”.

Roht-Arriaza, autora de Fighting Grand Corruption: Transnational and Human Rights Approaches from Latin America and Beyond, añade: “El último escándalo que involucra a su hermana y a sus asesores cercanos ha dejado destrozada la imagen de Milei como reformador de un gobierno limpio”.

El programa económico de Milei agrava la desilusión.

La inflación, que antes era motivo de pánico diario, ha disminuido desde cifras de tres dígitos. Pero los alimentos y la energía siguen siendo caros en Argentina, y los profundos recortes en el gasto social de su gobierno no han sido bien recibidos por los hogares.

Para muchos argentinos, la promesa de un nuevo orden se ha traducido en una versión más dura del antiguo: austeridad sin crecimiento.

Para muchos argentinos, la promesa de un nuevo orden se ha traducido en una versión más dura del antiguo: austeridad sin crecimiento.

“Creo que, en cierta medida, las reformas económicas de Milei han sido bien recibidas, en tanto han proporcionado un cierto grado de estabilidad en la inflación mensual, que había sido la mayor espina en el costado del gobierno peronista bajo Alberto Fernández”, señala.

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¿La corrupción se vuelve hacia adentro?

El desafío para Milei ahora, señalan los expertos, no es solo controlar la inflación, sino mejorar realmente la calidad de vida de los argentinos.

“Muchos de sus recortes a los programas sociales han afectado negativamente los medios de vida de las personas, los precios siguen siendo relativamente altos y los salarios estancados. La sensación ahora es que Argentina está estancada, y en algún momento su gobierno deberá poder mostrar evidencia tangible de crecimiento”, añade Moseley.

En Argentina, el partido de Milei sigue siendo pequeño, y depende de alianzas con grupos más tradicionales de centro-derecha para aprobar leyes, algo crítico a medida que su propio apoyo disminuye.

Su derrota en Buenos Aires indica que su mensaje puede no estar resonando plenamente entre quienes antes se consideraban su base.

Algunos votantes de clase media baja, a quienes se les prometió alivio de una clase política que los ignoró durante décadas, aún podrían no haber visto beneficios concretos. Su veredicto, cuando se celebren las elecciones legislativas nacionales en octubre, podría resultar decisivo.

Por ahora, Milei insiste en que duplicará la apuesta por la austeridad y llevará su lucha al Congreso. Sin embargo, incluso sus aliados reconocen que revertir el resultado en Buenos Aires es crucial para evitar un estancamiento legislativo.

El mayor problema del presidente, según los expertos, podría ser que la historia de corrupción que alguna vez usó como arma contra sus rivales se ha vuelto en su contra.

El escándalo de sobornos que involucra a la agencia argentina de discapacidad ha reforzado la idea de que Milei podría no ser tan distinto de los gobiernos del pasado.

Como señala Moseley: “La presión está en, al menos, revertir parcialmente este resultado en octubre; de lo contrario, a Milei le resultará aún más difícil impulsar su agenda en el Congreso”.


FUENTE:TRT Español y agencias
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