El horror en Gaza se extiende hasta el punto de ver a niños indefensos morir lentamente, hasta los huesos, por hambre. Muhammad Zakaria Khudr tenía apenas cinco años cuando exhaló por última vez este lunes, en una escena que estremece: la hambruna lo había llevado a pesar solo tres kilos. Su muerte fue consecuencia de la profunda escasez de alimentos provocada por el bloqueo de Israel sobre Gaza, en medio de una estrategia de hambre planificada que cada vez se cobra más vidas palestinas, y de ataques que no dan respiro.
Un médico del Hospital Nasser, en el sur de Gaza, confirmó la condición trágica de Muhammad a la agencia de noticias Anadolu. Mientras, en redes sociales circula un video que muestra el cuerpo extremadamente delgado del niño.
Su padre afirmó que la pérdida de peso y la muerte de Muhammad se debieron a la falta de leche y alimentos.
Y los hospitales de Gaza siguen reportando muertes por hambruna forzada. El Ministerio de Salud de Gaza informó el lunes que la cifra de fallecidos por inanición subió a 222, incluidos 101 niños, tras la muerte de otros cinco palestinos en las últimas 24 horas.
Asimismo, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU advirtió que un tercio de la población ha pasado varios días sin comer, y calificó la situación como “sin precedentes” por los niveles de hambre y desesperación.
La hambruna la ha impuesto y extendido Israel a través de un bloqueo total desde el 2 marzo hasta mediados de julio. Desde entonces, el ingreso de bienes esenciales y ayuda humanitaria es muy limitado. Solo se han permitido entradas mínimas, muy por debajo de lo necesario para evitar una hambruna. Si en Gaza no te matan las bombas, te mata el hambre.
Según la Oficina de Prensa de Gaza, Israel dejó pasar 1.210 camiones de ayuda en 14 días, apenas un 14% de los 8.400 necesarios para atender la crisis alimentaria en ese periodo.
Ampliar la ofensiva pone a más niños en riesgo: OMS
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, expresó su preocupación por los planes de Israel de ocupar la Ciudad de Gaza, advirtiendo que la situación humanitaria “ya es crítica”.
“El plan de Israel de ampliar las operaciones militares en Gaza es profundamente preocupante, dada la ya grave situación humanitaria y sanitaria en todo el enclave”, declaró.
Además, advirtió que una mayor escalada podría poner en riesgo a más niños por malnutrición y falta de acceso a servicios de salud.
“Reiteramos nuestro llamado para que se permita un acceso inmediato, sin trabas y ampliado a la ayuda alimentaria y sanitaria, para la liberación de los rehenes y para un alto el fuego permanente”, añadió Tedros.

“Toda una generación está siendo aniquilada”
Por su parte, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) alertó sobre la situación extrema en Gaza, donde la población muere de hambre y los bombardeos continúan.
“Familias enteras, barrios y toda una generación están siendo aniquilados”, dijo la agencia en un comunicado en X.
La UNRWA criticó la inacción de la comunidad internacional, advirtiendo que el silencio equivale a complicidad, y pidió un alto el fuego inmediato para frenar la catástrofe humanitaria.
Según un reporte de la ONU publicado en noviembre pasado, al menos 1.400 familias palestinas han sido “eliminadas por completo” desde el inicio de la ofensiva en los diferentes ataques y causas derivadas de estos, aunque se estima que el número actual sea incluso mayor.
Así, la ofensiva militar israelí no solo está cobrándose vidas, está desintegrando el tejido mismo de la sociedad palestina: sus familias. Hogares enteros han sido convertidos en tumbas colectivas, mientras miles de niños quedan huérfanos o sin hermanos.
Médicos Sin Fronteras denuncia “asesinatos planificados” en entrega de ayuda
Los ataques siguen en todo el enclave y también en los centros de distribución de ayuda, gestionados por la controvertida Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos e Israel, en los cuales desde el 27 de mayo el ejército israelí ha matado al menos a 1.778 palestinos que buscaban alimentos.
En este marco, Médicos Sin Fronteras (MSF) volvió a criticar el lunes a la fundación, describiendo sus puntos de ayuda como escenas de “asesinatos planificados”.
"Esto no es ayuda. Es un asesinato planificado", declaró el miércoles por la noche la organización MSF, conocida por su acrónimo francés.
La entidad exigió el desmantelamiento inmediato de la GHF, pidió que ningún Estado done fondos a ese grupo, que se restablezca el sistema de coordinación dirigido por la ONU y que se levante el asedio a Gaza para permitir la entrega segura y masiva de ayuda.

Las bombas siguen asesinando, mientras Israel busca silenciar el genocidio
Israel asesinó este lunes al menos a 48 palestinos, incluidos 11 niños, en una nueva oleada de bombardeos israelíes en la asediada Gaza, informaron fuentes médicas a la Agencia Anadolu.
Uno de los ataques más letales, en Jan Yunis, tuvo como objetivo una casa y mató a siete miembros de una misma familia. En la Ciudad de Gaza, otro bombardeo contra una tienda que albergaba desplazados dejó tres muertos de una misma familia.
En el barrio de Zeitún, en el sureste de la Ciudad de Gaza, un ataque mató a nueve personas, ocho de ellas niños. En el centro del enclave, el hospital Al-Awda recibió el cuerpo de un niño y a cuatro heridos tras otro bombardeo.
En un hecho separado, dos palestinos —uno de ellos un niño— murieron y otros resultaron heridos cuando tropas israelíes abrieron fuego contra personas que esperaban ayuda cerca del cruce de Zikim, en el noroeste de Gaza.
En la mañana del martes, los ataques continuaron, cuando las fuerzas israelíes perpetraron dos masacres en Jan Yunis y en la Ciudad de Gaza, asesinando a 15 palestinos y dejando gran cantidad de heridos.
Israel ha matado a más de 61.500 personas en Gaza, en su mayoría mujeres y niños, y unas 11.000 permanecen bajo los escombros de viviendas destruidas, según el Ministerio de Salud de Gaza. No obstante, expertos estiman que la cifra real podría rondar los 200.000.
En el marco de sus ataques, Israel ha reducido a ruinas gran parte del enclave y desplazado prácticamente a toda su población. Al mismo tiempo, ha atacado de forma sistemática a periodistas, un crimen de guerra cuyo objetivo es silenciarlos y evitar que el mundo conozca la magnitud de lo que está ocurriendo: un genocidio.
