Pausas simbólicas, estómagos vacíos: palestinos no tienen alivio mientras empeora el hambre en Gaza
GENOCIDIO EN GAZA
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Pausas simbólicas, estómagos vacíos: palestinos no tienen alivio mientras empeora el hambre en GazaEn Gaza, la hambruna no da tregua. Un limitado corredor de ayuda de Israel ofrece escaso alivio. Se necesitan 1.000 camiones diarios de alimentos para que la población no muera de hambre. Y eso aún está lejos de suceder.
Mohammad Ahmed, como miles, no consigue comida para sus hijos mientras crece el hambre en la zona. / Others
1 de agosto de 2025

Por tercera vez consecutiva, Mohammad Ahmed regresó a su tienda de campaña con las manos vacías. Su ropa desgarrada revelaba todas las horas que pasó luchando en medio de una multitud aplastante y agolpada en torno a los camiones de ayuda.

Este padre de 47 años caminó 25 kilómetros en un viaje de ida y vuelta desde su tienda en Al-Mawasi, en el sur de Gaza, desafiando bombardeos israelíes y atravesando zonas de evacuación que el ejército israelí considera áreas de combate activo. Y todo eso por nada. Llegó demasiado tarde: multitudes desesperadas y hambrientas ya habían asaltado los escasos suministros de ayuda.

No tuvo cómo mitigar el hambre de sus hijos. En un solo mes, Ahmed ha perdido 12 kilos, ayunando a veces durante días para reservar lo poco de comida que existe para su familia.

"La hambruna ha alcanzado su punto máximo y no hay a dónde acudir por ayuda", dice Ahmed, quien solía trabajar como investigador social, antes de que los ataques israelíes destruyeran su casa y lo obligaran a desplazarse. "He estado desempleado desde que comenzó la ofensiva, y lo que hay disponible en el mercado es limitado y con precios desorbitantes fuera de mi alcance".

"Estamos muriendo de hambre y perdiendo nuestros cuerpos, y podríamos llegar al punto de perder la vida si nadie interviene para salvarnos", sentencia.

El anuncio que hizo Israel esta semana de un acceso limitado de ayuda humanitaria y una pausa diaria parcial que cubre solo el 12% del territorio de Gaza ha llevado un modesto alivio a algunas zonas. La medida se produjo tras el creciente escrutinio internacional sobre sus continuas restricciones a la asistencia, que han profundizado la crisis en el asediado enclave.

Aun así, trabajadores humanitarios y residentes cuestionan si esta acción aborda realmente la magnitud del hambre que afecta a los 2,2 millones de habitantes en el enclave, o si simplemente buscan aliviar la presión internacional sobre Tel Aviv.

El nuevo acuerdo permite la entrega de ayuda durante plazos diarios de 10 horas, de 10 a.m. a 8 p.m., en tres zonas donde se han concentrado los palestinos desplazados: Al-Mawasi en el sur, Ciudad de Gaza en el norte, y Deir al-Balah en el centro de Gaza. Los ataques militares continúan en otras partes del enclave.

La llamada “pausa humanitaria” limitada en estos corredores y horarios, no es reconocida como un alto el fuego, lo que implica que no hay garantías de protección para civiles o trabajadores humanitarios.

Un viaje desesperado

Lo que Ahmed llama su “viaje de sufrimiento” diario comienza en su tienda al amanecer y continúa hasta antes del anochecer, con la esperanza de conseguir algo de los camiones de ayuda para aliviar un poco el hambre de sus hijos, aunque nada le garantiza que lo logrará.

Ahmed compara las enormes multitudes de personas que esperan los camiones de ayuda en el enclave con los “peregrinos durante el Hajj en La Meca”: miles de personas apiñadas en calles estrechas con una densidad abrumadora. En Gaza, sin embargo, la gran mayoría regresa a casa con nada más que decepción y un sentimiento de abandono, dice.

A pesar de las entregas aéreas realizadas por otros países como Jordania, Francia y Estados Unidos, y los mínimos suministros que llegan a través del cruce de Karem Abu Salem, Ahmed no ha podido conseguir alimentos.

Funcionarios palestinos y grupos de ayuda afirman que la respuesta sigue siendo enormemente insuficiente.

En muchos casos, las entregas aéreas caen en zonas inseguras o inaccesibles, incluidas áreas controladas por Israel, o son tomadas por individuos armados en escenas caóticas, dejando a los más vulnerables en riesgo de sufrir heridas y aún sin comida.

En el norte de Gaza, algunos residentes informan que no pueden recuperar la ayuda aérea debido a disparos de francotiradores o bombardeos cerca de las zonas de lanzamiento.

Agencias humanitarias señalan que tales esfuerzos ofrecen apoyo simbólico, pero poca sustancia.

El Ministerio de Salud de Gaza afirmó que la ayuda que llega al enclave sigue siendo muy inferior a lo necesario para satisfacer incluso las necesidades nutricionales mínimas. A pesar de que se informa la entrada de camiones, la mayoría se canaliza hacia corredores limitados, donde las multitudes y la mala coordinación hacen casi imposible que los más vulnerables accedan a los suministros.

Las multitudes que se aferraban o se subían a los vehículos apenas tenían suficientes suministros para ellos mismos, dejando sin oportunidad a otros de recibir ayuda. 

Las ropas de Ahmed fueron despedazadas por la intensidad de la aglomeración y, a pesar de estar cerca de los camiones, partió con las manos vacías.

Ahmed teme que si la ayuda sigue entregándose de esta manera, el hambre no disminuirá.

"Paso los días con menos de una sola comida. Todos hemos perdido peso y mis hijos se quejan de dolores de cabeza, y a veces de no poder caminar. Tienden al letargo y hasta se quedan dormidos", explica.

"Fuimos optimistas cuando la ocupación anunció que permitiría la entrada de ayuda, pero el primer día no fue prometedor porque entraron cantidades muy limitadas, y esperamos desde la mañana hasta la noche a que llegaran los camiones".

Ayuda insuficiente

Saeed Nabil, de 42 años, enfrentó un calvario similar. Escapó por muy poco de la muerte cuando las fuerzas israelíes abrieron fuego mientras intentaba recuperar un saco de harina de un camión de ayuda. A su lado, un anciano de unos 60 años sufrió un disparo en la mano mientras cargaba una caja de alimentos.

Nabil dijo que sabía que existía el riesgo de bombardeos y disparos israelíes, y que inicialmente dudó en acercarse a los camiones de ayuda, pero sin otras opciones y con sus hijos hambrientos, sintió que no tenía elección. 

Él y un amigo luego se ofrecieron a llevar la caja de alimentos del hombre herido y ayudarlo a llegar a un hospital. El hombre insistió en no soltar la caja, diciéndoles que no la dejaría "ni aunque lo bombardeara un F-16", ya que sus hijos y nietos no habían comido en días.

"Somos optimistas porque está entrando ayuda, pero lo cierto es que al restringirla a cantidades limitadas, la hambruna seguirá y nada cambiará", dijo a TRT World. "Necesitamos garantías claras de parte de los actores internacionales de que la ocupación permitirá la entrada de cantidades suficientes, y asegurará su transporte y distribución".

Nabil no descarta que las nuevas medidas israelíes sean “sólo de forma”, destinadas a “engañar al mundo haciéndole creer que la hambruna ha terminado”, mientras Tel Aviv sigue negando que exista la tragedia humanitaria que creó.

Después del colapso del último alto el fuego entre Hamás y el gobierno israelí, Tel Aviv endureció su asedio sobre Gaza e impidió la entrada de ayuda. En las últimas semanas, la ayuda limitada se reanudó a medida que se intensificaba la hambruna.

Restricciones sistemáticas

Amjad al-Shawa, director de la Red de ONG de Gaza, afirma que el hambre en el enclave continúa empeorando. Acusa a Israel de engañar a la comunidad internacional al afirmar que permite la entrada de ayuda mientras retiene gran parte de ella en los cruces.

“La hambruna se intensifica a todos los niveles”, explica Al-Shawa. “La ocupación restringe la ayuda y miente al decir que la permite, mientras en realidad retiene los camiones del lado palestino e incluso dispara contra personas que intentan acceder a los alimentos”.

Señaló que sólo 70 camiones entraron el día anterior, “muy por debajo de lo necesario”, y que muchos otros siguen atascados en el cruce de Karem Abu Salem tras ser transferidos desde Egipto.

Funcionarios de ayuda humanitaria estiman que al menos 1.000 camiones por día son necesarios para satisfacer las necesidades básicas y detener el aumento del  hambre en Gaza.

Al-Shawa también advirtió sobre el impulso de Israel hacia mecanismos de distribución alternativos como la polémica Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Estados Unidos, mientras se marginan las agencias de la ONU. “Este es un proceso de restricción deliberado, no una respuesta humanitaria”, afirmó.

Las agencias humanitarias han confirmado que la inseguridad alimentaria ha alcanzado niveles catastróficos en toda Gaza, donde toda la población enfrenta hambre generalizada.

Los suministros de ayuda se suspendieron por completo en marzo pasado, y aunque las entregas limitadas se reanudaron en mayo, nuevas restricciones redujeron severamente el acceso. Las reservas de alimentos se han agotado como resultado, y el Ministerio de Salud de Gaza informa que al menos 127 personas, 85 de ellas niños, han muerto por desnutrición desde que Israel comenzó la ofensiva.

No existen mecanismos internacionales para supervisar o hacer cumplir las entregas de ayuda ni la protección de civiles durante su distribución. Los convoyes de ayuda y los civiles que esperan siguen siendo vulnerables a la acción militar israelí, y la ONU ha informado repetidamente sobre obstrucciones en los cruces y dentro de Gaza.

Los esfuerzos para entregar ayuda por aire también han resultado problemáticos. Si bien las entregas aéreas ofrecen apoyo simbólico y algo de alivio inmediato, Al-Shawa advierte sobre su ineficacia. 

“Agradecemos la iniciativa, pero hay unas 47.000 personas por kilómetro cuadrado en Gaza que necesitan alimentos. El proceso de lanzamiento se realizará en áreas controladas por el ejército de ocupación israelí o en centros de refugio, y no queremos heridos ni víctimas”.

Al-Shawa concluye: “Hacemos un llamado para que se mantenga la presión sobre la ocupación para garantizar la apertura de los pasos terrestres que proporcionen mayores cantidades de ayuda, y para que se busque sostener eso”.


FUENTE:TRT Español y agencias
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