“No bajen los brazos, no pierdan las esperanzas”, dijo a TRT Español Taty Almeida, presidenta de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, en un mensaje de aliento al pueblo palestino. Y sus palabras no son casuales: en Argentina, organismos de derechos humanos han alzado la voz para denunciar el genocidio que Israel perpetra en Gaza, y han pedido la detención del primer ministro Benjamín Netanyahu si llega a visitar el país. Sin embargo, la incertidumbre ahora rodea ese posible viaje, luego de que algunos medios reportaran que Netanyahu habría cancelado la visita.
Pero la solidaridad de las organizaciones argentinas de derechos humanos con Palestina no es una novedad: tiene un arraigo de casi 40 años. Y entre las acciones que han emprendido se encuentran las peticiones que impulsaron en 2011 para que las Naciones Unidas reconocieran un Estado palestino, así como las marchas de este año en Buenos Aires para exigir el fin de la ocupación israelí en Gaza y denunciar la limpieza étnica contra los palestinos.
Las memorias de 1987
En 1987, un grupo de Madres de Plaza de Mayo viajó a Israel para amplificar sus reclamos y denuncias “en un país estratégico del poder global”, según reconstruye el libro “El mundo es un pañuelo”, publicado por la Asociación Madres de Plaza de Mayo con autoría del periodista Luis Zarranz. “Tuvieron la posibilidad de interiorizar la lucha palestina que, ante la ocupación, el despojo y el sometimiento del pueblo al Ejército israelí, fueron haciendo propia”, recordaron en esas memorias.
En ese viaje, las madres Hebe de Bonafini y Juana de Pargament intentaron contactar a Felicia Langer, abogada germana-israelí, activista de derechos humanos reconocida por su defensa de palestinos acusados por violaciones políticas en Cisjordania ocupada y Gaza. “Pero les impidieron verla. Ese hecho terminó por exponerles con crudeza las restricciones imperantes para quienes visitaban Israel, que a la vez exponían una sociedad partida en dos”, señala el libro.
Muchos años después, en 2022, Bonafini recordó su viaje a Gaza: “Estuve dos veces y conozco bien cómo es. En Gaza, (los palestinos) viven como si fueran ajenos, como si no fuera de ellos, en galpones. Y dentro de cada galpón, piezas para familias completas. Los baños son para compartir entre montones de personas”, describió.
“Se bañan en piletones y los israelíes bombardean, y bombardean porque no tienen piedad, porque se quieren quedar con esas tierras, y cómo bombardean tanto, los palestinos se van corriendo, un poquito, como pueden”.
“Con las bombas feroces, con el odio feroz que Israel tiene, ¿saben por qué? Porque tendrán muchas cosas, pero no tienen sangre. Los palestinos son aguerridos, y defienden pedacitos de tierra, pequeños, chiquitos. Los van corriendo, y les van pegando, y ellos siguen ahí, y hay pibes que no quieren tirar contra los palestinos, por eso no hacen el servicio militar. Y como no hacen el servicio militar los ponen presos, y entonces nacieron ‘las mujeres de negro’ para pedir por sus hijos que están presos por no querer tirar contra los palestinos. Hay mucha gente en Israel que no quiere la guerra, que les duele como nos duele a nosotros. No son todos los israelíes, no son todos Netanyahu”, dijo entonces.
Ese mismo espíritu acompañó a las Madres en mayo pasado cuando marcharon, junto a organizaciones que apoyan la causa palestina, para conmemorar el aniversario de número 77 de la Nakba, la catástrofe en árabe: el desplazamiento al que fue sometido el pueblo palestino en 1948, cuando fuerzas sionistas asesinaron a más de 30.000 personas y expulsaron a otras 700.000.
“Palestina libre” y “alto al genocidio” fueron las consignas esa tarde, donde estuvo invitada Tilda Rabi, presidenta de la Federación de Entidades Argentino Palestinas. “Las Madres fueron dos veces a ese territorio ocupado y pudieron constatar, con mucha valentía y mucho coraje, lo que está atravesando ese pueblo”, dijo en el acto Demetrio Iramain, militante de Madres.
Sin embargo, la cercana relación entre las Madres de la Plaza de Mayo y la causa palestina no ha sido muy conocida en Argentina, según Zarranz, quien trabajó junto a Bonafini durante más de una década. Y, en parte, eso se debe al lobby sionista de Israel en Argentina.
“Los medios nunca les dieron gran relevancia a las Madres. Tienen una línea proisraelí, muchos de sus dueños están vinculados a la comunidad israelí y no penetra con intensidad este tipo de articulaciones”, explicó Zarranz a TRT Español.
“La justicia argentina tiene que meterlo preso”
Ante la posibilidad de una visita de Netanyahu a Argentina, 11 organismos de derechos humanos —entre ellos la asociación Madres de Plaza de Mayo— presentaron a mediados de agosto una denuncia contra el primer ministro israelí por “genocidio, crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad”.
La denuncia conjunta lo acusa de impulsar una “política de exterminio” contra el pueblo palestino, y reclama su inmediata detención apenas pise suelo argentino. Justamente, hace eco de la orden de arresto que la Corte Penal Internacional (CPI) emitió en 2024 contra Netanyahu y su exministro de Defensa Yoav Gallant por crímenes de guerra y contra la humanidad, cometidos desde el 7 de octubre de 2023.
“Netanyahu es buscado y denunciado no sólo en Argentina. Corresponde que vaya preso apenas pise suelo argentino. Sabemos perfectamente los delitos de lesa humanidad que ha cometido este individuo”, afirmó Almeida, una de las denunciantes. “Lo que le están haciendo al pueblo palestino es tremendo”, señaló indignada y agregó que es fundamental lograr la paz.
“No es el pueblo judío el que comete este horror, sino el gobierno israelí”, remarcó, para evitar acusaciones por antisemitismo, que en Argentina afloraron contra muchas personas que rechazaron públicamente la invasión de Israel en Gaza.
De concretarse la visita de Netanyahu, abriría un dilema dentro del gobierno local, ya que Argentina es miembro de la CPI. Si el primer ministro israelí
pisara suelo argentino, debería responder a esa orden. Pero el presidente de Argentina, Javier Milei, ha apoyado reiteradamente a Netanyahu e Israel, país que visitó en dos ocasiones desde que asumió jefe de Estado.
Gaza, una herida lacerante
Eduardo Tavani, abogado y presidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, otro de los organismos denunciantes, dijo que los testimonios e imágenes que se conocen a diario desde Gaza dan cuenta del horror sistemático.
“El compromiso que asumimos con la vida y en defensa de la dignidad humana nos impulsaron a denunciar las violaciones a derechos y garantías fundamentales”, explicó a TRT Español.
“No olvidamos que nosotros fuimos víctimas del terror estatal que nos asoló, de un genocidio —dijo en alusión a la última dictadura militar— y supimos de la importancia de que se conocieran esas violaciones y crímenes y de la importancia de la solidaridad y el apoyo de los pueblos del mundo”. Para él, “Gaza y el pueblo palestino son una herida lacerante que debe parar”.
Alianza con sectores de la comunidad judía
“Somos críticos de las políticas de ocupación de Israel, del colonialismo, el apartheid y la limpieza étnica”, aseguró a TRT Español el sociólogo Jorge Elbaum, cofundador y expresidente del Llamamiento Argentino Judío, agrupación que se desmarca de la representación institucional de la comunidad judía local, como la AMIA o la DAIA. Esta última pidió formalmente al gobierno argentino en 2024 que rechace el pedido de encarcelamiento a Netanyahu emitido por la CPI.
Según él, esas posiciones tienen “más prensa”, ya que articulan con “sectores empresarios y dueños de medios y suscriben todas las posiciones de los gobiernos de Estados Unidos e Israel”.
Para Elbaum, “es obligación de los organismos de derechos humanos y las personas sensibles repudiar toda forma de colonialismo que establece Israel sobre los palestinos y las masacres que se suceden”, afirmó. Y dijo que es “imprescindible la construcción de dos países para dos pueblos”.
Hace hincapié en que Israel se retire de los territorios ocupados militarmente para impulsar la coexistencia y que puedan existir tanto Palestina como Israel, lo cual se diferencia de la realidad y de la visión 'absolutamente' colonialista de Netanyahu.
Además, anticipó que si Netanyahu concreta su viaje a Argentina habrá una “marcha nacional de repudio”, y se volverá a exigir a los tribunales federales del país que ordenen su detención.
Taty Almeida coincidió en que habrá manifestaciones para rechazar la posible visita. Y concluyó con un emotivo mensaje a las madres palestinas en Gaza: “Queridas hermanas en el dolor que están sufriendo, si sabremos nosotras lo que es la pérdida de un hijo y un ser querido. No bajen los brazos, no pierdan las esperanzas. A nosotras nos llamaron ‘las locas’, y a pesar de que hoy andamos con bastones y sillas de ruedas, seguimos de pie”.