Algunas en carretas tiradas por burros, otras pocas en autos abarrotados y muchas caminando solo con bolsas y mantas: las calles de Ciudad de Gaza se han llenado de familias que huyen hacia el sur. La razón: el miedo ante la intensidad de los bombardeos de Israel, que arrebatan vidas palestinas a cada hora.
Las últimas amenazas de Tel Aviv sobre la ampliación de operaciones terrestres y ataques a torres residenciales provocaron otra oleada de desplazamientos, que recuerda el trauma de anteriores expulsiones forzadas y evidencia el temor colectivo. Mujeres aferradas a sus hijos, hombres mayores con bastones y niños arrastrando maletas bajo la sombra de drones.
Abu Mohammed al Dawoudi, de 47 años, dejó su apartamento en Sheikh Radwan con su esposa y siete hijos tras días de bombardeos. “No nos sentimos seguros en ningún lugar. Cada hora hay otra explosión, otra torre que se derrumba con gente adentro”, dijo. “No hay otra opción que huir o morir. El ejército israelí no perdona a nadie”, cuenta a la Agencia Anadolu.
El sábado, anunciando la ampliación de su ofensiva terrestre bajo la “Operación Carros de Gedeón II”, con el declarado objetivo de ocupar Ciudad de Gaza, el ejército israelí ordenó evacuar a todos los residentes.
Asimismo, Israel designó el área de Al-Mawasi, en Jan Yunis, al sur de Gaza, como “zona humanitaria”. No obstante, esto ocurre pese a que hace meses Tel Aviv ya había declarado la zona como “segura”, aunque los palestinos que antes huyeron allí aseguran que el área ha sido bombardeada repetidamente, causando la muerte de civiles. Las organizaciones de ayuda advierten que Al-Mawasi carece de agua potable, alimentos, medicinas y hospitales en funcionamiento, dejando a las familias dependientes de entregas de ayuda esporádicas.
Para muchos palestinos, las nuevas amenazas y órdenes de desplazamiento parecen un ciclo cruel: los obligan a abandonar un área declarada “insegura”, los conducen a otra considerada “segura”, solo para ver que ese lugar también es bombardeado.
Aun así, mientras las caravanas avanzaban por la carretera costera Al-Rashid, designada por Israel como un corredor “seguro” para que los residentes de la ciudad evacúen, algunos residentes eligieron quedarse en la ciudad que ha sido y siempre será, en sus corazones, su hogar.
Israel destruye torres residenciales para forzar desplazamientos masivos
El viernes, en pleno centro de Ciudad de Gaza, el ejército israelí atacó una torre de apartamentos que colapsó como un castillo de naipes. Media hora antes, había anunciado que bombardearía edificios altos por estar “vinculados a actividades de Hamás”, sin aportar pruebas. Todos los testimonios recogidos en el terreno contradicen esa versión, mientras que la administración del edificio atacado, conocida como Torre Mushtaha, rechazó las acusaciones.
El sábado, aviones israelíes también demolieron la torre Al-Sousi de 15 pisos en el oeste de Ciudad de Gaza, que albergaba más de 60 apartamentos. Ambos ataques incluyeron órdenes de evacuación muy breves que dejaron a las familias haciendo preparativos a contrarreloj para escapar.
El Ministerio de Relaciones Exteriores condenó la destrucción de torres residenciales, afirmando que los ataques buscan forzar a los residentes a abandonar sus hogares o atraparlos en condiciones mortales. La Ciudad de Gaza cuenta con más de 51.000 torres residenciales y bloques de apartamentos, añadió.
Indicó que estos ataques reflejan un plan sistemático para vaciar la ciudad de casi un millón de personas, ya desplazadas varias veces desde el inicio de la ofensiva. La estrategia israelí, añadió, busca confinar a más de dos millones de palestinos en un pequeño territorio que representa solo el 12% del enclave, creando condiciones inhabitables como preludio de una expulsión masiva.
Advirtió que los palestinos enfrentan una elección terrible: “el desplazamiento forzado o una muerte segura por bombardeos y hambre”.
90% de Gaza destruida, pérdidas por 68.000 millones de dólares
A un mes de cumplirse dos años del inicio de la ofensiva israelí, el 7 de octubre de 2023, la Oficina de Medios de Palestina en Gaza señaló que el bombardeo israelí provocó la destrucción de aproximadamente el 90% de la infraestructura de Gaza e infligió pérdidas superiores a 68.000 millones de dólares.
Pero más allá de las pérdidas económicas, la oficina destacó el horror más grande: se estima que al menos 73.700 personas han sido asesinadas o permanecen desaparecidas, incluyendo más de 20.000 niños y 12.500 mujeres. Según la oficina, 2.700 familias han sido borradas completamente del registro civil.
Entre los asesinados se incluyen 1.670 trabajadores médicos y 248 periodistas. Más de 162.000 personas resultaron heridas, muchas con lesiones que cambian la vida, como amputaciones, parálisis y pérdida de la vista.
La oficina también señaló la destrucción de 38 hospitales, 833 mezquitas y 163 instituciones educativas, junto con daños generalizados a miles de otras instalaciones públicas.

Intensos bombardeos, asesinatos múltiples
Desde el amanecer del domingo, Ciudad de Gaza ha sido blanco de ataques con cohetes y bombardeos intensos de Israel, que han matado al menos a 14 palestinos y dejado muchos heridos, incluidos niños, según la agencia Anadolu. Dos niños murieron y otros resultaron heridos cuando aviones de combate israelíes atacaron una tienda de campaña en Al Rimal.
La agencia de noticias palestina Wafa informó que al menos cuatro palestinos murieron en un apartamento residencial en los barrios de Al Ghazali y Sheikh Radwan, mientras que ocho personas murieron cuando la Escuela Al Farabi, que albergaba desplazados cerca del Estadio Al Yarmouk, fue alcanzada.
Además, el ejército israelí mató al menos a 49 palestinos e hirió a decenas más en Gaza el sábado, mientras que seis personas más murieron de hambre en el territorio bloqueado, según funcionarios de salud.
Protestas en Israel exigen fin de ofensiva e intercambio de prisioneros
El sábado, manifestantes israelíes marcharon hacia la residencia del primer ministro de ese país, Benjamín Netanyahu, en Jerusalén Oeste para exigir un acuerdo de intercambio de prisioneros con Hamás, mientras miles se reunieron en la Plaza de los Rehenes en Tel Aviv.
Las protestas se produjeron horas después de que las familias de los cautivos israelíes en Gaza enviaran un mensaje al jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, advirtiendo que el plan de ocupar Ciudad de Gaza “no traerá de vuelta a los rehenes, sino que los matará”.
Los manifestantes portaban carteles exigiendo un acuerdo, incluyendo uno que decía “Basta”, resaltando la demanda de detener la ofensiva en Gaza y lograr un intercambio de rehenes.
Mientras la ofensiva israelí se acerca a cumplir dos años, Tel Aviv mantiene su determinación de devastar el enclave, matando a todos los palestinos a su paso. Todo pese a que la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra el primer ministro Benjamín Netanyahu y su exministro de Defensa Yoav Gallant, por crímenes de guerra y de lesa humanidad en Gaza. Israel también enfrenta un caso por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia.