Bolivia en su laberinto político: ¿qué escenario se perfila rumbo a las elecciones presidenciales?
AMÉRICA LATINA
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Bolivia en su laberinto político: ¿qué escenario se perfila rumbo a las elecciones presidenciales?Con nueve candidatos en carrera, Bolivia llega a las elecciones presidenciales en medio de una crisis económica, divisiones políticas, bloqueos y tensión social. ¿Qué se anticipa para los comicios de agosto?
¿Un nuevo líder emergente en Bolivia? La fragmentación dificulta consenso. / TRT Español
18 de julio de 2025

La Paz, Bolivia -  El proceso hacia las elecciones presidenciales del 17 de agosto en Bolivia enfrenta numerosos obstáculos, marcados por tensiones sociales, bloqueos de carreteras y una economía en dificultades. Nueve candidatos compiten por la presidencia en un escenario complejo que ha estado acompañado por episodios de violencia y una creciente incertidumbre política, según informes.

Estos postulantes pretenden llegar a los comicios en medio de tensiones por la inhabilitación de Evo Morales, el exmandatario indígena que insiste en ser parte de la contienda política. 

“El momento político en Bolivia es muy complejo”, explica a TRT Español Marcelo Silva, docente en Ciencias Políticas de la Universidad Mayor de San Andrés, con sede en La Paz. “El Movimiento al Socialismo (MAS) está dividido y el bloque popular está debilitado, mientras que la oposición permanece dispersa, sin un candidato capaz de aglutinar a los votantes. Además, no surge una figura nueva con el liderazgo necesario para cautivar al electorado en esta coyuntura crítica marcada por la crisis económica”.

Con o sin Evo Morales

Por primera vez en 20 años, Evo Morales, que gobernó Bolivia entre 2006 y 2019, no es candidato. En las elecciones de 2020, el líder cocalero decidió dar su espacio y apoyar al ahora presidente Luis Arce, quien había sido su ministro de Economía. El exmandatario había renunciado a la presidencia en noviembre de 2019 tras una dura crisis social que calificó como un "un golpe cívico, político y policial". 

No obstante, en los comicios de este año Morales pretendió volver a postularse, pero la división en su partido, el MAS, y una inhabilitación constitucional, se lo impiden.

El Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), órgano que ejerce la justicia constitucional en Bolivia, ha sido objeto de críticas por supuestas interpretaciones arbitrarias del texto constitucional. Al no llegar a un acuerdo en el MAS, el TCP emitió en noviembre de 2024 dos resoluciones que generaron controversia: validó un congreso conformado en su mayoría por aliados de Arce, lo que fue interpretado por algunos sectores como una forma de entregarle el control legal del partido y luego ratificó la inhabilitación de Morales al limitar el ejercicio de la Presidencia a solo dos periodos.

Así, Arce obtuvo un respaldo jurídico en su disputa con Morales, lo que le permitió asumir el control del MAS. La confrontación entre ambos se intensificó desde 2022, cuando comenzó una lucha interna abierta por el liderazgo del partido oficialista y el control de la bancada legislativa.

Arce acusó a Morales de intentar una “candidatura inconstitucional” y de promover bloqueos de carreteras que, según él, buscan afectar el orden del país. Por su parte, Morales aseguró que Arce ha “destruido” tanto al movimiento popular de izquierda como a la economía nacional.

En medio de esa disputa y ante una baja popularidad, Arce decidió no postularse como candidato. Según una medición de CB Consultora Opinión Pública, una empresa especializada en estudios de opinión y comportamiento electoral, siete de cada diez bolivianos desaprueban su gestión.

Divisiones en la izquierda

Esa pelea obligó a que la izquierda se fragmente luego de 20 años. Hoy, el MAS de Arce postula a Eduardo Del Castillo, quien fue ministro de Gobierno. Morales, por su parte, buscó crear su propia agrupación, EVO Pueblo, pero no logró inscribirse legalmente. Entonces, el exmandatario se acercó a dos partidos políticos para ser candidato: el Frente Para la Victoria (FPV) y el Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol). Pero ambos fueron inhabilitados por no haber obtenido un mínimo necesario del 3% de votos válidos en 2020.

Carlos Cordero, sociólogo y docente de la Universidad Católica Boliviana (UCB), explica a TRT Español que en el interior del MAS se crearon tres corrientes: una que apoya a Morales, otra a Arce y una tercera a Andrónico Rodríguez, actual presidente del Senado y alfil político de Morales, pero ahora distanciado del expresidente. 

“Los simpatizantes de un MAS fragmentado, podrían concentrar el voto en un solo candidato. Algo similar podría ocurrir en la oposición. Dos candidatos de oposición podrían concentrar el voto opositor”, destaca Cordero.  

Rodríguez se presenta con Alianza Popular, una organización que reúne a políticos y sectores sociales que tiempo atrás han apoyado tanto a Morales como a Arce. Incluso, la candidata a la vicepresidencia en este espacio es Mariana Prado, exministra de Morales.

Las encuestas en Bolivia apuntan a que los votantes castigarán al partido gobernante por la crisis económica que vive el país. Hoy, la falta de dólares desde el 2023 provocó que el precio de los productos básicos se triplicaran. Además, persisten las filas de vehículos en las estaciones de servicio para conseguir gasolina y diésel. 

“El escenario actual está determinado por la situación económica”, define José Peralta, miembro de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM) de Santa Cruz, y sostiene que en Bolivia hay una incertidumbre política y un descontento socioeconómico, y eso confluye en un malestar del ciudadano. "Por lo tanto, esta complejidad política y socioeconómica hace que para el electorado no haya una preferencia clara como en anteriores elecciones”, añade en conversación con TRT Español.

En la izquierda también aparecen otras dos figuras: Eva Copa, alcaldesa de la ciudad de El Alto, y Jhonny Fernández, alcalde de Santa Cruz de la Sierra. Sin embargo, ninguno de los dos logra sumar suficiente respaldo. 

La oposición busca su revancha

En esa coyuntura, la oposición enfrenta un reto igualmente complejo que la izquierda: superar su histórica dispersión y articular una estrategia unificada, algo que no sucedió y que ahora presenta tres perfiles fuertes de derecha: el empresario Doria Medina, el expresidente Jorge Quiroga y el alcalde de la ciudad de Cochabamba, Manfred Reyes Villa. En ese bloque también están el senador Rodrigo Paz y el ingeniero Pavel Aracena. 

Según una encuesta elaborada por Spie Consulting para el periódico El Deber, actualmente el candidato con mayor intención de voto para estas elecciones es justamente el empresario Medina, que reúne un 24% de respaldo, seguido por Quiroga, que llega al 22%. El tercero en la lista, en contraste, es el candidato de Alianza Popular, Andrónico Rodríguez, con 14,7%. 

“En la actualidad, el país atraviesa una etapa de polarización política luego de casi 20 años de hegemonía del MAS”, detalla Cordero. El experto añade que la población esperaba que la oposición vaya a la contienda electoral con un solo candidato. “La oferta electoral, los partidos y alianzas, muestran un escenario altamente fragmentado”, añade Cordero. 

El panorama

Bolivia atraviesa un proceso electoral marcado por alegaciones de instrumentalización de la justicia, presiones sobre el Órgano Electoral y protestas de sectores afines a Morales

A través de bloqueos y hechos de violencia, estos grupos exigen la renuncia del presidente Arce, la habilitación de su líder como candidato y una respuesta a la crisis económica.

Antes de las elecciones, varios informes documentan una escalada de violencia en el país. Uno de los casos más complejos ocurrió en Llallagua, un poblado minero del departamento de Potosí, a 263 kilómetros de La Paz. Allí, enfrentamientos entre vecinos y manifestantes que exigían la renuncia del presidente Arce y la habilitación de Morales dejaron un saldo de cuatro policías fallecidos. La situación obligó a la intervención de las fuerzas militares.

El 27 de junio de 2025, durante el 55º Período Ordinario de Sesiones de la la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la ministra de Relaciones Exteriores boliviana, Celinda Sosa Lunda, advirtió que los hechos de violencia y las tensiones políticas en el país podrían poner en riesgo la realización de las elecciones generales, informó un comunicado del ministerio.

Sosa expresó su preocupación por “la desestabilización institucional” y la amenaza al derecho del pueblo a ejercer un voto libre, aunque reafirmó el compromiso del Estado boliviano de garantizar comicios libres, pacíficos y dentro de los plazos establecidos.

“Esperamos el acompañamiento técnico de la Misión de Observación Electoral de la OEA, que contribuya responsablemente a fortalecer la confianza ciudadana y la integridad del proceso, para asegurar la voluntad popular. No queremos volver a vivir un 2019”, señaló la canciller.

Así, en un contexto de profunda polarización social, los expertos coinciden en que Bolivia atraviesa uno de los momentos más complejos de su historia reciente, a pocas semanas de unas elecciones presidenciales marcadas por tensiones, en las que la estabilidad y la paz aún parecen lejanas.



FUENTE:TRT Español
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